El triste destino del pueblo fantasma en el que murieron 5.000 personas en la Guerra Civil: «Podría desaparecer»
Amenazaba frío extremo en Zaragoza, entre cinco y siete grados bajo cero, pero la fortuna nos ha sonreído. Dice Marta Beltrán, trabajadora de la oficina de turismo local, que hace «buen día» en los restos del Pueblo Viejo de Belchite . «¡No nos ha pillado el cierzo!», bromea. Nada que ver con el calor infernal que, a finales de agosto de 1937, padecieron los miles y miles de soldados que combatieron durante su asedio. Fueron solo dos semanas de bombardeos de artillería y bregas casa por casa, pero provocaron una devastación tal que Francisco Franco ordenó que la villa no se reconstruyera. Y así nos la muestran hoy: yerma de vida y hueca de almas. Una ciudad fantasma sumida en... Ver Más
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