La Ricitos de Oro del cuento original era una anciana

El cuento de hadas de «Ricitos de Oro y los tres osos» es uno de los más populares de la lengua inglesa. En este famoso relato, la protagonista, Ricitos de Oro, entra en una casa que había en mitad del bosque y que era propiedad de tres osos antropomórficos, mientras estos estaban fuera. Entones come un poco de su comida, se sienta en una de sus sillas, la rompe y se duerme en una de sus camas. Cuando los osos regresan y la descubren, ella se despierta, salta por la ventana y nunca más se la vuelve a ver.

Esta historia fue escrita en el siglo XIX por el poeta romántico inglés Robert Southey, recordado sobre todo por este cuento y por su poema «Después de Blenheim». Lo que no es tan conocido es que de este cuento de hadas existen tres versiones, como ocurre con muchos otros cuentos populares, cuya trama original se ha olvidado con el paso del tiempo, siendo sustituida por una nueva, que es la que ha acabado perdurando en el imaginario colectivo. En la primera de las versiones de este relato, la historia está protagonizado por una anciana que se describe como insolente, mezquina, malhablada, fea y sucia, una vagabunda de la que se dice que debería estar en un reformatorio. Teniendo en cuenta todo este dechado de virtudes, no es difícil comprender por qué actúa como lo hace en una casa ajena.

A partir de la segunda versión, la anciana es reemplazada por una joven ingenua, de pelo rubio, llamada Ricitos de Oro, que es como acabó siendo recordada. Aunque la versión más conocida será la tercera, popularizada a través de infinidad de adaptaciones tanto al cine como al teatro, a la ópera, al cómic y a otros medios. En esta última versión, el trío original de osos solteros es sustituido por una familia, en la que el oso mayor representará al padre, el mediado a la madre y el pequeño al hijo.

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