Este es el bocadillo que siempre me bajo a la piscina: tres ingredientes, cinco minutos y sabor italiano
Bocadillos y piscina. O bocadillos y playa. Da igual el agua del que hablemos. Sea como sea, este bocata de mochila tiene que cumplir con algunas premisas que, a veces, pasamos por alto y lo que era un estupendo bocadillo según lo terminamos de hacer se convertía, minutos u horas después, en un baño de engrudo que, además, a nivel sanitario se podía convertir en un auténtico peligro. Por eso, aunque no suelo renunciar a llevarme un bocadillo decente a los días de piscina y playa, tengo una fórmula que considero perfecta para este tipo de días en los que comer bien es casi tan imposible como no tener al lado a alguien con un altavoz. En este caso, siempre rehúyo de los bocadillos que lleven salsas a base de huevo o al propio huevo. Las piscinas no son territorio para tortillas ni mayonesas. Tampoco para pasarnos de frenada con bocadillos calientes, pues envejecen muy mal a medida que se pasan unas pocas horas envueltos en papel de aluminio, con la sana excepción de los filetes empanados, un auténtico misterio de aguante. Razón por la que mi bocadillo de piscina favorito es una receta italiana. Receta porque no deja de ser cocina. O cocina entre comillas, pero significa elaborar mínimamente un 'plato' que vas a tener listo en cinco minutos y que os asegura el mejor bocadillo de playa y piscina que vas a poder llevarte. De él os he hablado en otras ocasiones y no es otro que el pane cunzato, una preparación típicamente siciliana que traduciríamos literalmente por 'pan aliñado' y que con apenas tres elementos se convierte en un salvavidas. Básicamente hablamos de un bocadillo que lleva tomate en rodajas, anchoas en salazón y queso, pero no un queso cualquiera. En Sicilia se hace con ricotta salada, pero en España va a ser difícil que la encuentres, así que te recomiendo que la sustituyas por queso feta. La gracia está en que, además de ser un queso sabroso, también aguanta bien el paso del tiempo en un bocadillo. Las anchoas en salazón también aguantan bien y el tomate sirve para equilibrar los perfiles salinos de sus compañeros de viaje. Añade un poco de orégano picado, un buen chorro de aceite de oliva, cierra el bocata (al que le van bien los panes estilo chapata) y tendrás al mejor bocadillo de piscina que puedes imaginar. En DAP | Recetas de sándwiches En DAP | Pepito de ternera - La noticia Este es el bocadillo que siempre me bajo a la piscina: tres ingredientes, cinco minutos y sabor italiano fue publicada originalmente en Directo al Paladar por Jaime de las Heras .

Bocadillos y piscina. O bocadillos y playa. Da igual el agua del que hablemos. Sea como sea, este bocata de mochila tiene que cumplir con algunas premisas que, a veces, pasamos por alto y lo que era un estupendo bocadillo según lo terminamos de hacer se convertía, minutos u horas después, en un baño de engrudo que, además, a nivel sanitario se podía convertir en un auténtico peligro.
Por eso, aunque no suelo renunciar a llevarme un bocadillo decente a los días de piscina y playa, tengo una fórmula que considero perfecta para este tipo de días en los que comer bien es casi tan imposible como no tener al lado a alguien con un altavoz.
En este caso, siempre rehúyo de los bocadillos que lleven salsas a base de huevo o al propio huevo. Las piscinas no son territorio para tortillas ni mayonesas. Tampoco para pasarnos de frenada con bocadillos calientes, pues envejecen muy mal a medida que se pasan unas pocas horas envueltos en papel de aluminio, con la sana excepción de los filetes empanados, un auténtico misterio de aguante.
Razón por la que mi bocadillo de piscina favorito es una receta italiana. Receta porque no deja de ser cocina. O cocina entre comillas, pero significa elaborar mínimamente un 'plato' que vas a tener listo en cinco minutos y que os asegura el mejor bocadillo de playa y piscina que vas a poder llevarte.
De él os he hablado en otras ocasiones y no es otro que el pane cunzato, una preparación típicamente siciliana que traduciríamos literalmente por 'pan aliñado' y que con apenas tres elementos se convierte en un salvavidas.
Básicamente hablamos de un bocadillo que lleva tomate en rodajas, anchoas en salazón y queso, pero no un queso cualquiera. En Sicilia se hace con ricotta salada, pero en España va a ser difícil que la encuentres, así que te recomiendo que la sustituyas por queso feta. La gracia está en que, además de ser un queso sabroso, también aguanta bien el paso del tiempo en un bocadillo.
Las anchoas en salazón también aguantan bien y el tomate sirve para equilibrar los perfiles salinos de sus compañeros de viaje. Añade un poco de orégano picado, un buen chorro de aceite de oliva, cierra el bocata (al que le van bien los panes estilo chapata) y tendrás al mejor bocadillo de piscina que puedes imaginar.
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Este es el bocadillo que siempre me bajo a la piscina: tres ingredientes, cinco minutos y sabor italiano
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Jaime de las Heras
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