Diseñar para todas las personas: el compromiso de Difusión con la accesibilidad

Hablar de accesibilidad digital es hablar de diseño centrado en las personas. Cada vez más, nos encontramos con la necesidad de pensar productos y servicios digitales que puedan ser utilizados por todas las personas, sin importar sus capacidades, contexto o dispositivos. Esto no sólo responde a un compromiso ético, sino también a un marco legal que poco a poco se va consolidando.

Con la entrada en vigor de la Ley 11/2023, que transpone la Directiva Europea 2019/882 al ordenamiento jurídico español, se incorporan nuevos requisitos de accesibilidad para productos y servicios digitales. Esta normativa no sólo define qué condiciones deben cumplir los servicios digitales, sino también cuándo deben cumplirlas. 

Para los servicios nuevos lanzados después de la publicación del decreto, la aplicación es a partir del 28 de junio de 2025. En el caso de servicios existentes antes de la ley, la exigencia se traslada al 28 de junio de 2030. Además, se contempla una disposición transitoria que permite a estos servicios continuar con sus productos o contratos actuales hasta un máximo de cinco años o hasta su renovación, lo que ocurra primero. Este marco temporal permite una adaptación progresiva, sin perder de vista el objetivo principal: avanzar hacia una digitalización más inclusiva.

Difusión se compromete con la accesibilidad educativa

La Editorial Difusión cuenta con una trayectoria de más de tres décadas creando materiales para la enseñanza del español como lengua extranjera y segunda lengua. Además, se especializa en contenidos educativos para el aprendizaje de otros idiomas como el francés, el alemán y el italiano, consolidándose como una editorial de referencia en el ámbito multilingüe. Presente en instituciones educativas de todo el mundo, es reconocida por su presencia en la red del Instituto Cervantes y en escuelas oficiales de idiomas en España.

Conscientes del nuevo contexto normativo y social, en Difusión decidieron dar un paso adelante. Apostaron por revisar y transformar sus contenidos para avanzar hacia una experiencia de aprendizaje inclusiva. Esta iniciativa parte de una idea sencilla pero potente: hacer que más personas puedan acceder a los contenidos educativos, sin barreras y con equidad.

Desde Torresburriel Estudio, acompañamos ese proceso desde el diseño UX y la formación en accesibilidad digital. Nos encontramos con un equipo comprometido y dispuesto a cuestionar sus formas de trabajo para adaptarlas a nuevos estándares de diseño inclusivo.

Primeras decisiones para avanzar en accesibilidad

Uno de los primeros pasos fue alinear los equipos editoriales digitales y de papel, generando espacios de coordinación que facilitaran una transición conjunta hacia la accesibilidad. Diseñamos una auditoría inicial para detectar áreas de mejora en los contenidos y comprender qué ajustes eran necesarios según las pautas WCAG 2.1 en nivel AA.

La auditoría nos permitió tener una fotografía clara del punto de partida. Con base en esos hallazgos, organizamos una formación teórico-práctica para que los equipos pudieran interiorizar los principios de accesibilidad, compartir dudas y desarrollar propuestas concretas.

El enfoque fue doble: comprender la normativa y traducirla a decisiones de diseño realistas, factibles y alineadas con el trabajo editorial. No se trataba solo de cumplir con una ley, sino de mejorar la experiencia de aprendizaje para todos los estudiantes.

Una mirada general a las acciones desarrolladas

Durante dos jornadas presenciales, tres personas del equipo de Torresburriel Estudio acompañamos a Difusión impartiendo una formación centrada en accesibilidad digital en Barcelona. A esta formación asistieron más de 40 editores especializados que trabajan en la creación de contenidos para diferentes  mercados, incluidos Estados Unidos y Francia.

Durante esas sesiones colaborativas, los equipos de Difusión participaron en dinámicas orientadas a fortalecer sus conocimientos y habilidades. A través de ejercicios prácticos y debates guiados, abordamos distintas dimensiones de la accesibilidad digital:

• Identificación de los elementos que más afectan la usabilidad para personas con distintas capacidades.
• Uso de herramientas como ARC Toolkit o Silktide para revisar y evaluar contenidos.
• Buenas prácticas en materiales con audio, vídeo e imágenes.
• Adaptación de actividades educativas para garantizar que todos los estudiantes puedan interactuar con ellas.

Este proceso fue también una oportunidad para reforzar el trabajo en equipo y promover una cultura interna donde la accesibilidad se vea como una parte natural del diseño.

Beneficios percibidos por la editorial

Difusión no solo inició este camino por una cuestión de cumplimiento normativo. Vieron en la accesibilidad una forma de posicionarse como una editorial comprometida con la inclusión, capaz de llegar a una audiencia más amplia.

Entre los beneficios que identificaron destacamos:

• Reforzar su posicionamiento como marca educativa sensible a la diversidad.
• Ampliar su alcance llegando a más centros e instituciones.
• Evitar riesgos legales asociados al incumplimiento de normativas futuras.
• Mejorar la calidad general de sus materiales.

En definitiva, se trató de un ejercicio de mejora continua y de compromiso con el acceso universal a la educación.

Un marco normativo que acompaña, pero no lo es todo

Aunque la Ley 11/2023 introduce nuevos requerimientos, también establece una serie de exclusiones. Quedan fuera, por ejemplo, contenidos audiovisuales o documentos publicados antes del 28 de junio de 2025, servicios de mapas online con información esencial disponible por otras vías, y contenidos generados por terceros que no estén bajo control directo de quien publica.

Desde nuestro punto de vista, conocer estos límites es importante para dimensionar correctamente el esfuerzo que requiere la accesibilidad. Pero más allá de lo legal, apostamos por diseñar con criterio y sentido común, sabiendo que todo avance en esta línea suma.

Diseñar con accesibilidad es diseñar bien

La experiencia con la Editorial Difusión nos confirma algo que ya sabíamos: pensar en accesibilidad desde el inicio no resta, suma. Suma valor a los productos, amplía su alcance y mejora la experiencia de todas las personas usuarias.

Cuando diseñamos con la accesibilidad en mente, no solo estamos cumpliendo con una normativa. Estamos haciendo bien nuestro trabajo.

¿Te gustaría saber más sobre nuestras formaciones en accesibilidad digital? Puedes completar este formulario de contacto y contarnos tus necesidades. Estaremos encantados de escucharte.

Foto de portada de Haley Parson en Unsplash. Logo de Difusión.