Maná: «Los Grammy sólo retransmiten los premios anglos; es una postura racista»

Las dos últimas votaciones en las que el nombre de Maná ha salido a relucir, no podían haber salido peor para la banda mexicana. Primero hicieron campaña activa por Kamala Harris, apoyándola públicamente e incluso dando un concierto en favor de su candidatura. Pero ganó Donald Trump, a quien nunca han dudado en calificar de personaje peligroso. Después estuvieron nominados para entrar en el Rock & Roll Hall of Fame, donde iban a convertirse en la primera banda hispanohablante del selecto club, pero no recibieron suficientes votos y se quedaron fuera. Dos jarros de agua fría, tal como reconoce su cantante Fher Olvera en conexión zoom desde México. Pero el cuarteto de Guadalajara tiene ahora mucho que celebrar, porque por fin, diez años después, hay nuevo disco de Maná: 'Noches de cantina' . Es cierto que no tiene canciones nuevas, sino reinterpretaciones de sus clásicos en clave tradicional, pero viene con el atractivo extra de las colaboraciones de Carín León, Christian Nodal, Alejandro Fernández, Pablo Alborán, Edén Muñoz, Sebastián Yatra, Joy Huerta (de Jesse & Joy), Mabel y Marco Antonio Solís, y además con gira española: actuarán el 13 de junio en el Tenerife Music Festival (Santa Cruz de Tenerife), el 14 en Lava Live Festival (Arrecife – Lanzarote), el 20 en Marenostrum Fuengirola (Fuengirola – Málaga), el 22 en Icónica Santalucía Sevilla Fest (Sevilla), el 26 de junio en el Movistar Arena (Madrid), el 28 en Área 12 Festival (Alicante) y el 5 de julio en O Gozo Festival (Santiago de Compostela). Aunque hayan sacado ese disco de versiones de sí mismos, imagino que esta será una gira de 'grandes éxitos', ¿no? El problema es que tenemos demasiadas canciones que gustan mucho en España. No hemos sido un grupo muy prolífico en disco, pero en nuestros treinta y pico años hemos sacado muchos temas que han recibido mucho cariño en vuestro país. Así que llegamos con mucha munición. Los fans tienen ganas de canciones nuevas. ¿Para cuándo? Estamos ya componiendo, pero mientras tanto ahora hemos sacado 'Noches de Cantina', un álbum de versiones de éxitos nuestros, que es muy mexicano en los arreglos, en el arte… son canciones clásicas de Maná, pero hechas aún más mexicanas. Tenemos colaboradores mexicanos, colombianos y también un español, Pablo Alborán . ¿Están muy decepcionados por haber quedado fuera del Rock & Roll Hall of Fame? Nunca he tenido muchas expectativas, ni con esto ni con los premios. No tengo ningún Grammy expuesto en mi casa, y no quiero sonar soberbio, pero creo que los premios te enaltecen el ego, y el ego engrandecido te resta arte y creatividad, además de humildad. Al menos fue un buen gesto que se nominara a un grupo que canta en español y que no tiene un público mayoritario global. Empieza a verse el 'latin power', y eso ha sido un logro para la lengua española. Pero que a estas alturas siga sin haber una sola banda hispanohablante en el Salón… Sí, es una mentada de madre. Una vez, la revista Rolling Stone sacó una lista de los mejores quinientos artistas de la historia, y no salía ni Maná, ni Bunbury, ni Paco de Lucía. Es una cosa cultural muy jodida del imperio anglosajón. Pero nosotros somos unos combatientes, y no pensamos movernos del castellano. En España acaba de crearse el Salón de la Fama de la Música Hispana, aunque de momento es una iniciativa modesta. Si abren sucursal en Latinoamérica, nosotros nos apuntamos. Esas son las cosas que hay que hacer. No esperar a que los hagan los gringos, y hacer las cosas nosotros. Porque si no seguirán despreciándonos. Por ejemplo, en los Grammy sólo retransmiten los premios anglos, y dejan a los latinos en una sala chiquita junto a los músicos de jazz y clásica. Nos tratan como una categoría inferior, según ellos por no cumplir los requisitos de marketing. Pero es una postura racista. ¿Cree que la oposición activa de Maná a Donald Trump puede tener consecuencias para el grupo? Él ha anunciado que quiere investigar a todos los artistas que dieron su apoyo a Kamala Harris, como ustedes. Es evidente que a él no le gustan los latinos, y eso que somos la primera minoría de Estados Unidos y estamos cogiendo una relevancia política enorme. Parte de ese país nos fue arrancado a nosotros, y lo estamos recuperando poquito a poco, con trabajo, con amor, haciendo que ese país también sea lo que es porque nosotros ponemos el pan en la mesa de los gringos. Muchos de ellos saben que esto es verdad, sobre todo en California. Saben que somos la mejor mano de obra, la gente más comprometida con su trabajo, y ya somos dueños de lugares y empresas importantes. La población latina que vive en Estados Unidos está yendo a menos conciertos por miedo a salir a la calle y encontrarse con una redada, ¿qué reflexión le merece? Eso es parte del proceso de una democracia que se está jodiendo. Ha ganado las elecciones una persona que es un dictador, que no quiere a un sector enorme de la población. Pero como dicen los budistas, todo pasa. Y estos cabrones hijos de la chingada

Jun 6, 2025 - 06:30
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Maná: «Los Grammy sólo retransmiten los premios anglos; es una postura racista»
Las dos últimas votaciones en las que el nombre de Maná ha salido a relucir, no podían haber salido peor para la banda mexicana. Primero hicieron campaña activa por Kamala Harris, apoyándola públicamente e incluso dando un concierto en favor de su candidatura. Pero ganó Donald Trump, a quien nunca han dudado en calificar de personaje peligroso. Después estuvieron nominados para entrar en el Rock & Roll Hall of Fame, donde iban a convertirse en la primera banda hispanohablante del selecto club, pero no recibieron suficientes votos y se quedaron fuera. Dos jarros de agua fría, tal como reconoce su cantante Fher Olvera en conexión zoom desde México. Pero el cuarteto de Guadalajara tiene ahora mucho que celebrar, porque por fin, diez años después, hay nuevo disco de Maná: 'Noches de cantina' . Es cierto que no tiene canciones nuevas, sino reinterpretaciones de sus clásicos en clave tradicional, pero viene con el atractivo extra de las colaboraciones de Carín León, Christian Nodal, Alejandro Fernández, Pablo Alborán, Edén Muñoz, Sebastián Yatra, Joy Huerta (de Jesse & Joy), Mabel y Marco Antonio Solís, y además con gira española: actuarán el 13 de junio en el Tenerife Music Festival (Santa Cruz de Tenerife), el 14 en Lava Live Festival (Arrecife – Lanzarote), el 20 en Marenostrum Fuengirola (Fuengirola – Málaga), el 22 en Icónica Santalucía Sevilla Fest (Sevilla), el 26 de junio en el Movistar Arena (Madrid), el 28 en Área 12 Festival (Alicante) y el 5 de julio en O Gozo Festival (Santiago de Compostela). Aunque hayan sacado ese disco de versiones de sí mismos, imagino que esta será una gira de 'grandes éxitos', ¿no? El problema es que tenemos demasiadas canciones que gustan mucho en España. No hemos sido un grupo muy prolífico en disco, pero en nuestros treinta y pico años hemos sacado muchos temas que han recibido mucho cariño en vuestro país. Así que llegamos con mucha munición. Los fans tienen ganas de canciones nuevas. ¿Para cuándo? Estamos ya componiendo, pero mientras tanto ahora hemos sacado 'Noches de Cantina', un álbum de versiones de éxitos nuestros, que es muy mexicano en los arreglos, en el arte… son canciones clásicas de Maná, pero hechas aún más mexicanas. Tenemos colaboradores mexicanos, colombianos y también un español, Pablo Alborán . ¿Están muy decepcionados por haber quedado fuera del Rock & Roll Hall of Fame? Nunca he tenido muchas expectativas, ni con esto ni con los premios. No tengo ningún Grammy expuesto en mi casa, y no quiero sonar soberbio, pero creo que los premios te enaltecen el ego, y el ego engrandecido te resta arte y creatividad, además de humildad. Al menos fue un buen gesto que se nominara a un grupo que canta en español y que no tiene un público mayoritario global. Empieza a verse el 'latin power', y eso ha sido un logro para la lengua española. Pero que a estas alturas siga sin haber una sola banda hispanohablante en el Salón… Sí, es una mentada de madre. Una vez, la revista Rolling Stone sacó una lista de los mejores quinientos artistas de la historia, y no salía ni Maná, ni Bunbury, ni Paco de Lucía. Es una cosa cultural muy jodida del imperio anglosajón. Pero nosotros somos unos combatientes, y no pensamos movernos del castellano. En España acaba de crearse el Salón de la Fama de la Música Hispana, aunque de momento es una iniciativa modesta. Si abren sucursal en Latinoamérica, nosotros nos apuntamos. Esas son las cosas que hay que hacer. No esperar a que los hagan los gringos, y hacer las cosas nosotros. Porque si no seguirán despreciándonos. Por ejemplo, en los Grammy sólo retransmiten los premios anglos, y dejan a los latinos en una sala chiquita junto a los músicos de jazz y clásica. Nos tratan como una categoría inferior, según ellos por no cumplir los requisitos de marketing. Pero es una postura racista. ¿Cree que la oposición activa de Maná a Donald Trump puede tener consecuencias para el grupo? Él ha anunciado que quiere investigar a todos los artistas que dieron su apoyo a Kamala Harris, como ustedes. Es evidente que a él no le gustan los latinos, y eso que somos la primera minoría de Estados Unidos y estamos cogiendo una relevancia política enorme. Parte de ese país nos fue arrancado a nosotros, y lo estamos recuperando poquito a poco, con trabajo, con amor, haciendo que ese país también sea lo que es porque nosotros ponemos el pan en la mesa de los gringos. Muchos de ellos saben que esto es verdad, sobre todo en California. Saben que somos la mejor mano de obra, la gente más comprometida con su trabajo, y ya somos dueños de lugares y empresas importantes. La población latina que vive en Estados Unidos está yendo a menos conciertos por miedo a salir a la calle y encontrarse con una redada, ¿qué reflexión le merece? Eso es parte del proceso de una democracia que se está jodiendo. Ha ganado las elecciones una persona que es un dictador, que no quiere a un sector enorme de la población. Pero como dicen los budistas, todo pasa. Y estos cabrones hijos de la chingada pasarán. Estoy seguro de que ese señor no va a ser reelegido más veces, porque ya sería un sacrilegio. Los mismos americanos están diciendo que es una vergüenza tener un presidente así.