El alquiler y la venta de viviendas de lujo existe

Cuando una inmobiliaria me pidió escribir un artículo sobre el auge del alquiler de lujo, pensé que me estaban vacilando. ¿Alquiler de lujo? ¿Eso no era una contradicción en sí misma? ¿No era el alquiler precisamente la opción de los mortales que no teníamos para pagarnos una hipoteca ni intención de hipotecar nuestra alma para comprar una casa?

Me sonaba a «Ferrari de segunda mano«, a algo totalmente incoherente. Pero, como buena profesional que soy —y porque en mi empresa de servicios editoriales también tenemos facturas que pagar—, acepté el encargo.

¡Y qué sorpresa me llevé!

Primero, para ponernos en contexto: tengo 33 años, soy escritora y tengo una empresa de servicios editoriales. Es decir, escribo mucho, para muchos, y de muchas cosas.

Pero esta fue una de esas veces en las que el encargo me obligó a mirar el mundo desde una perspectiva completamente diferente. Porque el alquiler de lujo no solo existe: está en auge. Y no, no me refiero a ese piso mono de 900 euros con terraza en el centro (que, hablando en plata, para mí y mi nivel de ingresos ya es caro de narices).

Hablo de viviendas que cuestan 5.000, 10.000 o incluso 25.000 euros al mes.

Sí, has leído bien. ¡Al mes!

¿Qué es un piso de lujo?

Lo primero que me pregunté fue: ¿qué hace que un piso sea «de lujo«? Porque, si nos guiamos por algunos anuncios, parece que basta con tener suelo de parqué, una cama que no cruja y dos cojines en el sofá para que alguien lo catalogue como “lujoso”. Pero no. Hablando con la inmobiliaria experta en casas y pisos de lujo, Mary & Golf Homes y leyendo todo lo que pillé en su web, entendí que un alquiler de lujo juega otra liga. Es otra vida. Literalmente.

Un piso de lujo no es solo bonito: es espectacular

Estamos hablando de viviendas con diseño de autor, ubicaciones privilegiadas (tipo Barrio de Salamanca en Madrid, Pedralbes en Barcelona, o incluso zonas muy concretas de Ibiza), con vistas que parecen sacadas de un catálogo de arquitectura escandinava.

Techos altísimos, suelos de mármol, domótica integrada, electrodomésticos que valen más que mi coche, baños que parecen spas, piscinas privadas en el salón, terrazas con vistas a la Sagrada Familia o a la playa de la Barceloneta, y seguridad 24/7, por supuesto, porque eso no puede faltar si tienes un piso de lujo. Incluso hay apartamentos de lujo que tienen su propio gimnasio, servicio de limpieza diaria y hasta chef bajo demanda. Sí, chef.

¿Quién alquila estos pisos?

Aquí viene lo interesante. Porque claro, uno no deja de preguntarse: ¿quién tiene tanto dinero como para pagar 15.000 euros al mes en alquiler? ¿Quién puede pagar más de 4 millones de euros por una bonita cada con piscina?

Pues resulta que hay más gente de la que imaginaba. ¡Muchas más! Y no todos son futbolistas, aunque hay varios de los que podríamos hablar, claro, como Beckham.

La primera categoría: los ejecutivos y altos cargos de multinacionales que vienen a España por trabajo. Gente que se traslada durante unos meses o un par de años y a los que la empresa les paga la estancia. Sí, esas personas existen. Empresas que consideran “normal” pagar 10.000 euros al mes por el piso de su CEO desplazado. También hay diplomáticos, inversores internacionales y, cómo no, celebrities.

Uno de los ejemplos más comentados fue el de Cristiano Ronaldo, que durante su etapa en el Real Madrid compró una mansión en La Finca. También se sabe que Beyoncé y Jay-Z se alojaron durante una estancia en Barcelona en una villa de lujo alquilada (no comprada) por 150.000 al mes, según recogió El País.

Y no es solo cosa de famosos extranjeros. También hay empresarios españoles, actores, influencers de alto nivel… y gente “normal” que, después de vender una propiedad, decide no volver a comprar, pero sigue queriendo vivir a todo lujo.

Y sí, eso también pasa.

¿Cuánto cuesta realmente un piso de lujo en España?

Aquí viene la parte que duele. Si alguna vez has cotilleado en Idealista o Fotocasa y has puesto filtros como “más de 6.000€/mes”, sabes de lo que hablo. Y no, no es un error. Existen.

En Madrid, por ejemplo, hay pisos en zonas como Recoletos, Jerónimos o El Viso que se alquilan por entre 8.000 y 15.000 euros al mes. ¿Qué tienen? Suelos de mármol, 300 metros cuadrados, terrazas con vistas al Retiro y servicio de limpieza o seguridad incluido.

En Barcelona, en barrios como Pedralbes o en edificios históricos del Paseo de Gracia, los precios se mueven en cifras parecidas. Pero si nos vamos a Ibiza o Marbella, los números se disparan: villas con piscina infinita, vistas al mar, acceso directo a la playa, jardín tropical y más de 600 metros cuadrados superan sin problema los 25.000 o incluso los 40.000 euros al mes durante la temporada alta. Y lo más increíble: se alquilan. Hay demanda, y mucha.

Por otro lado, si hablamos de venta de viviendas de lujo, la cosa tampoco se queda corta. En Madrid o Barcelona, un piso de alto standing en buena zona puede superar el millón y medio de euros fácilmente. En Marbella o en zonas premium de Ibiza, hay villas que se venden por 5, 10 o hasta 20 millones de euros. La Zagaleta, en Marbella, es un buen ejemplo: mansiones que parecen hoteles, donde la entrada al vecindario ya es un lujo en sí misma.

El mercado del lujo no es solo real, sino que está más activo que nunca.

¿Dónde están estos pisos?

Ya lo he mencionado, pero lo detallo un poco más. En España, los focos principales del alquiler de lujo están en:

• Madrid: Barrio de Salamanca, Chamartín, El Viso, algunas zonas de Chamberí. También en urbanizaciones cerradas como La Finca o Valdemarín.
• Barcelona: Pedralbes, Sarrià-Sant Gervasi, y en el centro histórico en edificios modernistas rehabilitados.
• Marbella: la Milla de Oro es un clásico. Zonas como Sierra Blanca o Puerto Banús también concentran una barbaridad de villas de lujo en alquiler.
• Ibiza: en verano, Ibiza se convierte en un festival del lujo. San José, Santa Gertrudis, Cala Jondal, Es Cubells… todo lleno de villas de diseño, con vistas de infarto y precios que marean.
• Valencia, Palma de Mallorca, Sotogrande… también tienen lo suyo, aunque en menor medida.

¿Y por qué muchos alquilan, en vez de comprarse un piso?

Porque para algunos, alquilar es más cómodo. Si tienes mucho dinero y viajas constantemente, no quieres encargarte del mantenimiento de una propiedad. También influye que muchos de estos pisos no están en venta, solo disponibles para alquiler.

Además, cuando hablamos de personas con ingresos millonarios al mes, alquilar por 10.000 euros no tiene el mismo impacto que para ellos o para nosotros los mortales.

Alquilar también da flexibilidad. Cambiar de ciudad, de país, o simplemente de barrio, sin tener que vender una propiedad, es un lujo que algunos prefieren pagar.

¿Y qué buscan exactamente quienes alquilan lujo?

Aquí también encontré cosas muy curiosas. Porque no es solo el tamaño o la ubicación, es la experiencia. La mayoría de personas que alquilan viviendas de lujo buscan algo muy específico: privacidad, confort extremo, y cero preocupaciones. El alquiler de lujo se vende como un todo incluido sin las molestias del propietario de casa.

Por eso, muchos de estos pisos o villas tienen un servicio de conserjería 24/7. Esto significa que puedes pedir que te reserven una mesa en un restaurante con estrella Michelin, organizar una recogida en jet privado o pedir que te llenen la nevera con productos ecológicos antes de tu llegada. Como en un hotel cinco estrellas, pero con la sensación de hogar.

¿Y el mobiliario? Nada de IKEA. Aquí hablamos de muebles diseñados a medida, obras de arte originales (sí, he visto anuncios que presumen de colección privada de arte contemporáneo incluida), iluminación domótica, chimeneas invisibles, y hasta aromas personalizados.

¿Y qué descubrí yo con todo esto?

Pues que el mundo es más grande (y más caro) de lo que parece desde el escritorio de una redactora que paga su alquiler como buenamente puede. Que hay mercados que uno ni siquiera sabía que existían, pero que se mueven, y mucho. Que el lujo no es solo comprar y poseer, también puede ser temporal, flexible, y hasta discreto. Y que sí, el alquiler de lujo existe. No solo existe: ¡está en auge!

Ahora lo entiendo todo. La inmobiliaria que me contrató quería visibilidad para sus pisos premium, y claro, qué mejor forma que hablar de que existe esta parte del mercado. Yo pensaba que iba a escribir un texto de relleno y acabé metida en un mundo paralelo donde las casas tienen sala de cine y las duchas tienen cromoterapia.

No es mi mundo, pero existe. Está ahí, y se mueve a buen ritmo. El perfil del inquilino de lujo es muy concreto, pero no tan limitado como imaginamos. Y aunque a mí no me lleguen los ingresos ni para el felpudo de esas viviendas, escribir sobre ellas me recordó una vez más que escribir te obliga a mirar más allá de tu ombligo.

Y al final, esa es una de las cosas que más me gustan de este trabajo.

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