El Rey Medusa. Tomo 1, de Brecht Evens

El Rey Medusa es lo nuevo de Bretch Evens, una orgia visual que nos transporta a una historia sobre la conspiranoia y las relaciones familiares tóxicas. Edita Astiberri.

May 30, 2025 - 17:50
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El Rey Medusa. Tomo 1, de Brecht Evens

Edición original: Le Roi Méduse tome 1 (Actes Sud, 2024)
Edición nacional/España: El Rey Medusa. Tomo 1 (Astiberri, 2025)
Guion, Dibujo y Color: Brecht Evens
Traductor:: Rubén Lardín
Rotulación manual: Juanjo el Rápido
Corrección: Soraya Pollo
Maquetación: Alba Diethelm
Edición: Hêloïse Guerrier
Formato: Cartoné. 280 páginas. 30€

Entre la realidad y la ficción.

«Los Dirigentes, ¿así se llaman nuestros enemigos?»

Muchas veces en el cómic nos encontramos con obras en las que tenemos un apartado visual realmente impactante, pero que, cuando te adentras en su lectura, descubres que estás ante una obra totalmente vacía de contenido. Historias creadas únicamente para que el autor demuestre un virtuosismo vacuo que simplemente son una colección de bellas postales. En algunas ocasiones ilustran guiones mediocres plagados de tópicos y situaciones mil veces vistas y en otras tratan de ser originales y más elevados con historias crípticas y tramposas llenas de misterios impostados, pero que al leerlas te encuentras únicamente con la pretenciosidad de quienes las firman. Sin embargo, a veces te encuentras con autores como el belga Brecht Evens (Hasselt, 1986) capaces de conjugar una historia visualmente impactante y espectacular que se ajuste a lo que demandan unos guiones llenos de contenido y capas, creando tramas que te agarran por la pechera elevando el impacto del dibujo. Algo que ya pudimos ver de forma incipiente en obras como Los entusiastas (Sins entido, 2012) o El lugar equivocado (Sins entido, 2011) y que eclosiono en las posteriores Pantera (Astiberri, 2018) – uno de los cómics más impactantes y sorprendentes de los últimos años- y Jolgorio (Astiberri, 2022). Unas joyas a las que se puede unir la primera entrega de El Rey Medusa, recientemente publicada por Astiberri, que alcanza unas cotas de excelencia excelsa que le han servido para estar nominada como mejor obra del Festival Internacional del Cómic de Angoulême este año.

El Rey Medusa nos cuenta la historia de Arthur, un niño de diez años que vive con su padre tras la muerte de su madre, a través de sus ojos. Un recurso que Evens había explorado ya en la soberbia Pantera, y que potencia su estilo de dibujo que mezcla acuarelas y rotuladores. Un periplo que comienza con su nacimiento y en el que vemos cómo va cambiando su percepción y relación con el mundo según va creciendo, algo que podemos ver en las primeras páginas del cómic destinadas a contar esos años. Unos años en los que vemos las dificultades que tiene para poder comunicarse con su padre, hasta que unos dibujos suyos atraen su atención haciendo que se interese por él y comience a explicarle su visión del mundo que está marcada por unas ideas conspiranoicas en las que forma parte de un grupo que lucha contra unos enemigos muy poderosos que controlan el mundo desde las sombras. Juntos emprenden un exhaustivo entrenamiento para sobrevivir a esa lucha en el que el padre acaba moldeando a su hijo a su imagen y semejanza convirtiéndolo en alguien que desconfiando de todo lo que le rodea y no comprende ninguna de las normas sociales establecidas. Un viaje iniciático del héroe similar al que podemos ver en muchas obras de ficción, pero deformado por las turbulentas ideas del padre y narrado por un niño que es incapaz de discernir si lo que le cuentan es cierto o no. La misma incógnita que sentimos como lectores, ya que el autor belga construya le historia de forma que no sepamos lo que es cierto y lo que es invención. Así que conociendo sus trabajos previos podemos esperar cualquier cosa. Ese juego entre la realidad y la ficción es una de las principales cualidades de esta obra junto con la forma en que refleja la permeabilidad de las mentes de los niños – y no tan niños- a las ideas más locas, algo que vemos casi cada día con expertos en introducir en la actualidad política y social las ideas más absurdas y viles, pero que encuentran quien las siga sin importarles las consecuencias que tengan para todo el mundo.

Como es habitual en los cómics del belga estamos ante una obra que exige al lector y que se aleja de cualquier idea preconcebida que pudiera tener y de cualquier tipo de formula preestablecida de manera que la historia se va transformando con el paso de las páginas, saltando de un género a otro con total naturalidad. Así que pasamos de una historia costumbrista algo siniestra en la que vemos una relación paternofilial muy peculiar, aunque también llena de ternura, a una sobre conspiraciones que deriva hacia una con sabor a cuento de piratas. De esta forma podemos ver como la historia se convierte en un delirante descenso a lo más extraño y bizarro del alma humana, o eso parece porque como ya hemos dicho nunca queda claro si lo que vemos será real o no. Una sensación a la que contribuye el estilo de dibujo de Evens y la aparición de algunos personajes secundarios tan peculiares y mutables en visual como la propia historia con Anémona a la cabeza, algo que también es una de las señas de identidad de las obras de creador de Jolgorio.

Al principio de la reseña hablábamos del enorme despliegue gráfico de El Rey Medusa y es que desde la extraordinaria portada cada página se convierte en todo un goce para un lector que corre el riesgo de quedarse obnubilado con un stendhalazo. A lo largo del cómic nos encontramos con unos dibujos que en lugar de ser un catálogo de la capacidad de Evens para crear imágenes llenas de belleza son la perfectos para transmitir la sensación de caos, locura e incredulidad que sentimos tanto los lectores como Arthur. Algo que consigue gracias a un despliegue de colores vibrante y luminosos, dibujos de estilo infantil que se combinan con otros más elaborados, páginas repletas de personajes de unos diseños alejado de realidad, pero tremendamente expresivos… aunque siempre jugando con las formas y sin repetirse. Una gozada para deleitarse que no es un impedimento para que el cómic tenga una narrativa muy fluida y clara, pero que demanda un lector atento y despierto.


Astiberri hace una edición con una gran calidad en la que hay que destacar el extraordinario trabajo de rotulado de Juanjo el Rápido que consigue integrar cada letra en el dibujo del autor belga. Esperemos que pronto nos puedan traer la continuación de una serie prevista en dos tomos.

Con El Rey Medusa Bretch Evens firma una historia fascinante y absorbente en la que todo el aparente caos está perfectamente medido para epatar al lector con una trama sobre las relaciones paternofiliales, llena de psicosis conspiranoica que nunca deja claro si estamos ante la realidad o el producto de la imaginación. Como siempre con un trabajo gráfico que experimenta con las fronteras del medio para que lo veamos todo con los ojos de protagonista, un niño de diez años.

Lo mejor

• La forma en la que Evens consigue que en ningún momento sepamos si la historia es real o imaginaria.
• El increíble y apabullante despliegue gráfico de cada página.
• Que toda la historia este contada a través de los ojos de Arthur.

Lo peor

• Las enormes expectativas y calidad de este primer volumen hace posible que en las siguientes entregas la historia se resienta al descubrir la realidad tras los secretos que esconde el cómic.