Las agencias de viajes pagan hasta por los accidentes tontos

Ocurrió en Marruecos, pero el absurdo se ha producido en Francia, dieciséis años después. El resultado es que una agencia de viajes ha de pagar más de 68.000 euros por un accidente tonto de un viajero, consecuencia de la legislación europea, fuera de lugar. La historia, conocida ahora por la sentencia judicial, la publicó L’Echo […]

Jun 1, 2025 - 20:45
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Las agencias de viajes pagan hasta por los accidentes tontos

Ocurrió en Marruecos, pero el absurdo se ha producido en Francia, dieciséis años después. El resultado es que una agencia de viajes ha de pagar más de 68.000 euros por un accidente tonto de un viajero, consecuencia de la legislación europea, fuera de lugar. La historia, conocida ahora por la sentencia judicial, la publicó L’Echo Touristique.

Todo empieza el 2 de febrero de 2009, cuando un abogado francés que estaba de viaje en Marruecos sufrió un resbalón en el aeropuerto de Casablanca, al bajar de la jardinera que había empleado para ir del avión a la terminal. Un accidente menor, como tantos otros. El resultado es que se fracturó el tobillo. El abogado viajaba con un paquete de una agencia de viajes, Kalika, con sede en Hauts-de-Seine.

Ya en Francia, acudió al juez, que ordenó un examen médico de la víctima del resbalón. Con esos exámenes, que estiman en un 15 por ciento la reducción de movilidad del viajero, el abogado exige a la agencia que asuma una indemnización. Esta niega que hubiera irregularidad alguna y que miles de viajeros cada día emplean esas jardineras.

El juez le dio la razón a la agencia de viajes aduciendo que el abogado no había probado que el accidente pudiera atribuirse a los servicios que le prestaron.

El caso siguió de instancia en instancia hasta que finalmente fue al Tribunal de Casación en 2022, quien revocó la primera decisión. O sea que hay dos decisiones contradictorias, con lo que el caso vuelve al Tribunal de Versalles que finalmente ha de dirimir. Y es lo que ha hecho. Y declara a la agencia culpable, argumentando que no se preocupó en verificar la seguridad de la jardinera ni del terreno en el que se detuvo. La conclusión es que ha de pagar 68.500 euros a la víctima.

O, en otras palabras, las agencias han de asumir cualquier responsabilidad en cualquier situación porque es evidente que incluso aunque se hubiera comprobado que la jardinera del aeropuerto y el suelo eran firmes, el resbalón pudo haber tenido lugar. Y, en cualquier caso, el juez podría haber encontrado cualquier otra razón peregrina para que pague.