EEUU da a Boeing poder de control de calidad de sus aviones

La Autoridad de la Aviación Civil de Estados Unidos (FAA) ha decidido prorrogar por otros tres años la autorización a Boeing para que expida las certificaciones sobre los diseños de sus aviones y de sus procesos de producción (La crisis en Boeing tiene en vilo a decenas de aerolíneas).

Según publica View from the Wing, un portal online especializado en aviación, la decisión se tomó sin apenas publicidad durante el mes de mayo, permitiendo que Boeing pueda expedir certificaciones en nombre de la FAA. En otras palabras, las funciones de control que tiene el Gobierno, que garantizan que los procesos de fabricación y los diseños garantizan la seguridad, en lugar de llevarlos a cabo funcionarios públicos los hará la propia Boeing y remitirá el informe a la FAA.

La autocertificación no es parte de una degradación de los controles, sino que comenzó a aplicarse en 1956. Es una práctica que tiene lugar en incontables áreas de actividad y en muchos países y no sólo afecta a la aviación. Se trata de que ingenieros –o cualquier otro especialista cualificado– firme y certifique que un proceso o que un nivel de calidad se cumple, sin necesidad de que sea el propio estado quien lo compruebe.

Sin embargo, durante los momentos críticos del desastre de Boeing, se afirmó que una de las razones de la crisis era que el estado había dejado de cumplir su función de control y que había terminado por delegar casi todo en el propio fabricante.

El propio portal americano explica que el primer cliente de Boeing es el gobierno americano (sobre todo por la rama militar). Además, subsidia las ventas del fabricante en el extranjero a través del banco de fomento a las exportaciones, con lo que la relación entre las dos partes es extremadamente estrecha.