Jesús García Calero: «Alcalá de Henares es una ciudad que ha aprendido todas las lecciones de las ruinas»
Dice Jesús García Calero la historia de Alcalá de Henares es como una novela, y la ha contado en su último libro. El periodista y escritor, director de ABC Cultural, presentó su libro 'Alcalá de Henares. Historia entre ficciones', publicado en la editorial Tinta Blanca, dentro de su colección Ciudades Patrimonio de la Humanidad e ilustrado por Paula Varona. El autor conversó con el poeta y columnista de ABC Ángel Antonio Herrera, que antes de empezar la charla glosó muy bellamente el libro. El acto se celebró en la Librería Celama de Madrid, coincidiendo con la Feria del Libro. García Calero recorrió la historia de la ciudad más allá de ser la cuna de Cervantes, su hito capital (casi nada). De hecho, el libro empieza con el primer registro arqueológico de Alcalá de Henares, cuando la ciudad aún no tenía nombre, y llega hasta el presente: de hecho, la narración va y viene del hoy al ayer, y viceversa. «Alcalá de Henares es una ciudad que ha aprendido todas las lecciones que dan las ruinas», afirmó García Calero. Los mármoles romanos, que apenas se ven, fueron importantísimos, pues sirvieron para poner en pie la ciudad visigótica, además de la catedral. Otra muestra: en la Guerra Civil se quemó la iglesia de Santa María, y con sus sillares construyeron un refugio antiaéreo. Todo es allí creación, destrucción, reconstrucción. Hubo tiempo para hablar del mítico Corral de Comedias, que «tiene una pátina inigualable, pues desde principios del siglo XVII se ha estado representando teatro allí casi ininterrumpidamente. Solo paró unos años en el último tercio del siglo XX, cuando fue un cine», explicó García Calero. El corral antiguo lo redescubrieron y reabrieron unos estudiantes, que fundaron luego el teatro Cuarta Pared de Madrid. Otro hito de Alcalá de Henares se produjo tras la desamortización de Mendizábal, que arruinó a una ciudad que se levantaba sobre la universidad y los conventos, fundamentalmente. En 1850, los vecinos decidieron comprar la universidad con su propio dinero, en uno de los primeros y más lúcidos ejemplos del poder de la sociedad civil en España. Gracias a eso la universidad sigue en pie, y en su Paraninfo se entrega, cada año, el premio Cervantes, el más prestigioso de nuestras letras.
Dice Jesús García Calero la historia de Alcalá de Henares es como una novela, y la ha contado en su último libro. El periodista y escritor, director de ABC Cultural, presentó su libro 'Alcalá de Henares. Historia entre ficciones', publicado en la editorial Tinta Blanca, dentro de su colección Ciudades Patrimonio de la Humanidad e ilustrado por Paula Varona. El autor conversó con el poeta y columnista de ABC Ángel Antonio Herrera, que antes de empezar la charla glosó muy bellamente el libro. El acto se celebró en la Librería Celama de Madrid, coincidiendo con la Feria del Libro. García Calero recorrió la historia de la ciudad más allá de ser la cuna de Cervantes, su hito capital (casi nada). De hecho, el libro empieza con el primer registro arqueológico de Alcalá de Henares, cuando la ciudad aún no tenía nombre, y llega hasta el presente: de hecho, la narración va y viene del hoy al ayer, y viceversa. «Alcalá de Henares es una ciudad que ha aprendido todas las lecciones que dan las ruinas», afirmó García Calero. Los mármoles romanos, que apenas se ven, fueron importantísimos, pues sirvieron para poner en pie la ciudad visigótica, además de la catedral. Otra muestra: en la Guerra Civil se quemó la iglesia de Santa María, y con sus sillares construyeron un refugio antiaéreo. Todo es allí creación, destrucción, reconstrucción. Hubo tiempo para hablar del mítico Corral de Comedias, que «tiene una pátina inigualable, pues desde principios del siglo XVII se ha estado representando teatro allí casi ininterrumpidamente. Solo paró unos años en el último tercio del siglo XX, cuando fue un cine», explicó García Calero. El corral antiguo lo redescubrieron y reabrieron unos estudiantes, que fundaron luego el teatro Cuarta Pared de Madrid. Otro hito de Alcalá de Henares se produjo tras la desamortización de Mendizábal, que arruinó a una ciudad que se levantaba sobre la universidad y los conventos, fundamentalmente. En 1850, los vecinos decidieron comprar la universidad con su propio dinero, en uno de los primeros y más lúcidos ejemplos del poder de la sociedad civil en España. Gracias a eso la universidad sigue en pie, y en su Paraninfo se entrega, cada año, el premio Cervantes, el más prestigioso de nuestras letras.
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