Si a Fortes no lo anuncian en todas las ferias que queden sin cerrar, es para quitar el carnet a los empresarios. ¡Qué manera de torear! Así se dice y se hace el toreo. Con pureza infinita, con esa manera de hundir las zapatillas. En el sitio que quema, en el lugar donde los toros embisten sí o sí, como si ese sitio del peligro extremo fuera su hogar. Porque nadie apostaba por Gimotero , salvo el matador. Desentendido salió este segundo, que no prometió nada halagüeño, pero Saúl le vio algo y logró darle celo en su medio viaje. Tanto lo consintió que sacó el fondo noble que tenía, con una serenidad impropia de quien llevaba cuatro años y...
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