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Poeta en prosa: María Luisa Bombal
En una caja en el Archivo de Referencias Críticas de la Biblioteca Nacional de Chile se guardan casi todas las noticias de prensa publicadas en el país sobre ella. Esas noticias y entrevistas que concedió son las principales fuentes de las que se han extraído los pasajes. Escribir como nace la tierra. Una poeta en... Leer más La entrada Poeta en prosa: María Luisa Bombal aparece primero en Zenda.
No esperéis encontrar en este libro un manual de escritura, ni una autobiografía, ni un ensayo literario sobre la obra de una de las más relevantes autoras chilenas del s. XX y, tal vez, más silenciadas. Pero, sin duda, esta pequeña recolección de fragmentos de las reflexiones, que la propia María Luisa Bombal fue desgranando a lo largo de su vida en diferentes entrevistas, lo contiene absolutamente todo. Si alguien aún se pregunta quién es esta escritora, debe saber que esta precursora del realismo mágico latinoamericano, en tanto eslabón con el modernismo, es la autora de las novelas La última niebla o La amortajada, primeras novelas con perspectiva feminista. Por ello, poder aproximarnos a su pensamiento desde su propia voz justifica per se la edición española de Escribir como nace la tierra. Una poeta en prosa por Bamba editorial (2025).
El lugar de la escritura vertebra su existencia y a ella se consagra. Un oficio solitario y doloroso, lento e íntimo: “Los escritores no somos máquinas, no producimos por el mero hecho de producir”. Cada página es fruto de una maduración interna previa a la hoja en blanco donde intenta entregar el secreto escondido de cada escritor, tanto como aquello que la atraviesa, porque su literatura está vinculada a lo personal, esbozada en “Nací con todo lo que escribo”. De alguna manera, María Luisa Bombal desviste el aura de la escritura: las dudas ante la recepción de una obra, la preocupación por su publicación, los proyectos inacabados… ¡Incluso su valía como literata! Temores que asedian a los escritores, a pesar de que nada no hayan publicado: “Mi primo Antonio Bombal, que era muy poeta, muy escritor, pero nunca publicó nada”. Bien podría Álvaro Colomer haberse servido de algunas de las manías mencionadas para su Aprende a escribir: métodos, disciplinas y talentos (Debate, 2025), por ejemplo, su celo y perfeccionismo a la hora de pulir los textos —en ocasiones tan excesivos que debía regresar al original—, que le llevó a dejar el encargo de quemar todo lo que estuviese sin publicar a su muerte, porque temía lo que se pudiera hacer con ello, entre otras.
Más allá de anécdotas y reflexiones en torno al proceso creativo, manifiesta un interés constante por dos aspectos ineludibles para comprender su escritura: por un lado, el enlace entre ética y estética, al tratar de evitar lo feo y desagradable en sus novelas: “Incluso de mis tragedias trato de extraer lo noble y lo bueno. Para poder seguir viviendo necesito que las cosas sean poéticas, hermosas, que tengan corazón”. Por otro lado, la persistencia en su narrativa de la cualidad poética: “Soy una poeta en prosa”. No son pocas las referencias en estas breves páginas a su quehacer poético en lo narrativo, como la búsqueda del ritmo: “Siempre busco un ritmo que se parezca a la marea. La oración es una ola que asciende y desciende y luego vuelve a subir”. Aunque técnicamente no se reconozca a sí misma como poeta —a pesar de que sus primeros escritos fueron poéticos—, sus novelas se construyen con una atmósfera poética, originada en parte por sus prontas lecturas de Paul Valéry, Baudelaire y Verlaine, que leyó durante el tiempo que vivió en París: “Francia me hizo escritora a mí”, allí “mi poesía se convirtió en prosa, pero con alma poética”.
En la medida en que su literatura es indescifrable sin sus vivencias, la segunda parte recorre con cierta cronología comentarios sobre su biografía determinantes en su escritura. No sólo su infancia en Viña del Mar y su llegada a Francia donde pasa su adolescencia y juventud, dedicándose a múltiples artes: actriz, pintora, música… “Todo lo que es arte me toca”, mujer polifacética y curiosa, estudia en la Sorbona, lo que le abre las puertas del mundo intelectual chileno a su regreso y la acoge y defiende también en su incidente dramático-amoroso y su intento de suicidio, marcas indelebles en ella. Se define lúcida e imaginativa (es géminis), con carácter y temperamento, apasionada y violenta… Traba estrecha amistad con Neruda, Borges, Gabriela Mistral, Oliverio Girondo, Victoria Ocampo —su editora—, García Lorca, Josefina de la Cruz, Alfonsina Storni, cuyo cadáver contempló… Las relaciones con estos “poetas mayores” protagonizan esta parte más que su vida familiar en Nueva York durante casi treinta años. Finalmente, opina respecto a los premios literarios, especialmente el Premio Nacional de Literatura, que siempre se le negó, y causó en ella un profundo malestar. No hay desesperanza ni tristeza en su forma de mirar y enfrentar el mundo, sólo la muerte ejerce cierto temblor en su escritura:
Todo cuanto sea misterio me atrae. Yo creo que el mundo olvida hasta qué punto vivimos apoyados en lo desconocido- Hemos organizado una existencia lógica sobre un pozo de misterios. Hemos admitido desentendernos de lo primordial de la vida, que es la muerte.
La religión y Dios se revelan como antídoto ante esa incerteza que puebla la muerte y reside en su narrativa como germen y catarsis. Y no es que el amor, tan significativo en su vida, se halle ausente de estas páginas, es que sus fracasos la empujaron a reconsiderarlo y transfigurar en sus protagonistas femeninas ese deseo, libertad e identidad tan característico de su poética narrativa.
Cuando escribir es la tierra que construye el territorio de la vida, no cabe sino entregarse a esta tarea con la pasión y lucidez que estos extractos de entrevistas revelan. Conocer el enigma y la esencia del impulso creativo, enraizarse en la belleza de la palabra labrada con delicadeza y pulcritud es permitírsenos descubrir su intimidad, desmenuzada en un tiempo ahora condensado. Escribir como nace la tierra. Una poeta en prosa restituye el lugar de María Luisa Bombal en un canon invisibilizador para las mujeres, porque si alguna vez la literatura olvidó su nombre, esta colección de pasajes, que muy acertada y cuidadosamente nos entrega ahora Bamba Editorial, lo rescata con la dignidad que solo unas palabras pueden ofrendar: las suyas propias. Así es como la literatura reescribe su propia historia.
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Autora: María Luisa Bombal. Título: Escribir como nace la tierra. Una poeta en prosa. Editorial: Bamba. Venta: Todos tus libros.
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