«Tengo que cortar…» Sonsoles Ónega tiene que parar a Ana Obregón asustada por lo que estaba a punto de contar
Ana Obregón rompe el silencio sobre Mar Flores, Lequio y un pasado con muchas aristas El pasado, a veces, vuelve a escena sin necesidad de invitarlo. Y eso es lo que ha ocurrido esta semana durante la emisión de ‘Y ahora Sonsoles’, el programa de actualidad que presenta Sonsoles Ónega en Antena 3. La protagonista ... Leer más

Ana Obregón rompe el silencio sobre Mar Flores, Lequio y un pasado con muchas aristas
El pasado, a veces, vuelve a escena sin necesidad de invitarlo. Y eso es lo que ha ocurrido esta semana durante la emisión de ‘Y ahora Sonsoles’, el programa de actualidad que presenta Sonsoles Ónega en Antena 3. La protagonista inesperada: Ana Obregón, quien fue abordada en directo sobre unas declaraciones de Mar Flores en el pódcast ‘La casa de la vecina’, conducido por Nagore Robles.
La modelo, que siempre ha llevado con hermetismo su vida personal, sorprendió al confesar que muchas mujeres la rechazan por temor a que «se ligue a sus maridos». Un comentario que, sin buscarlo, encendió una mecha mediática que conectó con una historia que parecía enterrada: su antigua relación con Alessandro Lequio, quien también fue pareja de Ana Obregón.
La pregunta directa y la reacción de Ana Obregón
Durante el debate del programa, el colaborador Miguel Lago lanzó una pregunta sin rodeos: “¿A ti te pasó no? Porque aquellas fotos de Mar con Lequio, ¿no era tu marido por aquellas?”. La reacción de Ana Obregón fue inmediata y, para muchos, inesperada. Con una sonrisa y sin perder el humor, soltó: “Actualízate, Miguel”.
Acto seguido, la presentadora aclaró: “Yo ya lo había dejado hacía muchísimo con Alessandro”. Y añadió un detalle que dio una vuelta más a la historia: “Entonces Mar salía con Fernando Fernández Tapias, que yo lo adoraba, era como un tío mío porque era gran amigo de mis padres, que en paz descansen”.
Una abogada en plató y una emisión en tensión
Sin embargo, lo que podría haber sido una anécdota más en la televisión del corazón se convirtió en un momento de tensión en directo. Teresa Bueyes, colaboradora habitual del programa y también abogada personal de Ana Obregón, comenzó a hacer gestos desde su asiento para frenar el discurso de su clienta.
La escena no pasó desapercibida. Ana, sorprendida, paró en seco: “Me dice Teresa que no hable del tema”. Sonsoles Ónega, en su papel de moderadora, intentó comprender la situación: “¿Qué no puede hablar Ana? Al fin y al cabo está contando su historia”, intervino también Isabel Rábago, defendiendo el derecho de la actriz a expresarse.
Pero Teresa Bueyes fue tajante: “No puede hablar porque reaviva todo lo que pasó en el pasado del enfado de Cayetano con Mar, y todo eso no se puede hablar”. Un argumento que, lejos de aclarar, añadió más misterio al episodio. Ana, visiblemente confundida, preguntó: “¿Pero qué tiene que ver aquí Cayetano con Mar y Alessandro y conmigo?”
Sonsoles Ónega corta y vuelve: «Te corto el micro»
En un intento por reconducir la emisión, Sonsoles Ónega tomó el control y anunció que debía interrumpir temporalmente el programa para aclarar con Teresa Bueyes los límites del testimonio de su representada. Al regresar, la presentadora advirtió, en tono desenfadado: “Ana García Obregón, sin presión de Teresa Bueyes, que te corto el micro”.
La tensión se disipó y Ana retomó el relato con un giro más amable, dejando atrás los enredos del pasado y compartiendo otra anécdota: su roce con Victoria Beckham en los años en los que David Beckham vivía en Madrid. Según la actriz, la ex Spice Girl “estaba celosa de ella”, lo que desató rumores en la prensa internacional durante aquella época.
Un pasado que vuelve, una historia que persiste
El episodio ha demostrado que, aunque el tiempo pase, ciertas historias siguen vivas en la memoria colectiva del corazón mediático español. Y que, cuando se tocan ciertos nombres —Mar Flores, Lequio, Cayetano, Obregón—, el equilibrio entre lo personal, lo legal y lo televisivo se vuelve delicado.
Lo que está claro es que Ana Obregón sigue siendo una figura capaz de eclipsar cualquier tertulia. Y que, aunque se ría y juegue con la espontaneidad, hay asuntos del pasado que aún requieren manejarse con pinzas, sobre todo cuando hay abogados en plató y cámaras grabando cada gesto.