Sorpresa en Telecinco, abandona ‘Supervivientes’ por incumplirse su contrato: «Prefiero no seguir»

La tensión se palpa más que nunca. A medida que avanza un concurso como Supervivientes, la temperatura emocional no hace más que subir. Los participantes, ya cansados y al límite, empiezan a leer el juego no solo en clave de supervivencia, sino también de popularidad. Saben quién conecta con el público, quién se desinfla y ... Leer más

Jun 3, 2025 - 09:45
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Sorpresa en Telecinco, abandona ‘Supervivientes’ por incumplirse su contrato: «Prefiero no seguir»

La tensión se palpa más que nunca.

A medida que avanza un concurso como Supervivientes, la temperatura emocional no hace más que subir. Los participantes, ya cansados y al límite, empiezan a leer el juego no solo en clave de supervivencia, sino también de popularidad. Saben quién conecta con el público, quién se desinfla y quién podría tener los días contados. Todo ello convierte la playa en un escenario cada vez más impredecible y emocionalmente cargado.

Es en este tramo del reality cuando los roces se vuelven personales y las alianzas se transforman en trincheras. Ya no basta con encender el fuego o pescar algo para la cena: ahora se mide cada palabra, cada gesto, como si pudiera inclinar la balanza del televoto. Los silencios pesan tanto como las declaraciones, y cualquier mínimo gesto se convierte en arma. Esta edición de Supervivientes 2025 ha entrado justo en esa fase crítica donde todo puede romperse en cualquier momento.

Las emociones se desbordan y cada conversación parece una partida de ajedrez, con los concursantes buscando mover ficha sin ser devorados por el tablero. Pero esta semana alguien decidió levantar la voz por encima del juego. Álvaro Muñoz Escassi, hasta ahora más bien prudente, eligió el momento de mayor tensión para lanzar acusaciones directas. Lo que vino después dejó a todo el mundo sin aliento.

Cuando la playa se convierte en campo de batalla.

Escassi estalló ante lo que definió como una situación insostenible. Dirigió sus críticas hacia Anita y Montoya, acusándolos de desentenderse de las tareas del grupo y de exhibir actitudes que él considera inaceptables. Según su versión, todo explotó cuando Pelayo volvió agotado de pescar y se intentó redistribuir las responsabilidades. El intento derivó en una discusión que, según dijo, no se ha mostrado al público en toda su crudeza.

El jinete denunció que hubo una falta de respeto grave y actitudes que cruzaron los límites establecidos por el propio programa. “Me encantaría que se pusieran esas imágenes”, reclamó en directo, lanzando una piedra al tejado de la organización. La afirmación dejó entrever una sospecha: que el reality está editando lo suficiente como para suavizar ciertos episodios. Sandra Barneda intervino para frenar la narrativa, negando que se hubiera producido ningún tipo de violencia.

Pero Escassi no se echó atrás, y su intervención fue subiendo de tono. Afirmó que prefería abandonar antes que continuar participando en lo que él definió como un espectáculo vacío de valores. “Yo aquí ya no encajo”, dijo, con una mezcla de decepción y determinación en el rostro. Lo que parecía una simple discusión se había convertido en una crisis de confianza con el formato.

Lo que no se ve, también cuenta.

El momento más tenso llegó cuando Escassi reveló un supuesto episodio de carácter muy delicado entre Montoya y Anita. Narró que, en presencia de varios compañeros, presenció una escena que, de haberse dado fuera, le habría obligado a intervenir. Describió gestos agresivos y palabras ofensivas que, según él, no deberían tener cabida en ningún contexto. Y lo más grave: aseguró que esas imágenes no se han mostrado.