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Alcaparras: qué son, cómo usarlas en la cocina y qué beneficios tienen
Las alcaparras no son un ingrediente que aparezca en todas las cocinas, pero una vez que les coges el gusto, cuesta no usarlas más a menudo. Tienen un sabor potente y peculiar que da vida a un montón de platos: desde pastas y ensaladas hasta pescados o salsas rápidas. Eso sí, no son para abusar: […] La entrada Alcaparras: qué son, cómo usarlas en la cocina y qué beneficios tienen es un contenido original de PequeRecetas
Las alcaparras no son un ingrediente que aparezca en todas las cocinas, pero una vez que les coges el gusto, cuesta no usarlas más a menudo. Tienen un sabor potente y peculiar que da vida a un montón de platos: desde pastas y ensaladas hasta pescados o salsas rápidas. Eso sí, no son para abusar: un poquito basta. Si no sabes muy bien cómo usarlas o directamente no las has probado nunca, aquí te cuento lo básico para empezar a aprovecharlas como es debido.
¿Qué son las alcaparras?
Las alcaparras son los botones florales sin abrir del arbusto Capparis spinosa, una planta muy resistente que crece en zonas cálidas, sobre todo del Mediterráneo. Se recogen a mano, antes de que florezcan, y se dejan madurar en vinagre, salmuera o sal seca.
Por eso tienen ese sabor tan característico: salado, ligeramente ácido y con un fondo amargo que puede recordar al del pepinillo, pero más concentrado.
Hay distintos tamaños, pero en general las más pequeñas (las llamadas nonpareilles) son más finas y apreciadas. Las más grandes suelen estar más blandas y saben más al líquido de conservación que a otra cosa.
Cómo usar alcaparras en la cocina
Las alcaparras se usan como condimento, no como ingrediente principal. Son ese pequeño toque que cambia por completo el perfil de un plato. Aquí tienes formas sencillas de incorporarlas:
1. En pastas y salsas rápidas
Como en una pasta puttanesca: alcaparras, aceitunas negras, tomate, ajo y, si te gusta, alguna anchoa. También puedes añadirlas a una salsa de tomate casera para darle más personalidad.
2. En platos con pescado o marisco
Van genial con pescado azul (como atún o sardinas), bacalao o salmón. Puedes añadirlas a un tartar o a una vinagreta con limón para servir sobre pescado a la plancha.
3. En ensaladas frías o templadas
Sobre todo si llevan patata, huevo duro, tomate o atún. También puedes ponerlas en una ensalada de legumbres para romper la textura y aportar un contraste.
4. En vinagretas o aliños
Pica unas cuantas alcaparras y mézclalas con aceite de oliva, zumo de limón, mostaza o un poco de ajo. Le da un toque ácido y salado sin tener que echar sal extra.
5. En salsas tipo tártara, gremolata o tapenade
Son un ingrediente base en muchas salsas clásicas. Aportan sabor y textura, y se mezclan muy bien con otras conservas como aceitunas o pepinillos.
Consejo importante:
Lávala siempre antes de usarla. Las alcaparras vienen en vinagre o salmuera, y si no las enjuagas, pueden dominar el sabor del plato. Un aclarado rápido bajo el grifo suele bastar
Propiedades y beneficios de las alcaparras
No son solo un condimento con carácter. Las alcaparras también tienen algunos beneficios interesantes:
- Bajas en calorías: perfectas para dar sabor sin añadir grasas ni azúcares.
- Ricas en antioxidantes, como los flavonoides (rutina y quercetina), que ayudan a proteger las células del daño oxidativo.
- Poder digestivo: su contenido en compuestos amargos estimula la digestión y la secreción biliar.
- Buen sustituto de la sal: por su sabor salado natural, puedes usarlas en pequeñas cantidades para potenciar sabores sin necesidad de salar tanto.
Eso sí, no conviene pasarse: tienen bastante sodio, así que mejor usarlas con moderación si necesitas controlar la sal en tu dieta.
¿Dónde encontrarlas y cómo conservarlas?
Las puedes encontrar en prácticamente cualquier supermercado, normalmente en botes de cristal. Las hay:
- En vinagre: más ácidas y fáciles de encontrar.
- En salmuera: más suaves y equilibradas.
- En sal gruesa: más concentradas, pero requieren un buen enjuague previo y algo de reposo en agua.
Una vez abiertas, lo ideal es conservarlas en la nevera, dentro de su líquido. También puedes guardarlas en seco, bien tapadas, si son en sal. Aguantan bastante tiempo sin problema.
Las alcaparras no son para todo el mundo, pero si te gusta ese punto salado y ácido, pueden marcar la diferencia en muchos platos. Van especialmente bien con recetas mediterráneas, pescados y pastas, pero también funcionan en ensaladas o salsas rápidas. Si tienes un bote por casa y no sabes muy bien qué hacer con él, pásate por nuestra sección de recetas con alcaparras: verás que no es tan difícil encontrarles sitio, desde una sencilla salsa tártara para acompañar pescado, hasta el popular vitello tonnato, o unos espaguetis a la puttanesca ¡tú eliges!:
RECETAS CON
ALCAPARRAS
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