La película francesa que cambió para siempre la animación japonesa. Un cuento de hadas que casi no existió e inspiró a los fundadores de Studio Ghibli

En Japón llevan haciendo anime desde hace más de cien años, aunque se puede decir que la industria cambió para siempre en la década de 1950. Las películas y los cortos de Walt Disney fueron una de las mayores influencias en el país, y también en mangakas como Osamu Tezuka, pero una película de animación francesa fue decisiva para los grandes creadores de anime. La película que casi no existió 'La pastora y el deshollinador' ('La Bergère et le Ramoneur') fue una película francesa estrenada en el Festival de cine de Venecia allá por 1952 y adaptaba a su manera el cuento clásico de Hans Christian Andersen, centrándose en una pastora y un deshollinador. Los dos protagonistas originalmente formaban parte de cuadros, pero cobraban vida y se embarcaban en una gran aventura para escapar de las garras de un malvado rey. En su momento se planteó como una gran superproducción que rivalizaría con la animación americana, pero tras años y años de desarrollo que no parecían terminarse nunca, 'La pastora y el deshollinador' se fue de madre y sus productores se quedaron sin dinero... Así que el director Paul Grimault y su equipo la terminaron como pudieron y la estrenaron a medias, con un quinto de la película sin terminar. "A pesar de la oposición de Grimault, su socio André Sarrut decidió explotar la película antes de que se terminase, con una quinta parte aún sin grabar", escribió el historiador Giannalberto Bendazzi, como recogen desde Animation Obsessive. "Ni las demandas ni las críticas por parte de la prensa y la indignación de los intelectuales pudieron prevenir que se mostrase el filme incompleto". En Espinof 13 películas de animación que ver (al menos) una vez en la vida y que están disponibles en streaming Así que, pese al disgusto completamente comprensible de Grimault, 'La pastora y el deshollinador' dio la vuelta al mundo, y lo hizo con varios cambios de nombre como 'El tirano bizco' dependiendo del estreno. Más tarde el director intentó destruir todas las copias de la película que pudo o guardarlas bajo llave, pero para entonces su cuento ya se había podido ver en Japón y había sido un tremendo bombazo. Vida más allá de Disney 'La pastora y el deshollinador' se convirtió en un clásico instantáneo que fascinó al público japonés, que celebraba que hubiera una película de una calidad así más allá de las producciones de Walt Disney. Y, sobre todo, porque tenía una profundidad emocional y política de la que carecían las películas americanas. 'La pastora y el deshollinador' no era solo para niños, sino que era una obra de arte experimental, con un estilo muy personal que se inspiraba en los movimientos artísticos contemporáneos. Se convirtió en el tipo de animación que buscarían hacer los creativos japoneses, varios de sus fans más entusiastas fueron Hayao Miyazaki e Isao Takahata, futuros co-fundadores de Studio Ghibli. La animación de 'La pastora y el deshollinador' tuvo un gran impacto en Takahata y marcó su camino a seguir como dibujante, aunque su contenido político también influenció el tipo de historias que quería contar en el futuro. En Espinof World Masterpiece Theater, la colección de animes que adaptaban clásicos europeos en la que Hayao Miyazaki dio sus primeros pasos Fue gracias a una película como 'La pastora y el deshollinador' que Takahata decidió prepararse para entrar en Toei Doga, que más tarde daría pie a lo que hoy conocemos como Toei Animation, y el director de 'La tumba de las luciérnagas' la acredita como la película que le hizo querer ser animador. "Cuando vi 'El tirano bizco', sentí la posibilidad de que la animación podía hablar sobre la sociedad y este tipo de ideas. Si no hubiera visto esto, no creo que hubiera hecho el examen para entrar a Toei", dijo años después Takahata. "Por aquel entonces no había video en casa, así que iba al cine y dibujaba diagramas de las habitaciones en la oscuridad. Conseguí pedir prestado el guión a la distribuidora y lo copié entero". Aunque Miyazaki y Takahatano se conocerían hasta años después, los dos descubrieron 'La pastora y el deshollinador' por diferentes vías y se maravillaron con ella. En el caso de Miyazaki, él no llegó a ver la película en sí, pero se quedó impactado con su adaptación a manga. Ahora nos toca a nosotros 'La pastora y el deshollinador' caló entre muchos de los futuros artistas que años después harían piña en el departamento de animación de Toei. Takahata, Miyazaki, y el legendario animador Yasuo Otsuka, que trabajó en series como 'Moomin' o 'Conan, el niño del futuro' y fue un colaborador habitual del dúo. En el equipo de Toei incluso decidieron proyectarla para que todo el departamento pudiera verla al menos una vez: ¡esto es a lo que aspiramos!

Jun 4, 2025 - 02:45
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La película francesa que cambió para siempre la animación japonesa. Un cuento de hadas que casi no existió e inspiró a los fundadores de Studio Ghibli

La película francesa que cambió para siempre la animación japonesa. Un cuento de hadas que casi no existió e inspiró a los fundadores de Studio Ghibli

En Japón llevan haciendo anime desde hace más de cien años, aunque se puede decir que la industria cambió para siempre en la década de 1950. Las películas y los cortos de Walt Disney fueron una de las mayores influencias en el país, y también en mangakas como Osamu Tezuka, pero una película de animación francesa fue decisiva para los grandes creadores de anime.

La película que casi no existió

'La pastora y el deshollinador' ('La Bergère et le Ramoneur') fue una película francesa estrenada en el Festival de cine de Venecia allá por 1952 y adaptaba a su manera el cuento clásico de Hans Christian Andersen, centrándose en una pastora y un deshollinador. Los dos protagonistas originalmente formaban parte de cuadros, pero cobraban vida y se embarcaban en una gran aventura para escapar de las garras de un malvado rey.

En su momento se planteó como una gran superproducción que rivalizaría con la animación americana, pero tras años y años de desarrollo que no parecían terminarse nunca, 'La pastora y el deshollinador' se fue de madre y sus productores se quedaron sin dinero... Así que el director Paul Grimault y su equipo la terminaron como pudieron y la estrenaron a medias, con un quinto de la película sin terminar.

"A pesar de la oposición de Grimault, su socio André Sarrut decidió explotar la película antes de que se terminase, con una quinta parte aún sin grabar", escribió el historiador Giannalberto Bendazzi, como recogen desde Animation Obsessive. "Ni las demandas ni las críticas por parte de la prensa y la indignación de los intelectuales pudieron prevenir que se mostrase el filme incompleto".

Así que, pese al disgusto completamente comprensible de Grimault, 'La pastora y el deshollinador' dio la vuelta al mundo, y lo hizo con varios cambios de nombre como 'El tirano bizco' dependiendo del estreno. Más tarde el director intentó destruir todas las copias de la película que pudo o guardarlas bajo llave, pero para entonces su cuento ya se había podido ver en Japón y había sido un tremendo bombazo.

Vida más allá de Disney

'La pastora y el deshollinador' se convirtió en un clásico instantáneo que fascinó al público japonés, que celebraba que hubiera una película de una calidad así más allá de las producciones de Walt Disney. Y, sobre todo, porque tenía una profundidad emocional y política de la que carecían las películas americanas.

'La pastora y el deshollinador' no era solo para niños, sino que era una obra de arte experimental, con un estilo muy personal que se inspiraba en los movimientos artísticos contemporáneos. Se convirtió en el tipo de animación que buscarían hacer los creativos japoneses, varios de sus fans más entusiastas fueron Hayao Miyazaki e Isao Takahata, futuros co-fundadores de Studio Ghibli.

La animación de 'La pastora y el deshollinador' tuvo un gran impacto en Takahata y marcó su camino a seguir como dibujante, aunque su contenido político también influenció el tipo de historias que quería contar en el futuro.

Fue gracias a una película como 'La pastora y el deshollinador' que Takahata decidió prepararse para entrar en Toei Doga, que más tarde daría pie a lo que hoy conocemos como Toei Animation, y el director de 'La tumba de las luciérnagas' la acredita como la película que le hizo querer ser animador.

"Cuando vi 'El tirano bizco', sentí la posibilidad de que la animación podía hablar sobre la sociedad y este tipo de ideas. Si no hubiera visto esto, no creo que hubiera hecho el examen para entrar a Toei", dijo años después Takahata. "Por aquel entonces no había video en casa, así que iba al cine y dibujaba diagramas de las habitaciones en la oscuridad. Conseguí pedir prestado el guión a la distribuidora y lo copié entero".

Aunque Miyazaki y Takahatano se conocerían hasta años después, los dos descubrieron 'La pastora y el deshollinador' por diferentes vías y se maravillaron con ella. En el caso de Miyazaki, él no llegó a ver la película en sí, pero se quedó impactado con su adaptación a manga.

Ahora nos toca a nosotros

'La pastora y el deshollinador' caló entre muchos de los futuros artistas que años después harían piña en el departamento de animación de Toei. Takahata, Miyazaki, y el legendario animador Yasuo Otsuka, que trabajó en series como 'Moomin' o 'Conan, el niño del futuro' y fue un colaborador habitual del dúo. En el equipo de Toei incluso decidieron proyectarla para que todo el departamento pudiera verla al menos una vez: ¡esto es a lo que aspiramos!

Vamos, que los animadores de la época estaban completamente obsesionados con la película de Grimault, e incluso consiguieron echarle el guante a una copia para estudiar los celuloides y realizar sus propias copias de los personajes.

"Hasta entonces yo solo había oído las leyendas de Paku-san (Isao Takahata) y Otsuka-san. Cogían la película y estudiaban los fotogramas uno a uno usando un proyector. Aparentemente los miraron tanto que la película se rasgó verticalmente", dijo Miyazaki. "No sé si la copia que vi era esa misma, pero estaba en un estado terrible. Le había caído lluvia encima, porque estaba rayada, y se caía a trozos. Sin embargo, pude ver un espacio que era muy interesante".
La Pastorcilla Y El Deshollinador 4

Los escenarios de 'La pastora y el deshollinador' fueron una de las inspiraciones clave para Miyazaki, especialmente su uso del espacio vertical. Hasta entonces, Miyazaki sentía que muchas películas se conformaban con una narración horizontal, pero lo que Grimault había conseguido con su película hizo que el mundo animado se sintiera mucho más real.

Así que los futuros fundadores de Studio Ghibli se empaparon a lo grande de la obra de Grimault. Estudiaron la expresividad de los personajes, sus movimientos, sus reacciones, la manera en que se desplazaban por el espacio, la forma en que la cámara explotaba cada ángulo... Entre 'La pastora y el deshollinador' y el film ruso 'La reina de las nieves', el equipo de animadores creó su propia biblia a seguir como animadores.

"Al final, creo que la mayor influencia que recibimos de Grimault fue dar a los personajes una presencia y un espacio. Crear trabajos que no solo fueran "cosas de niños", sino que tuvieran un fondo y unas dimensiones sociales", dijo Takahata.

Años después, Grimault trató de rescatar 'La pastora y el deshollinador'  y terminarla con el nuevo nombre de 'El rey y el ruiseñor', pero a Miyazaki y Takahata no les entusiasmó y preferían la versión original pero incompleta. Eso sí, no renegaron de la nueva versón porque "sería como renegar de Grimault", y cuando 'El rey y el ruiseñor' se estrenó en Japón en los años 2000, desde Studio Ghibli se convirtieron en sus principales abanderados para promocionarla.

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La noticia La película francesa que cambió para siempre la animación japonesa. Un cuento de hadas que casi no existió e inspiró a los fundadores de Studio Ghibli fue publicada originalmente en Espinof por Mariló Delgado .