Veneno de Al Ewing y Ram V Parte 2
Segunda entrega de nuestro repaso a la etapa de Veneno escrita por la pareja de guionistas formada por Al Ewing y Ram V.



Edición original: Venom #6-10 (Marvel Comics, 2021-2022)
Edición nacional/España: Veneno #6-10 (Panini Cómics, 2022)
Guion:Al Ewing, Ram V.
Dibujo: Bryan Hitch.
Entintado: Andrew Currie, Wade von Grawbadger, Andy Owens.
Color: Alex Sinclair, Peter Pantazis.
Formato: Grapa. 24-32 páginas. 3-3,5 €
NADAR A CONTRACORRIENTE
«El tiempo es extraño en El Jardín.»
Segunda entrega de nuestro repaso a la etapa de Veneno escrita por la pareja de guionistas formada por Al Ewing y Ram V. En la reseña anterior cubrimos el inicio de esta nueva era para el simbionte y fuimos testigos de toda una declaración de intenciones por parte de los dos autores. Estamos ante una historia que desborda ambición y que es exigente con el lector, para la cuál existe un reparto claro de las responsabilidades. Mientras que V se encarga de los números centrados en torno a Dylan Brock, Ewing hace lo mismo con aquellos centrados en torno a Eddie, sin embargo, esta tanda de números nos demuestra que no se puede pensar en estas dos ramas como partes independientes sino como dos caras de una misma historia.
La vida de Dylan se ha puesto patas arriba, después de que pareciera recibir mensajes de varias versiones de su padre se ha dado a la fuga y cuando por fin iban a reunirse Eddie ha explotado por los aires. La Fundación por la Vida capturó y torturó a Dylan con el objetivo de forzar a Veneno a evolucionar hasta que un misterioso Eddie formado por una amalgama de varios simbiontes le libera de su prisión y ahora se encuentra refugiado en un bar propiedad de un viejo líder de una banda de moteros que ya vio pasar sus días de gloria. Por su parte, Eddie despertó en El Jardín, un bosque de simbiontes durmientes habitado por los Reyes de Negro del futuro que no hace más que plantear nuevas preguntas para Eddie. Mientras tanto Meridius, el aparente líder de El Jardín, guarda muchos secretos acerca del futuro de los Brock.
El guion en esta tanda me ha parecido algo irregular. Comparando con otros trabajos de V aquí se le nota más incómodo y fuera de su elemento, la trama particular de Dylan es sin duda la menos inspirada de la obra y lidia con tangentes que tienen poco impacto para la narrativa global del título. Aún así, son números disfrutables y sigue habiendo una excelente labor de sincronización y sinergia entre los dos guionistas. Por su lado, Ewing irrumpe en la serie con mucha fuerza. Si en la reseña anterior comentaba que la narrativa se desarrollaba con confianza en esta tanda queda demostrado, las incontables piezas que habían sido puestas en movimiento en los primeros compases van poco a poco colocándose en su sitio y aunque estamos lejos de poder ver la imagen completa resulta muy satisfactorio cómo la trama cobra sentido según avanza la lectura.
En lo gráfico continuamos teniendo a Bryan Hitch, con tintas de Andrew Currie y aportaciones de Wade von Grawbadger y Andy Owens y colores de Alex Sinclair con aportaciones de Peter Pantazis. El artista británico es consistente en casi todas las páginas, a todos los efectos. Tengo la sensación de que por el momento sus virtudes se dejan ver mejor en las escenas que siguen a Dylan y tienen lugar en la Tierra y en ambientes que resultan más familiares, mientras que la epopeya en la que Ewing ha embarcado a Eddie es quizá más exigente con el artista. Este es sin duda el caso para los coloristas, la paleta de colores es bastante sobria y poco saturada y llega a sentirse algo limitada en alguna de las páginas que plasman El Jardín.
En definitiva, una tanda de números sólida que continúa con las ambiciosas ideas de su predecesora. Aunque al principio pueda parecer que los autores han levantado un poco el pie del acelerador pronto nos damos cuenta de que no es el caso, el rompecabezas va resolviéndose poco a poco al tiempo que aparecen nuevas piezas. Quizá un estilo gráfico diferente o algo más versátil que el de Hitch pudiera realizar una mejor presentación de todas las ideas que aquí se proponen, pero lo cierto es que el británico cumple y sabe darnos momentos de espectáculo. V y en especial Ewing hacen en estos números nuevas promesas de cara al futuro y veremos si han llegado a buen puerto.
Lo mejor
• Ver un plan ambicioso en ejecución.
Lo peor
• La paleta de colores utilizada puede resultar limitante.