La plaga, de Juan Gallego y Javier Gallego

En La plaga Juan y Javier Gallego nos invitan a un viaje por los rincones más oscuros del alma de un protagonista que sufre problemas mentales para denunciar un problema que sigue invisibilizado. Edita Reservoir Books.

Jun 3, 2025 - 09:20
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La plaga, de Juan Gallego y Javier Gallego

Portada La plaga de Juan Gallego y Javier Gallego

Edición original: La plaga (Reservoir Books, 2025)
Guion: Javier Gallego
Dibujo: Juan Gallego
Formato: Cartoné. 128 páginas. 24,90€

La plaga silenciada.

«Volver atrás para ver dónde me perdí.»

En 2018 Reservoir Books publicó el cómic Como si nunca hubieran sido en el que se abordaba el terrible drama humano de los refugiados que mueren ahogados en el Mediterráneo en su intento de buscar un futuro mejor. Los autores del cómic eran el periodista, escritor, músico y director del programa Carne Cruda Javier Gallego y su hermano Juan Gallego, pintor y dibujante, que debutaron en el medio con este magnífico y comprometido trabajo por el que ganaron el premio Entender el presente en el Festival Splash de Sagunt. Se trataba de un trabajo nada complaciente y con un aspecto visual impactante que dejaba ver a una pareja creativa destinada a regalarlos cómics de lo más interesantes y que se alejan de los parámetros más habituales de la industria. Si bien hemos tenido que esperar siete años para poder comprobarlo con La plaga, también publicado por Reservoir Books. En esta nueva colaboración han confirmado todo lo que se apuntaba en ese debut y no encontramos ante un cómic que aborda temas como la soledad no deseada o los problemas de salud mental. Dos problemas que sufren muchas personas, pero que son bastante difíciles de detectar y que no parecen ser prioritarios para una sociedad que cada vez mira más su propio ombligo sin levantar la cabeza para ver lo que pasa por la mente de su vecino. Una paradoja puesto que vivimos en un mundo hiperconectado, pero que también está cada vez más deshumanizado y falto de empatía.

En La plaga los hermanos Gallego nos cuentan la historia de Pedro, un hombre soltero de cuarenta años, que lleva una vida metódica y solitaria centrado en su trabajo como arquitecto. Una existencia gris y alienada que se empieza a derrumbar cuando descubre una plaga de gusanos en su despensa. Un suceso que se cuela en sus sueños y le obliga a enfrentarse con sus miedos y a revisar su pasado, de forma que se trastoca por completo una vida en la que no tiene ningún tipo de red de apoyo, ni familiar ni social, por diferentes circunstancias y por su propio rechazo a relacionarse.

A diferencia de lo que nos encontrábamos con la reciente Segmento que abordaba temas similares desde un punto de vista algo naif, en La plaga nos encontramos con un recorrido por los lados más oscuros y turbios de la mente del protagonista. Un viaje al que nos transportan los dibujos de Juan Gallego que van mutando y cambiando de estilo, pero no por intentar demostrar los buenos que es, si no para reflejar todo lo que va sintiendo Pedro que termina por caer en una espiral de difícil salida. A través de sus sueños y recuerdos vemos como ha dejado que la vida le atropelle incapaz de seguir un ritmo propio para evitar que le engulla la oscuridad. Una oscuridad en la que nos introducimos por completo gracias a la capacidad de los autores para transportarnos a los recovecos más íntimos y escondidos de la mente de Pedro a través de las imágenes y palabras.

No estamos ante una historia de buenos y malos, ya que las causas de la depresión de Pedro, como sucede con la de cualquiera, son difíciles de identificar. En su caso aparecen apuntar hacia una soledad no buscada, el autoaislamiento junto con la presión y autoexigencia de un trabajo absorbente…, aunque es difícil discernir entre las causas y las consecuencias. Pero sí que vemos como la exigencia por conseguir el éxito que le marca la sociedad, a él y a todos, le empuja hacia el abismo en lugar de socorrerle. Un sistema cruel e inhumano que está representado por los gusanos que ve Pedro que terminan por invadir toda su existencia

Pese a lo que pueda parecer por la oscuridad que emana el cómic, en el fondo esconde un mensaje positivo y trata de hacernos ver lo importante que son para nuestra salud mental las redes de apoyo que construimos. Unas relaciones que hay que cultivar y tratar que no se vean alteradas por las vicisitudes de la vida que nos hacen alejarnos de las personas que queremos, algo que muchas veces es inevitable tras una ruptura sentimental, pero que no debería serlo en las relaciones de amistad que no tendríamos que dejar languidecer hasta convertirnos en extraños. También sirve para recordarnos que no podemos ser actores secundarios de nuestra podría vida dejando que la protagonicen el trabajo, la rutina o las personas con las que la compartimos. Hay que dejar siempre una parte de nuestra vida a algo que nos ilusione, nos llene y nos haga soñar, ya sea descubrir nuevas culturas, vibrar con un concierto o disfrutar de un buen cómic. Cualquier cosa con tal de no ser un muerto viviente que se comporta como un autómata sin sueños ni esperanzas y que solo existe para trabajar. Leyendo el cómic resulta muy difícil no sentirse identificado con algunas de las cosas que vemos en mayor o menor medida, pero hay que atreverse a vivir.

Con La plaga Juan y Javier Gallego abordan con realismo y crudeza temas que siguen siendo tabú en nuestra sociedad, pese a que cada vez se está visibilizando más. Un cómic exigente con el lector pero que es de esos que se quedan grabados en la memoria gracias un guion muy bien medido y que nos arrastra hacia un lugar sombrío. Un viaje extraño y perturbador que el dibujo refleja perfectamente.

Lo mejor

• La inmersión en la mente de Pedro.
• Los cambios de estilo del dibujo en función de las necesidades del guion.
• La portada.

Lo peor

• La salud mental sigue siendo tabú.