La escritora inagotable
Rosa Chacel, a pesar del complejo exilio que vivió en soledad, construyó una de las obras más representativas de la literatura española del siglo XX. La autora de 'Barrio de Maravillas' fue reconocida con el Premio Nacional de las Letras en 1987. La entrada La escritora inagotable se publicó primero en Ethic.

El reconocimiento de la escritura de Rosa Chacel ha sido bastante desigual y cambiante: si bien parecía que, poco a poco, lo obtenía tras su exilio en Brasil y Argentina durante la Guerra Civil y la dictadura franquista, volvió a decaer después de su muerte. Sin embargo, editoriales como Lumen y Seix Barral han decidido recuperar sus obras más emblemáticas, como Barrios de Maravillas o Desde el amanecer. Además, en junio se publica una nueva edición de sus Diarios, esta vez recogidos en un solo volumen.
A partir de la biografía Íntima Atlántida: Vida de Rosa Chacel de Anna Caballé, que acaba de publicar Taurus, nos adentramos en la vida de una de las mujeres más adelantadas a su tiempo.
Inicios y vida en Madrid
Rosa Chacel nace en el seno de una familia burguesa a principios de verano en 1898, en Valladolid. Entre los familiares de Rosa Chacel destaca José Zorrilla, poeta y autor de Don Juan Tenorio, que fue su tío abuelo. Sus padres, junto a la autora, hija única, se trasladaron a Madrid en 1908, al barrio de las Maravillas. Años después, en 1915, empieza a estudiar en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando a pesar de no haber tenido formación escolar, donde conoce a su futuro marido, Timoreo («Timo») Pérez Rubio, que se encargó de ser uno de los responsables del traslado de los fondos del Museo del Prado durante la Guerra Civil junto a María Teresa León. En el año 1918 abandona los estudios para centrarse en su carrera literaria, colaborando con Revista de Occidente —bajo la dirección de su maestro Ortega y Gasset— y Hora de España. Según la biógrafa Anna Caballé, durante estos años «se sentía una intrusa que no lograba dar con la clave adecuada para integrarse plenamente en el círculo al que legítimamente pertenecía».
Rosa Chacel se exilia junto a su marido durante la Guerra Civil en ciudades como París, Roma, Salónica o Río de Janeiro
Después de su boda y de tener a su único hijo, Carlos, Timo Pérez y Rosa Chacel se mudan la capital de Italia puesto que le conceden a él una beca en la Academia de España en Roma. Durante la estancia en la ciudad italiana escribe Estación. Ida y vuelta entre 1922 y 1927, su primera novela, con un gran trasfondo filosófico y ensayístico. Pero no recibe la atención que la autora pensaba que conseguiría.
Empieza a escribir su siguiente novela en 1930, Teresa. Unos años más tarde, Rosa Chacel se exilia junto a su marido durante la Guerra Civil, al igual que otros intelectuales de su época como Luis Cernuda y María Zambrano: primero vagan por ciudades como París, Roma o Salónica. Al final deben partir del continente europeo hasta Río de Janeiro, Brasil, donde llegan en junio de 1940.
El solitario exilio
En el exilio empieza a publicar sus siguientes novelas, aunque no llegan a España hasta décadas más tarde. Su segundo libro, Teresa, lo publica con ayuda de Gabriela Mistral, después de haber llegado al que parecería su destino final de su exilio: Buenos Aires, Argentina. Allí construye una carrera literaria excelsa (publica también Memorias de Leticia Valle en 1945) y se reencuentra con otros exiliados. Durante estos años se dedica a traducir, sobre todo del francés, obras como La peste de Albert Camus, Reunión de familia de T. S. Eliot y Herodías de Mallarmé.
Sin embargo, su vida se divide entre Buenos Aires y Brasil, se separa de su marido (quien lleva una vida paralela con quien sería su pareja hasta su muerte, Léa Pentagna) y le lleva a una situación precaria al tener que mantenerse como madre soltera, hasta el punto de pensar en el suicidio como posible opción.
A pesar de ello, recibe en 1959 una beca de la Fundación Guggenheim que lleva a cabo durante una estancia en Nueva York hasta 1961. Durante esos años publica La Sinrazón en Buenos Aires, en 1960. Y en 1961 volvería a España solo de visita, puesto que no regresaría definitivamente hasta 1974.
Regreso a España
No vuelve a publicar novelas hasta que vuelve a España, aunque sigue escribiendo y publicando cuentos durante el exilio. Gracias a una beca de la Fundación Juan March consigue dinero para poder escribir una de las obras que más reconocimiento darán a la autora: Barrio de Maravillas. La novela, de marcado carácter autobiográfico, se publica en Seix Barral en 1976 y recibe ese mismo año el Premio de la Crítica.
La escritora consigue reconocimiento en España con su obra ‘Barrio de Maravillas’
A partir de la publicación de Barrio de Maravillas, Rosa Chacel consigue una relevancia meritoria en España. Sin embargo, esta relevancia no es acorde a su situación económica: en 1984 se plantea volver a Río de Janeiro, porque no puede vivir sola por su edad y necesitaría estar acompañada de su hijo. Tras varias quejas públicas, sobre todo de amistades como Clara Janés, consigue una ayuda del Ministerio de Cultura de dos millones de pesetas. Ese año publica Acrópolis y Ciencias Naturales en 1988, que terminan la trilogía Escuela de Platón
Durante los últimos años de su vida fue finalista del Premio Nacional de Traducción en 1985 con Seis tragedias de Jean Racine, que contaba con un prólogo de Roland Barthes. Asimismo, ganó el Premio Nacional de las Letras en 1987 y el Premio Castilla y León de las Letras en 1990.
Muere en 1994, a los 96 años, después de una vida dedicada a la escritura; a pesar de la soledad que a veces la acompañaba, a pesar de ser una mujer que, adelantada a su tiempo, decidió apostar incansablemente por su vocación.
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