Las comentada reacción de una periodista italiana al escuchar a Luis Enrique hablar de su hija Xana

El triunfo de Luis Enrique. Luis Enrique Martínez, exjugador de élite y actual técnico del Paris Saint Germain, ha vivido uno de los momentos más significativos de su carrera deportiva. A sus 55 años, ha vuelto a conquistar Europa desde el banquillo, esta vez con el club parisino. Pero detrás del éxito deportivo se esconde ... Leer más

Jun 1, 2025 - 22:45
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Las comentada reacción de una periodista italiana al escuchar a Luis Enrique hablar de su hija Xana

El triunfo de Luis Enrique.

Luis Enrique Martínez, exjugador de élite y actual técnico del Paris Saint Germain, ha vivido uno de los momentos más significativos de su carrera deportiva. A sus 55 años, ha vuelto a conquistar Europa desde el banquillo, esta vez con el club parisino. Pero detrás del éxito deportivo se esconde una historia profundamente humana que ha conmovido al mundo entero.

Con una carrera marcada por títulos y grandes gestas, Luis Enrique ha añadido una nueva página dorada a su trayectoria al coronarse campeón de la Champions League. Lo que hizo aún más especial esta victoria fue su motivación personal, profundamente ligada a su historia familiar. El PSG no solo ganó el torneo; lo hizo de manera arrolladora, venciendo al Inter de Milán con un impactante 5-0.

La figura de Xana, su hija fallecida en 2019 a los nueve años a causa de un osteosarcoma, estuvo muy presente en cada instante del partido. “Tengo un recuerdo increíble porque le gustaban mucho las fiestas y estoy seguro que donde esté sigue haciendo fiestas”, contaba Luis Enrique hace unas semanas, anticipando su deseo de brindarle el título.

Un gesto que dice más que mil palabras.

Al término del encuentro, el entrenador se quitó la camiseta oficial para lucir una con el logotipo de la ‘Fundación Xana’. En ella, un dibujo reproduce una imagen imborrable: la de Luis Enrique y su hija celebrando en la final de Berlín, años atrás. No hizo falta ningún discurso: el símbolo hablaba por sí solo.

Esa imagen también apareció en las gradas, donde los aficionados del PSG desplegaron una enorme pancarta con Xana abrazada a su padre, sosteniendo una bandera. La emoción traspasó el estadio cuando la hija mayor del técnico, Sira Rodríguez, compartió en redes sociales fotos de seguidores con camisetas en las que se leía el nombre de su hermana. “Ha sido muy emocionante ese detalle de los aficionados con mi familia. Pero no necesito ganar una Champions ni un partido para recordar a mi hija”, subrayó el entrenador.

Desde que Xana partió, su familia ha convertido el duelo en una fuente de energía vital. “Se trata de focalizar todo lo bueno que vivió nuestra hija con nosotros y sacar lo positivo de lo negativo”, dijo Luis Enrique en la rueda de prensa posterior. La suya no es una historia de pérdida, sino de permanencia.

Una familia que celebra con el corazón lleno.

En la grada, su esposa Elena Cullell y sus hijos Sira y Pacho vivieron la victoria con la misma intensidad que él. Sira, muy activa en redes, compartió una imagen de su madre con una camiseta que decía “Xana” y el número 9, el número de su hermana.

Minutos después, los cuatro se reunieron en el césped para celebrar el título. Entre abrazos y lágrimas, dejaron una imagen que quedará en la memoria colectiva: la de una familia unida no solo por la sangre, sino también por la resiliencia.

Una emoción que traspasó fronteras.

El homenaje no pasó desapercibido. “Se celebró en el cielo”, tituló el diario Marca, sintetizando el sentir generalizado. Cada logro desde entonces se ha convertido en una forma de recordar y honrar a Xana, cuya ausencia se ha transformado en impulso.

Uno de los momentos más conmovedores lo protagonizó la periodista italiana Federica Masolin, quien no pudo contener el llanto al escuchar al técnico español. En su intervención, Luis Enrique cerró con una frase que tocó el alma de todos los presentes: “Se vive, se muere, todo lo demás se ve después. Xana siempre está conmigo; ganemos o perdamos, nada cambia y estoy feliz de haberlo vivido”. Una victoria, sin duda, con eco eterno.