Benengeli 2025, escribir con los cinco sentidos desde los cinco continentes
Más de cien invitados participaron en este encuentro híbrido, que ha tenido como comisario en la presente edición al escritor español José Manuel Fajardo y que tuvo como tema central la frase “Escribir con los cinco sentidos”, una mirada amplia a lo que significa la percepción humana y su utilización dentro del espacio literario. Desde... Leer más La entrada Benengeli 2025, escribir con los cinco sentidos desde los cinco continentes aparece primero en Zenda.

El viernes 30 de abril concluyó Benengeli 2025, el festival literario del Instituto Cervantes que recorre los 5 continentes. Encuentro literario que en esta oportunidad incluyó los centros de Sídney, Seúl, Budapest, Bruselas, París, Bucarest, Mánchester, Madrid, Túnez, Sao Paulo, Brasilia y Belo Horizonte; y que tuvo como ciudades invitadas a México DF, Santo Domingo y Caguas.
Más de cien invitados participaron en este encuentro híbrido, que ha tenido como comisario en la presente edición al escritor español José Manuel Fajardo y que tuvo como tema central la frase “Escribir con los cinco sentidos”, una mirada amplia a lo que significa la percepción humana y su utilización dentro del espacio literario. Desde Sídney, la autora argentina Mariana Enriquez acotó que nada le produce más miedo que la incertidumbre contenida en las narraciones orales, a la vez que explicó la importancia de los fantasmas dentro de su obra. También reveló que desconoce la razón de su gran éxito internacional, pero considera que ella trabaja géneros como el horror y lo fantástico que tienen muchos más lectores de los que el mundo cultural se atreve a aceptar. Por su parte, Santiago Gamboa ofreció desde Seúl pistas sobre los elementos que configuran su trabajo narrativo y confesó que, por su manera de trabajar la escritura, tiene la sensación de que sus novelas ya existen en un lugar remoto y que él como escritor solo debe reencontrarlas. En Madrid, los autores Ignacio Martínez de Pisón y Elvira Lindo dialogaron sobre los elementos sensoriales que conforman sus obras narrativas. La reconocida autora española recordó paisajes de su infancia y adolescencia que han conformado parte de su escritura, en una búsqueda de contemplar el pasado desde una mirada tierna, ajena a la crueldad, e Ignacio Martínez de Pisón lanzó una provocadora interrogante al decir: “La pregunta a un escritor no es ¿por qué has escrito sobre tus padres? La pregunta debería ser ¿por qué hay escritores que no han escrito sobre ellos?”. Por su parte, el público de Bucarest pudo disfrutar de las intervenciones de Pablo Gámez y Gracia Morales sobre la relación de los sentidos de la creación, a la vez que asistieron a lecturas dramatizadas de sus obras teatrales. Del mismo modo, en Bruselas, la participación de autoras como Elvira Navarro, Ariadna Castellarnau y Mercedes Abad puede resumirse en las palabras pronunciadas por esta última cuando afirmó: “La vida no es lo que vivimos, son todas las posibilidades que hemos imaginado y pudimos haber vivido”. En el caso de Mánchester, Xesús Fraga manifestó que los sentidos son voluntarios e involuntarios y lo que suele incorporarse a la obra es el encuentro con lo inesperado y lo oculto, por eso en su trabajo con espacios como el río Miño ha logrado captar las memorias de un paisaje rural, recientemente desaparecido. De igual manera, Cebrián acotó que cuando viajamos llevamos puesta una mochila de prejuicios, miedos, asombros y que la literatura se sostiene sobre esta última capacidad. Expresó también su curiosidad sobre cómo será la orientación de las generaciones literarias que se relacionan con lo real a través de la tecnología. Eugenia Rico desde Budapest afirmó: “La palabra es un sacramento de muy difícil administración. Por eso festivales como Benengeli, que rompen la frontera de la palabra, abrazan los otros mundos posibles que viven en los pronombres y se bañan en los sustantivos”, y el autor Félix J. Palma expresó su gratitud por participar en este encuentro mundial, y del mismo modo acotó que esa gratitud se extendía a ese sexto sentido que tal vez configura la literatura. En Túnez, Lara Moreno manifestó: “Escribir es estar en alerta, poner los sentidos al servicio del fuego. Un juego, un gozo, una herramienta de salvación”. El premio de la crítica en España, Raúl Quinto, subrayó: “En literatura hay que contar lo que nunca se ha contado, y para escribir y leer desde los cinco sentidos la clave es la poesía”. Desde Belo Horizonte, la narradora y poeta argentina Teresa Arijón, cuyo libro La mujer pintada ha sido traducido al portugués, reiteró las sinuosidades de la mirada y la pintura, sinuosidades desde las que históricamente se desarrollaron relaciones de poder entre quienes contemplaban los cuadros y quienes solo posaban para ellos. Desde ciudades como Brasilia, Ciudad de México y Santo Domingo, también voces destacadas de la literatura reciente como Dolores Reyes, Inés Bortagaray, Fran Báez y Soledad Álvarez compartieron sus certezas y perplejidades sobre la conexión que puede establecer la literatura con los sentidos de la percepción humana. Desde Sao Paulo, por su parte, la cubana Martha Luisa Hernández Cadenas, el boliviano Gabriel Mamani Magne y el ecuatoriano Juan Pablo Castro aportaron su visión al palpitante tema de la pérdida analítica de los sentidos, lo que Castro resumió subrayando que las formas sensoriales de acercarse contienen al menos tres planos: el académico, el ciudadano y el poético. Finalmente, en el último evento de Benengeli 2025, desde Caguas, Puerto Rico, Mayra Santos Febres comentó que su sentido primordial es el tacto, la búsqueda de las texturas y el desarrollo de la sinestesia como una parte del universo del Caribe. Por su lado, Huáscar Robles refirió que su relación con lo literario surge de la relación de su escritura con los espacios de lo musical, y al referirse al tema de la identidad comentó que en su caso busca el momento en que los personajes rompen con las trampas y límites que imponen los procesos ideológicos.
SECCIÓN DIGITAL
Pero la red tejida esta semana alrededor de la literatura en español también se extendió al mundo virtual. Los canales de los doce centros cervantinos y de la sede central del Instituto estrenaron contenidos preparados especialmente para el festival por varias de las voces más representativas de la actualidad.
A Sídney le correspondió inaugurar con la intervención de Marta Robles, quien ofreció detalles sobre la construcción de su personaje el detective Roures. Nuria Barrios leyó fragmentos de su libro Amores patológicos y comentó que todavía le asombra que sigan resultando tan perturbadoras las voces de las mujeres cuando hablan del deseo. Seúl, por su parte, estrenó intervenciones de Michelle Roche Rodríguez, quien definió algunas claves de su novela Malasangre, a la vez que asomó los elementos sensoriales que configurarán su próximo trabajo, sostenido en las voces paranormales que logra atrapar su personaje. Del mismo modo, Miguel Munárriz afirmó que la historia de un libro es también una metáfora de la vida y de sus extensiones emocionales. El Cervantes de Mánchester contó con la participación del autor peruano Raúl Tola, que reflexionó sobre su novela La favorita del Inca, un policial histórico construido alrededor de la mascaipacha, una suerte de corona realizada con una cinta que era un objeto representativo del poder y de sus ambiciones. Por su parte, Bucarest tuvo la intervención de Antonio Jiménez Barca, narrador que acotó que el sexto sentido es la memoria y que a partir de ella se encuentra trabajando en un proyecto de novela situada en el año 1979, y el canal del centro de Budapest nos permitió disfrutar del novelista mexicano Andrés del Arenal, cuya novela Jusepe es una reconstrucción lírica del pintor El Españoleto. Túnez reprodujo las opiniones de Víctor Claudín. que recuperó la exacerbación sensorial de su obra literaria con vistas a lograr una experiencia de totalidad en los lectores, y del mismo modo, el crítico Carlos Sandoval realizó un repaso sobre grandes obras de la literatura en español que han trabajado a partir de la preponderancia de un sentido sobre el resto. El Cervantes de Sao Paulo contó con Mariana Torres, que subrayó lo sonoro como lo más resaltante de su trabajo narrativo, y en Brasilia la poeta e investigadora española Selena Millares desarrolló una hermosa disertación sobre la idea de la lámpara como objeto de iluminación, como metáfora del cuerpo amado o de las páginas de la escritura. Finalmente, el Cervantes de Belo Horizonte estrenó la microcharla del narrador y músico Andrés Pérez Perruca, quien con desenfado hizo un repaso a su libro Vida de un pollo blanquecino de piel fina, una suerte de volumen de cuentos, de novela fragmentaria, de memoria sobre la trayectoria musical del mítico grupo El Niño Gusano, del cual este autor formó parte en los años noventa.
Una entrevista de María José Bruña a la destacada autora Gioconda Belli fue difundida por el Cervantes de París, una conversación en la que la escritora reveló que el paisaje nicaragüense ha sido fundamental en su escritura y en su percepción de la existencia como lugar para la fragilidad y la despedida. Impagable resultó también el diálogo que sostuvo Alberto Manguel con José Manuel Fajardo, conversación en la que Manguel reveló que la totalidad de su escritura es un diálogo continuo con su ejercicio de lector.
Sao Paulo, Brasilia y Belo Horizonte permitieron disfrutar de las semblanzas que el narrador peruano Fernando Iwasaki desarrolló sobre las estrategias sensoriales de autores como Jorge Luis Borges, Margo Glantz y Horacio Castellanos Moya.
La sección Benengeli en la radio, transmitida desde Madrid, pero producida por el trabajo en red para Benengeli de programas radiales y pódcast desarrollados desde ciudades como Bogotá, Caracas, Lima, Sevilla, Madrid, San Juan de Puerto Rico, Panamá, Nueva York, Buenos Aires y Santo Domingo, contó con jugosas intervenciones, entre las que, para solo destacar algunas, puede citarse la de la autora Lola López Mondéjar quien afirmó que el mundo digital está transformando la relación sensorial de los humanos hasta empobrecer su capacidad narrativa y reflexiva. Por su parte Carmen Verde Arocha, una de las voces principales de la poesía actual hispanoamericana reflexionó sobre la presencia del río de su infancia dentro de su escritura y reveló el modo en que esta corriente de agua adquiere la carga del mito. Gustavo Faverón Patriau, autor aclamado gracias a su reciente novela Minimosca, asomó detalles de su próximo libro, un volumen marcado por la soledad y el silencio de sus personajes. La puertorriqueña Helena Sampedro acotó que su narrativa intenta revelar el lado más penumbroso de la realidad boricua, oculto normalmente por la visión idílica de lo caribeño. El narrador John Jairo Junieles confesó que la lectura se convirtió en un modo de relacionarse con su abuelo ciego, al que le leía noticias durante la niñez, y la argentina Perla Suez manifestó que la literatura para ella es un modo de insurrección continua frente a la realidad. El narrador peruano Ricardo Sumalavia reiteró que la pandemia nos ha hecho más frágiles y la escritura ha quedado marcada por la experiencia del covid, pues desde ese momento vivimos la inminencia de lo apocalíptico; y el escritor y ensayista Hilario J. Rodríguez reiteró la necesidad de recuperar la experiencia directa con la gente y sus realidades como forma más plena de la vida y del desarrollo literario. El premiado novelista Sergio del Molino confesó que un sentido muy importante para él a la hora de concebir los textos es el oído, no solo por la musicalidad de la prosa, sino por los rasgos sonoros que transmiten y constituyen la esencia de un paisaje, y la narradora puertorriqueña Yolanda Arroyo Pizarro destacó la intuición y lo paranormal como herramientas para detectar singularidades dentro de la simulación hermosa en la que convivimos los seres humanos.
Finalmente, Benengeli 2025, después de recorrer los cinco continentes y dar una vuelta al mundo en cinco días, también ofreció a los lectores textos inéditos especialmente escritos para el festival por destacadísimos narradores actuales como Andrés Neuman, Pilar Adón, Natalia García Freire, Milagros Socorro, Pedro Badrán Padauí, Edmundo Paz-Soldán, Galo Ghigliotto y Antonio Ortuño, tanto en su versión original en español como en traducciones al inglés, portugués y francés.
De este modo, Benengeli, el festival literario que recorre los cinco continentes y que debe su nombre al autor ficticio del Quijote, consolidó su presencia dentro del mundo cultural y se ha convertido en una de las citas literarias internacionales más esperadas del año.
La entrada Benengeli 2025, escribir con los cinco sentidos desde los cinco continentes aparece primero en Zenda.