The Lemon Twigs es más que un revival de pop psicodélico

Hay bandas que suenan a presente, otras que empujan hacia el futuro, y después está The Lemon Twigs: un dúo de hermanos que, sin caer en la nostalgia, parecen haber nacido con el manual de los grandes discos de los 60 y 70 bajo el brazo. Brian y Michael D’Addario escriben, arreglan, producen, cantan y [...] Ver más noticias en Indie Hoy.

Jun 3, 2025 - 08:25
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The Lemon Twigs es más que un revival de pop psicodélico
The Lemon Twigs.

Hay bandas que suenan a presente, otras que empujan hacia el futuro, y después está The Lemon Twigs: un dúo de hermanos que, sin caer en la nostalgia, parecen haber nacido con el manual de los grandes discos de los 60 y 70 bajo el brazo. Brian y Michael D’Addario escriben, arreglan, producen, cantan y tocan todo, como si cada canción fuera una escena de una ópera pop privada y frenética, guiada por melodías barrocas y cambios de humor repentinos.

Oriundos de Long Island, los hermanos comenzaron a tocar desde chicos y fueron absorbiendo influencias con la voracidad de una remolino: desde los Beatles hasta Sparks, de Big Star a Todd Rundgren. Su debut, Do Hollywood (2016), los puso en el mapa como un fenómeno excéntrico y virtuoso, pero con el tiempo lograron afinar su identidad. Sus discos fueron mutando del pastiche glam a baladas acústicas y arreglos más sensibles, hasta llegar a A Dream Is All We Know (2024), su más reciente álbum, donde brillan los coros beatle, el pop burbujeante y los guiños al soft rock más elegante.

A punto de presentarse por primera vez en Argentina, The Lemon Twigs llega con un repertorio que resume su evolución y, también, con ciertas sorpresas. “Vamos a estrenar algunas canciones nuevas que grabamos recientemente antes de esta gira, además de temas de mi nuevo disco solista, Till the Morning, y algunos covers que nunca tocamos en vivo”, adelanta Brian a Indie Hoy con entusiasmo.

Pero Brian no se queda solo en el show. También tiene planes para la ciudad: “Escuché que las disquerías son increíbles, así que eso es lo que más ganas tengo de conocer”, dice. Su curiosidad musical se extiende más allá del escenario, como si su búsqueda artística también necesitara alimentarse del viaje, del encuentro con otras culturas.

Su último álbum, A Dream Is All We Know, es una colección luminosa, que retoma el costado más pop y uptempo de la banda. “Como en todos nuestros discos, en parte se armó con sesiones grabadas a lo largo de los años”, explica. Pero hay algo más: una estética bubblegum deliberada, con arreglos ornamentados que homenajean cierto pop de otras épocas sin dejar de sonar fresco. “Fue más autocontenido que muchos de nuestros discos anteriores —recuerda—. Trabajamos mucho con Michael para que los arreglos fueran precisos y en perfeccionar las armonías”.

Entre los invitados del disco destaca una colaboración especial con Sean Lennon en el tema “In The Eyes Of The Girl”. “Fue la primera vez que trabajamos con él y estuvo genial. Nos ayudó a armar el arreglo y a grabar la pista de base —explica Brian—. También hubo todo un proceso de hacer copias con ecualización de nuestras mezclas en dos pistas, usando diferentes máquinas de cinta junto a nuestro colaborador, Paul Millar, para lograr el master justo”.

Otra de las canciones más memorables del disco es “My Golden Years”, escrita por Michael pero que Brian siente muy cercana. “Yo la interpreto como una reflexión sobre cómo aprovechar al máximo tus años más creativos —confiesa—. Me sentí identificado porque los dos queremos escribir y grabar la mayor cantidad de música posible”. No es casual que la hayan grabado varias veces: sabían que iba a ser el primer single y querían que todo estuviera donde tenía que estar.

En 2023, The Lemon Twigs sorprendió con Everything Harmony, un álbum donde las baladas acústicas —esas que siempre parecían quedarse al margen— pasaron al centro de la escena. Para Brian, esa decisión marcó un punto de inflexión. “Siempre sentí que esas baladas eran mis mejores temas —cuenta—. Michael y yo nos volcamos de lleno a ese sonido. Nos tomamos tiempo para convivir con esas canciones y trabajar más las letras. Sin dudas es uno de mis discos favoritos de la banda”. Fue un giro consciente, una búsqueda de mayor profundidad emocional y melódica que cristalizó en uno de sus trabajos más íntimos.

Cinco años antes, Songs for the General Public (2020) capturaba una faceta menos armónica. “Fue una etapa bastante complicada para nosotros —recuerda—. Estilísticamente, Michael y yo estábamos en lugares muy distintos, así que el disco puede sonar un poco disparejo. Pero me gusta justamente por eso”. En ese momento, Brian exploraba los sintetizadores mientras Michael se inclinaba por un sonido de guitarras pesadas y más rockero. “Era un momento en el que hablábamos de sacar discos solistas y hasta de dejar de trabajar juntos”, admite. La tensión, sin embargo, terminó alimentando la obra.

En vivo, la energía es otra cosa. Cambian de instrumentos, ajustan arreglos, se empujan a salir del molde. “Tratamos de divertirnos lo más posible tocando —cuenta Brian—. Compartimos mucho el gusto musical con nuestro público, así que las canciones que más disfrutamos tocar suelen ser también las favoritas de la audiencia”. Aunque las canciones son complejas, todo sucede en vivo, con esa mezcla de precisión y caos que define su propuesta escénica.

The Lemon Twigs.
The Lemon Twigs. Foto: Anastasia Sánchez.

Ese mundo compartido entre hermanos tiene su ventaja mayor en el oído común. “Nos gusta y nos disgusta la misma música, así que no hace falta explicar demasiado —dice Brian—. Hablamos mucho sobre cómo mejorar lo que hacemos, pero en términos de gustos estamos bastante alineados. Debe ser algo que viene de haber crecido juntos”. Y aunque girar juntos pueda parecer agotador, aprendieron a cuidarse: “¡No compartimos habitación! Cuando empezamos a hartarnos el uno del otro, nos damos espacio”.

Su devoción por el sonido de los años 60 y 70 sigue siendo una constante. Lo que les atrae no es solo la estética, sino el espíritu de invención. “Hay una diversidad enorme de estilos. Es muy divertido perseguir ciertos sonidos de batería o guitarra que salían de distintos estudios —comenta—. Tratamos de ser inventivos con las melodías, los acordes y los arreglos, y también de sorprendernos entre nosotros y no repetirnos”.

Hoy, al mirar hacia atrás, Brian siente a Do Hollywood como un ejercicio de formación. “Veo nuestros dos primeros discos como una especie de educación en producción y arreglos. Y hay algunas canciones en las que siento que logramos algo muy sólido”, dice, reconociendo el valor de esa etapa temprana.

En cuanto a las letras, hay algunas que le tocan fibras sensibles más que otras. “Estoy bastante conforme con la letra de ‘New to Me’ y ‘When Winter Comes Around’. La melodía me permitió expresar sentimientos bastante difusos, así que fue terapéutico en cierto sentido”, dice. Y entre las que escribió su hermano, destaca dos: “Me gustan mucho las letras de ‘I Don’t Belong to Me’ y ‘My Golden Years’, porque son muy directas y fáciles de sentir como propias”.

Al escucharlos, es fácil imaginarse una banda que hubiera existido hace décadas. Pero hablar de The Lemon Twigs solo como revival sería perderse lo esencial: su manera de tensionar la historia de la música con una sensibilidad muy propia. En cada disco, en cada show, vuelven a armar su identidad con paciencia de artesanos. Un arte de la memoria, sí, pero también del presente y de lo que todavía está por venir. Y si algo quedó claro, es que su evolución está lejos de terminar.

The Lemon Twigs se presenta el martes 3 de junio a las 20 h en Niceto Club (Av. Niceto Vega 5510, CABA). Las entradas están disponibles a través de Passline, con un 25% de descuento para socios de la Comunidad Indie Hoy.

Escuchá A Dream Is All We Know en plataformas (Spotify, Tidal, Apple Music).

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