Passeggiate, de Gregor von Rezzori

Este volumen reúne textos inéditos de Gregor von Rezzori escritos entre 1967 y 1996. Desde la Roma de la dolce vita hasta la Cerdeña más desconocida, el autor nos invita a recorrer Italia con una mirada tan irónica como apasionada. Incluye críticas a la masificación turística y la especulación inmobiliaria, entre otras.

En Zenda reproducimos las primeras páginas de Passeggiate: De viaje por Italia (Temporal Casa Editora), de Gregor von Rezzori.

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Mi estudio

El pajar era lo bastante grande como para dividirlo en dos plantas. La planta baja se utiliza para almacenar aperos de labranza, y una parte de la planta superior, a la que se accede por la clásica escalera exterior, se ha convertido en mi estudio. Para mejo rar la ventilación del pajar, varios tramos de las paredes se levantaron en su día con ladrillos colocados en cuadrícula, dejando huecos entre ellos. Los deja mos como estaban y colocamos unos grandes ventanales acristalados en la parte interior. En la pared que da al valle, se retiraron los ladrillos, originalmente montados sobre tres altos pilares, lo que nos ofrece una vista espectacular sobre el Pratomagno. Gracias a la erosión del terreno, que ha creado infinidad de barrancos, estamos a salvo de la amenaza de que se construya algo en esta zona. No vemos más que bosques, crestas de colinas con los contornos de unos castillos a lo lejos y, como telón de fondo, el perfil borroso de las montañas.

Todo esto es muy bello e incita a soñar, lo cual, según se dice, crea una disposición ideal para el acto creativo. Por desgracia, con este panorama propicio a los devaneos mentales, se ha perdido la luz suave e indirecta que se filtraba entre los ladrillos. Para el trabajo, las amplias vistas son un estorbo casi demasiado violento, de modo que casi siempre quedan ocultas tras unas blancas cortinas de algodón. Solo en momentos de euforia creativa las cortinas se levantan como un telón.

La decoración es muy sencilla. La protagonista es la enorme mesa de biblioteca, un regalo de mi suegro, ideal para dejar encima, bien ordenados, los montones de notas e inicios de capítulo, así como la documentación para varias novelas en gestación que, supuestamente, sobrevivirán al siglo, pero que de vez en cuando, cada vez que se organiza una gran limpieza, mudan de lugar, y se amontonan y entremezclan como los naipes de una baraja.

Asientos hay muchos. Los hay de diversos es tilos y diseños, entre ellos dos curiosas sillas de cornamenta de ciervo compradas en Moscú y traídas con dificultad a este lado del Telón de Acero, para descubrir más tarde que no eran rusas, sino bávaras. Hay, además, una especie de trono d’annunziano, una mecedora de Thonet y un cómodo sillón de Knoll. Completa la serie de asientos un gran sofá de lona blanca que no siempre mantiene su blancura, ya que acampan en él cinco carlinos que son, con mi mujer, mis fieles compañeros. Tres de las paredes son prácticamente de cristal y, por lo tanto, están desnudas, y uno tiene la sensación de hallarse en un acuario destinado a una extraña fauna. En la cuarta pared, la situada a mis espaldas cuando me siento a mi mesa, hay unos nichos repletos de una multitud de objetos inútiles, recuerdos, reminiscencias de colecciones africanas, etruscas y etíopes. La habitación es espaciosa, aireada y, de hecho, bastante lujosa y completamente superflua, porque a fin de cuentas lo único que necesito para escribir son mis rodillas, sobre las que suelo apoyar un cuaderno. Podría quedarme olvidado en cualquier rincón del mundo, que siempre me sentaría a garabatear algo allí tranquilamente. Así que una honesta descripción de mi lugar de trabajo serían las raídas rodillas de mis pantalones.

[década de 1970]

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Autor: Gregor von Rezzori. Título: Passeggiate: De viaje por Italia. Traducción: José Aníbal Campos. Editorial: Temporal Casa Editora. Venta: Todos tus libros.

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