Reseña MARVEL SAGA TPB Capitán América Tomo 3: Amenaza Roja. El peso de la historia
Nazis modernos, viejos fantasmas y una guerra que nunca acabó: el Capitán América se enfrenta a su legado más sangriento en esta etapa de Ed Brubaker. Esta noticia ha sido publicada por Cinemascomics.com

Bucky Barnes anda suelto, está aprendiendo a aceptar su situación, alejado de Steve Rogers /Capitán América, todavía no quiere acudir a su encuentro, tiene muchas cuentas pendientes que ajustar con los que lo convirtieron en el Soldado de Invierno. Panini Comics ayudará a Bucky a curar sus heridas para permitirle aceptar su verdadero manto.
El Blitz del Siglo XXI
Así se denomina a la saga principal que contiene este volumen de la recopilación de la etapa de Ed Brubaker en el Capitán América. A medida que avanzamos en la lectura vamos desgranando el significado moderno de esa acción bajo un término en alemán. ¿Pero a qué se refiere exactamente? Durante la Segunda Guerra Mundial, una vez que Francia quedó derrotada en el campo de batalla y sometida a la invasión de su territorio a mediados de 1940, con un estado títere bajo el control nazi, la Francia de Vichy, dio comienzo la siguiente fase de la guerra, la que se conoció como La Batalla de Inglaterra, que duraría hasta finales de ese mismo año.
A muchos os sonará el término Blitzkrieg, traducido como Guerra Relámpago, pues Blitz es la palabra que designa a la velocidad de ese combate, y bajo la que también se denominó a la campaña de bombardeos que la Luftwaffe, la Fuerza Aérea Alemana, sobre territorio inglés, primero contra objetivos industriales y contra los campos de aviación de la Royal Air Force (RAF) y posteriormente sobre las ciudades. Los bombardeos se alargaron bajo esa denominación hasta 1941 aunque de una forma u otra no dejaron de caer bombas sobre Londres hasta cerca del final de la guerra, mediante las armas de represalia que fueron la última esperanza nazi para cambiar el signo del conflicto.
El hombre creado para terminar con los nazis
Steve Rogers / Capitán América siempre ha tenido una misión en su mente, aquella para la que fue creado, ser el primero (y nunca quiso ser el último) de los super soldados aliados que combatiesen a Hitler.
Aun lo sigue haciendo, de una forma u otra no deja de encontrarse con personajes que le devuelven a aquellos tiempos, bien por sus peleas con Cráneo Rojo, Arnim Zola o el Barón Zemo (aunque sea Helmut, el hijo, y no Heinrich, el que llevaba la máscara en la Segunda Guerra Mundial, quien se oculte tras la máscara) o por tener que ver como el mundo se empeña en repetir los errores del pasado, mediante la aparición de nuevas facciones del nazismo que quieren recuperar la gloria que nunca tuvieron realmente ni deberían volver a tener en esos términos.
La recreación de Cráneo Rojo en esos momentos de la etapa de Brubaker era genial hasta tocar el extremo de su culmen como personaje. Tenemos a un ser despreciable que se oculta en las sombras de los espejos en los que se mira el General Alekxander Lukin, transmitiendo un miedo reverencial, haciéndonos sabedores de que su siguiente paso va a ser peor que el anterior, más dramático, menos favorable a los intereses de nuestros héroes.
Pero por eso se vuelven tan grandes, porque el que se encuentra enfrente es un villano de dimensiones inabarcables. Steve Rogers no sería lo que hoy día es, ese símbolo, sin haber tenido que enfrentarse a una némesis de ese calibre, a ese Johann Schmidt que tantas veces ha estado cerca de acabar con su vida de todas las formas posibles.
Me rodeo de lo mejor
Y si encima le añadimos a Cráneo la posibilidad de rodearse de algunos de sus mejores aliados, como su propia hija Sinthea, a la que conocemos también como Pecado, o a Calavera, ese mercenario sin escrúpulos que abraza su credo sin ninguna duda, vamos a reunir un conjunto de enemigos con un potencial que ralla en lo demente. Casi que la participación de una nueva encarnación del Hombre Supremo y un robot gigante denominado el Durmiente vienen a decirnos… échanos lo que quieras, podemos con ello.
Pero no sin la colaboración de esos amigos que siempre están dispuestos, más allá de esa Sharon Carter que no dejaba de acercarse a Steve en estos números, hasta el punto de llegar a protagonizar una polémica en su momento al otro lado del charco atlántico, la de haberse acostado juntos sin haber pasado por el altar, menuda tontuna de nuestros congéneres americanos en los tiempos que corren… y son los que se llenan la boca hablando de libertades.
Union Jack y Spitfire nos retraen a los tiempos de Los Invasores para defender Inglaterra de nuevo del asedio de los nazis modernos, aunque alguno de ellos no estuviese en el reparto original que acompañó al Capi en el conflicto desarrollado entre 1939 y 1945. El apartado gráfico corrió a cargo de Mike Perkins (genial en los números de la reprogramación de Pecado, brutales), Steve Epting (el titular de la colección) y los españoles Marcos Martín y Javier Pulido, que con su estilo retro se ocupan del especial del 65 Aniversario del Capitán América. Un conjunto de lo más épico, repleto de tensión y merecedor de un sobresaliente con pocas dudas y difícil de rebatir.
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