Fracasa la votación para elegir nuevo académico en la RAE: «Ha sido decepcionante para todo el mundo»

No hubo fumata blanca en la RAE. Ni el poeta Luis Alberto de Cuenca ni el arquitecto Luis Fernández-Galiano Ruiz han conseguido los votos necesarios para ocupar la silla 'o' de la Docta Casa, vacante desde el fallecimiento del arquitecto Antonio Fernández Alba el 7 de mayo de 2024. «Ha sido decepcionante para todo el mundo», cuentan desde dentro. Tal y como establecen los estatutos de la Academia, para que un académico salga elegido necesita el voto favorable de las dos terceras partes de los académicos numerarios en posesión del cargo (los no presentes pueden mandar su voto a través de la Secretaría). Si la primera votación fracasa, se realiza una nueva en la misma sesión, y es elegido quien obtenga las dos terceras partes de los académicos presentes en el Pleno. Y de fracasar esa, aún hay una tercera votación en la que se puede obtener el sillón con la mitad más uno de los votos de los presentes. En esta ocasión, la mayoría simple eran 19. Pero ha habido trece votos en blanco en las dos últimas votaciones, haciendo imposible que los apoyos de ninguno de los dos candidatos alcanzara la cifra necesaria. En la tercera votación, Luis Alberto de Cuenca obtuvo 16 votos (a 3 de la elección) y Luis Fernández-Galiano consiguió 7. Pero los votos en blanco decidieron el resultado. «Esto demuestra que no había demasiado interés por ninguno de los dos candidatos», dicen unos académicos. Otros piensan lo contrario. «Esto no lo he visto jamás», afirma Arturo Pérez-Reverte, hablando del número de abstenciones. Y asegura que hay un grupo de académicos «estupefactos e indignados por el desaire a Luis Alberto de Cuenca, que merece ser académico desde hace mucho tiempo». Era la segunda vez que Luis Alberto de Cuenca optaba a la silla de la Academia. De la anterior hace veinte años, como ya de casi todo: entonces, por cierto, la plaza la ganó Fernández Alba... Esta vez su candidatura estaba avalada por Luis Mateo Díez, Carmen Iglesias y Pedro Álvarez de Miranda. La de Fernández-Galiano la defendían José Manuel Sánchez Ron, Soledad Puértolas y Clara Sánchez. Esta votación frustrada abre una crisis en la Academia, porque algunos académicos entienden que se ha creado una mayoría de bloqueo cuando se presentan candidatos que no responden a un perfil muy determinado. Tradicionalmente, los académicos votaban a un candidato o a otro, facilitando las mayorías, y las abstenciones eran poco frecuentes. No es la primera vez que una plaza queda vacante. Ya ocurrió con Rosa Montero y Carlos García Gual en 2017, aunque luego el segundo salió finalmente elegido en otra convocatoria. Lo que muchos consideran inédito es la suma de votos en blanco repetida ante los candidatos presentados este jueves. Aunque otro académico recuerda que en su día Gregorio Salvador llegó a recitar una 'Oda a Don Blanco' en un encuentro con amigos de la RAE, en honor a los votos en blanco... Otra de las interpretaciones es que los lingüistas de la RAE, tradicionalmente contrarios a la entrada de creadores o candidatos de otras disciplinas, han bloqueado esta elección porque consideran que la Academia debe estar en manos de técnicos de la lengua. «Desde luego, ahora hay más lingüistas que escritores», aseguran. La división entre creadores y lingüistas es uno de los debates crecientes en la última década en la RAE, que se explicitó en la crisis de la tilde de sólo. Aquella fue la última vez que ganaron los escritores. Y sólo a medias.

May 29, 2025 - 23:30
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Fracasa la votación para elegir nuevo académico en la RAE: «Ha sido decepcionante para todo el mundo»
No hubo fumata blanca en la RAE. Ni el poeta Luis Alberto de Cuenca ni el arquitecto Luis Fernández-Galiano Ruiz han conseguido los votos necesarios para ocupar la silla 'o' de la Docta Casa, vacante desde el fallecimiento del arquitecto Antonio Fernández Alba el 7 de mayo de 2024. «Ha sido decepcionante para todo el mundo», cuentan desde dentro. Tal y como establecen los estatutos de la Academia, para que un académico salga elegido necesita el voto favorable de las dos terceras partes de los académicos numerarios en posesión del cargo (los no presentes pueden mandar su voto a través de la Secretaría). Si la primera votación fracasa, se realiza una nueva en la misma sesión, y es elegido quien obtenga las dos terceras partes de los académicos presentes en el Pleno. Y de fracasar esa, aún hay una tercera votación en la que se puede obtener el sillón con la mitad más uno de los votos de los presentes. En esta ocasión, la mayoría simple eran 19. Pero ha habido trece votos en blanco en las dos últimas votaciones, haciendo imposible que los apoyos de ninguno de los dos candidatos alcanzara la cifra necesaria. En la tercera votación, Luis Alberto de Cuenca obtuvo 16 votos (a 3 de la elección) y Luis Fernández-Galiano consiguió 7. Pero los votos en blanco decidieron el resultado. «Esto demuestra que no había demasiado interés por ninguno de los dos candidatos», dicen unos académicos. Otros piensan lo contrario. «Esto no lo he visto jamás», afirma Arturo Pérez-Reverte, hablando del número de abstenciones. Y asegura que hay un grupo de académicos «estupefactos e indignados por el desaire a Luis Alberto de Cuenca, que merece ser académico desde hace mucho tiempo». Era la segunda vez que Luis Alberto de Cuenca optaba a la silla de la Academia. De la anterior hace veinte años, como ya de casi todo: entonces, por cierto, la plaza la ganó Fernández Alba... Esta vez su candidatura estaba avalada por Luis Mateo Díez, Carmen Iglesias y Pedro Álvarez de Miranda. La de Fernández-Galiano la defendían José Manuel Sánchez Ron, Soledad Puértolas y Clara Sánchez. Esta votación frustrada abre una crisis en la Academia, porque algunos académicos entienden que se ha creado una mayoría de bloqueo cuando se presentan candidatos que no responden a un perfil muy determinado. Tradicionalmente, los académicos votaban a un candidato o a otro, facilitando las mayorías, y las abstenciones eran poco frecuentes. No es la primera vez que una plaza queda vacante. Ya ocurrió con Rosa Montero y Carlos García Gual en 2017, aunque luego el segundo salió finalmente elegido en otra convocatoria. Lo que muchos consideran inédito es la suma de votos en blanco repetida ante los candidatos presentados este jueves. Aunque otro académico recuerda que en su día Gregorio Salvador llegó a recitar una 'Oda a Don Blanco' en un encuentro con amigos de la RAE, en honor a los votos en blanco... Otra de las interpretaciones es que los lingüistas de la RAE, tradicionalmente contrarios a la entrada de creadores o candidatos de otras disciplinas, han bloqueado esta elección porque consideran que la Academia debe estar en manos de técnicos de la lengua. «Desde luego, ahora hay más lingüistas que escritores», aseguran. La división entre creadores y lingüistas es uno de los debates crecientes en la última década en la RAE, que se explicitó en la crisis de la tilde de sólo. Aquella fue la última vez que ganaron los escritores. Y sólo a medias.