Buz Sawyer, de Roy Crane. Vols. 01 a 04

Revisamos los cuatro primeros tomos de la tiras diarias Buz Sawyer realizadas por Roy Crane y publicadas por Dolmen Editorial.

May 30, 2025 - 00:20
 0
Buz Sawyer, de Roy Crane. Vols. 01 a 04

Edición original: Buz Sawyer. Vols. #01 a #04 (Fantagraphics Books. De marzo 2011 a diciembre 2016)
Edición nacional: Buz Sawyer (1943-1945); Buz Sawyer (1945-1947); Buz Sawyer (1947-1948) y Buz Sawyer (1948-1950). Dolmen Editorial. Enero 2023; julio 2023; enero 2024 y marzo 2025
Guion: Roy Crane
Dibujo: Roy Crane
Traducción: Rafael Marín, Estudio Andelkrag
Formato: Cartoné. 182; 192; 192 y 192 páginas
Precio: 31’90€; 31’90€; 31’90€ y 34’90€

Aventuras exóticas por tierra, mar y por aire

«Puerto Caliente es una ciudad petrolera; uno de esos puertos sucios y sofocantes de los trópicos. Su calle principal es un manicomio de burros, camiones y trenes que transportan bananas. Ni siquiera los loros tienen glamour.»

Hay dos momentos absolutamente magistrales en la strip norteamericana Buz Sawyer que condensan todo el talento, toda la maestría y toda la osadía de un autor tan extraordinario como Roy Crane. Ambos están relacionados con las dos mujeres más importantes en la biografía fictícia de este piloto aventurero, hablamos de Totsy Winter y de Christy Jameson. La primera escena acaba siendo absolutamente sorpresiva y sobrecogedora; la segunda hermosamente tierna y elegante. Pasaremos a describirlas, lo avisamos porque inevitablemente daremos alguna pista importante sobre el argumento.

Buz-Sawyer-Roy-Crane-imagen01

AVISO DE SPOILERS: Los dos párrafos siguientes tratan información de la trama, por lo que pueden desvelar algunos detalles argumentales importantes

Tras acabar la Segunda Guerra Mundial, los soldados Buz Sawyer y Rosco Sweeney se reincorporan a la vida civil. Sawyer encuentra trabajo de piloto y solucionador de problemas para una importante compañía aérea. Al mismo tiempo se debate entre tres grandes pasiones amorosas, las de la dulce Christy Jameson, la de la exótica Sultry – maharaní de Batu – y la de la refinada Totsy Winter. Esta última parece llevarse el gato al agua, aunque está enfrentada con la volcánica Sultry que ha aparecido por sorpresa en Nueva York acompañada de un extenso séquito y un tigre travieso.
En las tiras que abarcan el período comprendido entre el 02 y el 15 de febrero de 1946, cuando los malentendidos entre Totsy y Buz empiezan a solucionarse, la chica lo está esperando en la terraza de un piso alto del rascacielos donde se aloja, entonces el león de Sultry aparece por sorpresa asustando a la chica que se precipita al vacío para acabar muriendo en el acto. Es una secuencia de un tremendo dramatismo. Además, Sawyer acaba siendo el principal sospechoso de su muerte. Se trata de un giro absolutamente inesperado de la trama, muy audaz y que demuestra la gran originalidad de Crane al construir sus relatos.

Buz-Sawyer-Roy-Crane-imagen02

La segunda escena que queremos resaltar esta fechada entre el 11 de diciembre de 1948 y el 14 de enero de 1949. Corresponde a la boda y posterior luna de miel de Christy Jameson y Buz Sawyer. En las tres primeras tiras asistimos a su enlace matrimonial, luego vemos como se marchan de viaje de novios a un lugar cálido y exótico. Es entonces cuando el autor texano deja a la pareja disfrutar de su intimidad para darle protagonismo al personaje de Rosco Sweeney que durante 22 dailies vivirá una aventura contrastadamente invernal. Finalmente, tras casi cuatro semanas de ausencia, nos reencontramos con los recién casados que comentan que sus vacaciones están a punto de finalizar. Es una manera sensacional de respetar la intimidad de los esposados y al mismo tiempo reflejar la exacta cronología, día a día, de su ausencia. Un recurso narrativo brillante que solo se puede realizar en el medio de las tiras de prensa.

FIN DE LOS SPOILERS

Buz Sawyer es la serie que creó Roy Crane después de abandonar definitivamente la tira Wash Tubbs/Captain Easy en 1943.
En el ámbito de las series de prensa de aventuras la fama se la llevan comic strips como Terry and the pirates de Milton Caniff, Flash Gordon de Alex Raymond o Tarzán de varios autores – especialmente Hal Foster y Russ Manning – y se la han ganado con todo merecimiento, pero en cuanto a calidad Buz Sawyer de Roy Crane no le va a la zaga, llegando superarlas en algunos momentos. Además, esta tira de prensa cuenta con la ventaja que desde el principio todo es toro, no tiene período de iniciación o de formación puesto que su autor llevaba casi dos décadas fogueándose con otra serie clásica de su creación; en concreto con Wash Tubbs, más tarde conocida también como Captain Easy.

Buz-Sawyer-Roy-Crane-imagen02
Las tres primeras tiras de Buz Sawyer. Roy Crane

El único peaje que hay que pagar al iniciar la lectura de Buz Sawyer es el del contexto histórico, al ser una serie que se inicia en plena Segunda Guerra Mundial las tramas de los tres primeros años son las usuales en las comic strips de aquella época, con la particularidad de que el extraordinario sentido del ritmo narrativo de Roy Crane convierte las misiones bélicas de un piloto norteamericano en aventuras rocambolescas y trepidantes, bordeando la abstracción argumental. El otro aspecto diferente de la forma de abordar la serie del autor texano es su singular sentido del humor, ya que en medio de la situación más desesperada siempre nos encontramos con el giro gracioso de los acontecimientos, la frase ingeniosa, la repetición que acaba siendo hilarante.

Uno tiene la impresión, fundamentada por la lectura de todo tipo de cómics durante décadas, que el manga moderno bebe mucho del cine de animación norteamericano de entreguerras, pero también de las tiras de prensa clásicas y Buz Sawyer, junto Johnny Hazard de Frank Robbins y Mickey Mouse de Floyd Gottfredson, es una de las comic strips más estudiadas e imitadas por los primerizos mangakas, por su mezcla perfecta entre humor y aventuras; entre tragedia y comedia.

En el apartado gráfico, Buz Sawyer es tremendamente clásica y al mismo tiempo muy innovadora. Sus principales características son la ajustada combinación de un estilo entre naturalismo y cartoon, además de un entintado suntuoso donde predomina el uso de las trama mecánicas y el papel Craftint Doubletone, técnicas con las que conseguía diferentes tonos de grises muy atractivos.
La narrativa de Crane es otro de los alicientes de esta comic strip. Tanto en los tiempos más pausados como – sobre todo – en las secuencias de acción, los recursos usados en Buz Sawyer son sorprendentes. El autor texano es un auténtico maestro del storytelling. Las acciones reflejadas en las tiras diarias, por muy complicadas y confusas que sean, se despliegan ante el lector de una manera atractiva, diáfana y elegante. Cada encuadre es el adecuado, cada transición entre viñetas es fluida, cada secuencia es emocionante, diferente y atractiva. Los personajes, además, presentan rasgos muy definidos siendo perfectamente reconocibles y lo suficientemente versátiles para pasar del humor al drama sin perder su personalidad ni su idiosincrasia.

Buz-Sawyer-Roy-Crane-imagen04

Buz Sawyer se publicaba en forma de tiras diarias y también de páginas dominicales. Cada formato contaba con una historia independiente que protagonizaban, principalmente, Buz Sawyer de lunes a sábado y Rosco Sweeney el domingo y a todo color. Hubo una excepción a esta regla, se trata de una de las historias que trascurren en el ficticio país de Salvaduras, allí Crane decide unir temporalmente sus dos líneas argumentales para ofrecernos un relato único. Concretamente, este periodo abarca desde la sunday del 20 de octubre de 1946 hasta la del 02 de febrero de 1947. A partir de ahí las historias vuelven a desdoblarse hasta el final definitivo de la serie.

La publicación de las tiras diarias de esta serie a cargo de Dolmen Editorial ya ha alcanzado la década de los 50, desde su inicio en 1943. Son cuatro álbumes en cartoné, evidentemente apaisados, de gran calidad y perfectamente impresos. La reproducción de las tiras es superior a cualquier intento de edición anterior y además cuenta con el aliciente de incluir las páginas dominicales del período de Salvaduras donde las dos tramas estaban unificadas. El precio de cada tomo es algo elevado y cada uno cuenta con una introducción a cargo de Rafael Marín que nos sitúa perfectamente en el contexto de la obra y de la época en que se publicó.

Buz Sawyer de Roy Crane es uno de los hitos del cómic de prensa norteamericano más clásico. Su publicación en una colección regular y rigurosa es una enorme noticia. Una vez superada con creces la primera década de publicación esperamos que la continuidad de la colección este garantizada y podamos disfrutar de muchas más tiras diarias de una strip que, esta vez sí, merece los calificativos de histórica y obra maestra.

Salut!

Lo mejor

• La importancia histórica de la serie.
• Su excelente combinación de aventura, drama y humor.
• El arte narrativo de Roy Crane.

Lo peor

• Costará que la podamos disfrutarla en su totalidad.