Hay una alternativa a los platos preparados del súper y la comida a domicilio: probamos los kits de recetas HelloFresh
Te puede gustar o no la cocina, pero de lo que nadie se escapa es de tener que comer. Y a ser posible, nos gustaría comer bien, rico y sano. Dos conceptos que cada vez chocan más con la realidad actual y que han llevado al aumento de consumo de precocinados y platos preparados. Pero hay una alternativa que quiere imponerse como tercera vía para comer en casa, los llamados kits de recetas a domicilio. Que cada vez cocinamos menos en casa es un hecho que ya va siendo hora de asumir. Los hábitos han cambiado, los ritmos de vida son otros y jamás volveremos a hacer la compra y cocinar como hacían nuestras abuelas. Pero las cocinas no desaparecerán, por mucho que lo diga Juan Roig: la cocina se adapta y evoluciona, como lo hace el propio ser humano. Eso de no cocinar en casa o traerse la comida preparada no es en absoluto nuevo, o si no, que se lo digan a los bares, ventas, merenderos y casas de comidas. Mercadona y las demás cadenas de supermercados han visto un filón por explotar al copiar el modelo extranjero de súpers donde se pueden comprar comidas sencillas listas para tomar, que normalmente los trabajadores adquieren para su almuerzo de mediodía, mucho más escueto y rápido que la comida española a base de menú con dos platos y postre. El problema es que no recuperamos el tiempo de la jornada laboral para planificar los menús de la semana, hacer la compra, organizar la despensa y cocinar. Ahí es donde nos están robando esa libertad que nos brinda(ba) la cocina casera. En Directo al Paladar Probamos el nuevo servicio “Listo para Comer” de Mercadona: la paella lleva guisantes, pero va a petarlo Lo que compramos al recurrir a los Listo para comer es el tiempo que nos falta, y no solo se traduce en minutos para cocinar. Nos falta tiempo para no tener agotamiento mental a la hora de pensar en qué comerá la familia esa semana, en lo que hace falta comprar, en qué productos hay de temporada, en cómo organizarse. Solo elegir qué cenar un día ya agota. Y eso nos lleva también a hacer compras poco funcionales, gastando más de la cuenta, comprando de más y de menos, desperdiciando productos que se echan a perder antes de darles salida, calculando más las raciones. La opción de llevarse del súper una tortilla de patatas, unos canelones, unas albóndigas o un pollo al curry que solo hay que calentar, es demasiado tentadora. No tienes ni que pensar. Ni hacer la compra, ni tápers a domicilio En este contexto surgieron hace años las primeras compañías que buscaron ofrecer alternativas fáciles a quienes no tienen tiempo o no quieren cocinar en casa. Son ya muchas las que ofertan tápers a domicilio, platos ya preparados que puedes elegir entre una gama más o menos variada para confeccionar tu menú de varios días haciendo el pedido la semana antes, como Wetaca. Pero este sistema no convence mucho a quienes levantan un poco el ceño ante la comida preparada, por muy aspecto de "casera" que tenga. Puede ser un parche para ocasiones puntuales, pero nada se puede comparar a la cocina casera recién hecha. Y no todo queda igual de bien recalentado. Así, con una primera incursión más tímida en el mercado, surgieron alternativas a medio camino entre ir al súper y pedir a casa: los kits de recetas a domicilio. También se puede elegir entre varios platos a través de varios menús posibles, pero lo que recibes son los ingredientes y las instrucciones para prepararlos, es decir, la receta. De este modo, puedes comer casero, recién hecho y sin complicarte mucho la vida, olvidándote de hacer la compra o de tener que lidiar calculando raciones. Son varias las compañías que han resurgido con fuerza con este servicio de meal kits tras la pandemia, como Blue Apron en Estados Unidos o Marley Spoon en Australia. Pero es HelloFresh la compañía que se ha convertido en la líder mundial del sector, dominando aproximadamente el 50% de la cuota de mercado global. Cocina en casa aunque no tengas tiempo y odies cocinar HelloFresh fue fundada en Berlín en 2011 por Dominik Richter, Thomas Griesel y Jessica Nilsson, y desembarcó en España en 2022, beneficiándose del impulso que aún dejaba la pandemia en los cambios de hábitos. Hoy opera en 18 países también a través de filiales adaptadas a cada mercado, incluyendo EE. UU., Canadá, Australia, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y los países nórdicos. Su estrategia es clara: facilitar la cocina casera ahorrando tiempo físico y mental al consumidor, ofreciendo una gran variedad de platos diferentes, apostando por la cocina local con ingredientes nacionales y adaptando cada kit a diferentes necesidades, ajustando al máximo las raciones para no desperdiciar ingredientes, otro de los grandes problemas de hoy. Así apuntan a distintos tipos de consumidores, tanto a quienes sí disfrutan cocinando y ya cuentan con una base de conocimientos, como a qu

Te puede gustar o no la cocina, pero de lo que nadie se escapa es de tener que comer. Y a ser posible, nos gustaría comer bien, rico y sano. Dos conceptos que cada vez chocan más con la realidad actual y que han llevado al aumento de consumo de precocinados y platos preparados. Pero hay una alternativa que quiere imponerse como tercera vía para comer en casa, los llamados kits de recetas a domicilio.
Que cada vez cocinamos menos en casa es un hecho que ya va siendo hora de asumir. Los hábitos han cambiado, los ritmos de vida son otros y jamás volveremos a hacer la compra y cocinar como hacían nuestras abuelas. Pero las cocinas no desaparecerán, por mucho que lo diga Juan Roig: la cocina se adapta y evoluciona, como lo hace el propio ser humano. Eso de no cocinar en casa o traerse la comida preparada no es en absoluto nuevo, o si no, que se lo digan a los bares, ventas, merenderos y casas de comidas.
Mercadona y las demás cadenas de supermercados han visto un filón por explotar al copiar el modelo extranjero de súpers donde se pueden comprar comidas sencillas listas para tomar, que normalmente los trabajadores adquieren para su almuerzo de mediodía, mucho más escueto y rápido que la comida española a base de menú con dos platos y postre. El problema es que no recuperamos el tiempo de la jornada laboral para planificar los menús de la semana, hacer la compra, organizar la despensa y cocinar. Ahí es donde nos están robando esa libertad que nos brinda(ba) la cocina casera.
Lo que compramos al recurrir a los Listo para comer es el tiempo que nos falta, y no solo se traduce en minutos para cocinar. Nos falta tiempo para no tener agotamiento mental a la hora de pensar en qué comerá la familia esa semana, en lo que hace falta comprar, en qué productos hay de temporada, en cómo organizarse. Solo elegir qué cenar un día ya agota. Y eso nos lleva también a hacer compras poco funcionales, gastando más de la cuenta, comprando de más y de menos, desperdiciando productos que se echan a perder antes de darles salida, calculando más las raciones.
La opción de llevarse del súper una tortilla de patatas, unos canelones, unas albóndigas o un pollo al curry que solo hay que calentar, es demasiado tentadora. No tienes ni que pensar.
Ni hacer la compra, ni tápers a domicilio
En este contexto surgieron hace años las primeras compañías que buscaron ofrecer alternativas fáciles a quienes no tienen tiempo o no quieren cocinar en casa. Son ya muchas las que ofertan tápers a domicilio, platos ya preparados que puedes elegir entre una gama más o menos variada para confeccionar tu menú de varios días haciendo el pedido la semana antes, como Wetaca.
Pero este sistema no convence mucho a quienes levantan un poco el ceño ante la comida preparada, por muy aspecto de "casera" que tenga. Puede ser un parche para ocasiones puntuales, pero nada se puede comparar a la cocina casera recién hecha. Y no todo queda igual de bien recalentado.

Así, con una primera incursión más tímida en el mercado, surgieron alternativas a medio camino entre ir al súper y pedir a casa: los kits de recetas a domicilio. También se puede elegir entre varios platos a través de varios menús posibles, pero lo que recibes son los ingredientes y las instrucciones para prepararlos, es decir, la receta. De este modo, puedes comer casero, recién hecho y sin complicarte mucho la vida, olvidándote de hacer la compra o de tener que lidiar calculando raciones.
Son varias las compañías que han resurgido con fuerza con este servicio de meal kits tras la pandemia, como Blue Apron en Estados Unidos o Marley Spoon en Australia. Pero es HelloFresh la compañía que se ha convertido en la líder mundial del sector, dominando aproximadamente el 50% de la cuota de mercado global.
Cocina en casa aunque no tengas tiempo y odies cocinar
HelloFresh fue fundada en Berlín en 2011 por Dominik Richter, Thomas Griesel y Jessica Nilsson, y desembarcó en España en 2022, beneficiándose del impulso que aún dejaba la pandemia en los cambios de hábitos. Hoy opera en 18 países también a través de filiales adaptadas a cada mercado, incluyendo EE. UU., Canadá, Australia, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y los países nórdicos.

Su estrategia es clara: facilitar la cocina casera ahorrando tiempo físico y mental al consumidor, ofreciendo una gran variedad de platos diferentes, apostando por la cocina local con ingredientes nacionales y adaptando cada kit a diferentes necesidades, ajustando al máximo las raciones para no desperdiciar ingredientes, otro de los grandes problemas de hoy.
Así apuntan a distintos tipos de consumidores, tanto a quienes sí disfrutan cocinando y ya cuentan con una base de conocimientos, como a quienes lo odian o no saben. Porque el resultado es el mismo y lo que, en teoría, todo el mundo busca: comer casero y rico recién hecho con las mínimas complicaciones.
Nuestra experiencia con HelloFresh
Hemos podido probar el servicio de HelloFresh para comprobar si funciona tal y como promete, y si merece la pena en comparación con los tápers a domicilio. Ya adelantamos que ha sido, en general, una experiencia muy positiva.
El sistema de pedidos es tremendamente fácil, aunque puede aturullar un poco encontrarte con decenas de platos distintos para elegir. Si no quieres pensar mucho, puedes ir directamente al menú semanal que el equipo planifica y ofrece con platos que cambian cada semana, para confeccionarlo a tu gusto. O, directamente, filtrar la búsqueda por temáticas según necesidades: comida casera, de la abuela, vegetarianas, para niños, bajas en calorías, proteicas, de cuchara, pasta, con tofu, sopas, ensaladas, etc, etc.

Solo se pueden escoger raciones para dos personas o para cuatro, pero lo cierto es que las raciones para dos también son muy prácticas para un solo comensal, pues te permite tener sobras que aprovechar o reconvertir en otros platos. Además, así puedes multiplicar las raciones de la semana con un solo pedido.
Una vez elegidos los platos, escoges el día que quieres recibir el pedido, precisando al máximo el horario, procurando finalizar la compra antes de las 23:59 horas del miércoles anterior a la fecha de entrega. Eso sí, funciona mediante suscripción, pero puedes darte de baja o pausar las semanas que quieras sin coste adicional o penalización.
Aunque la empresa de reparto se retrasó una hora respecto a lo previsto, llegó en un margen razonable y todo en perfecto estado. Se agradece que apuesten por un embalaje lo más sostenible posible, limitando al máximo el plástico y agrupando los ingredientes para reducir los residuos. A los ingredientes les acompañan las instrucciones de cada plato escogido, y también indicaciones sobre a qué receta pertenece cada ingrediente y cómo se deben conservar. Todo lo que precisa frío va junto.

Hay que destacar el diseño de cada hoja de receta, muy visual, atractivo y fácil de entender, quizá con el único pero de la letra demasiado pequeña en algunos apartados. Incluye fotografía final del plato, paso a paso con fotos, instrucciones concisas pero claras y fáciles de entender, y un listado de los ingredientes que te han enviado y lo poco más que tienes que aportar de tu cosecha. Nada raro: aceite de oliva, sal, pimienta... los básicos de despensa, vamos. También se indican los utensilios y el tiempo aproximado que te llevará preparar y cocinar, que en nuestro caso nunca ha superado los 30 minutos totales.
También se incluye una tabla desglosada de ingredientes y sus cantidades exactas, una tabla de información nutricional y consejos para hacer cambios o modificaciones al gusto.

Cocinando y comiendo
Hemos podido probar tres platos: salmón agridulce con manzana sobre fideos japoneses con pimiento salteado; muslo de pollo en salsa hoisin con arroz basmati y verduras salteadas: y bulgur tibio con queso feta y zanahoria asada con tomates cherry y salsa casera de menta. Uno de pescado, una carne y una opción vegetariana, tres éxitos en casa.

Las instrucciones son realmente fáciles de seguir, incluso si nunca has cocinado casi nada o si se te da fatal, aunque en este caso podrías tardar algo más en completar las recetas. La principal pega que le veo es que a veces te piden manchar demasiados cacharros, aunque es algo inevitable si quieres salirte del típico filete a la plancha con arroz precocido.
En cuanto a las cantidades, diría que son sobradamente generosas salvo que tengas un apetito muy voraz; en mi caso, que suelo comer menos cantidad, me sobra, pero mi pareja terminó sus raciones quedándose completamente satisfecho sin excesos. Añades fruta o yogur a tu menú y listo. Lo mejor es no tener que tirar ningún ingrediente que te haya sobrado, porque vienen las cantidades justas (un pimiento, una cebolla, dos zanahorias, 150 g de arroz, etc). Hay excepciones razonables, como la pieza de jengibre de la que no vas a gastar entera, pero así la puedes aprovechar otro día.

Conclusiones: ¿merece la pena?
En general, y basándonos en una experiencia personal, sí. Siempre que sea el servicio que buscas, claro. La principal pega, como siempre, será el precio.
Recomendaría probar HelloFresh a quienes se les haga cuesta arriba pensar en el menú de la semana, que aborrezcan elegir qué comer y cenar y se agobien pensando platos que sean sanos pero ricos y apetecibles. También para quienes no tengan tiempo ni ganas de hacer la compra, o que estén hartos de tener que comprar más cantidades de lo que luego consumen en casa.

Es también un buen recurso para los que no saben o no disfrutan de cocinar, pues te da instrucciones muy sencillas que solo tienes que seguir casi como un juego mecánico. Y te permite adquirir unas primeras habilidades culinarias que luego puedes practicar por tu cuenta, usando esas recetas como base para experimentar y variar. En este sentido, me parece práctico para salirte del sota-caballo-rey de tus platos básicos, dándote la opción de incorporar técnicas, ingredientes y combinaciones nuevas de ingredientes. No son platos nada aburridos, aunque pequen un poco de repetir la guarnición de arroz o patatas en muchos de ellos. Además, son recetas flexibles que puedes ir modificando a tu gusto, si te apetece.

El precio será lo que determine si a cada persona le vale la pena o no. La ventaja es que se puede probar una vez con un interesante descuento para el primer pedido, por si no te convence, y cancelar la suscripción en cualquier momento. Quizá no sea la solución definitiva para recuperar la cocina casera, pero es una buena ayuda para empezar a reivindicar nuestra soberanía en los fogones.
Imágenes | DAP - HelloFresh
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La noticia
Hay una alternativa a los platos preparados del súper y la comida a domicilio: probamos los kits de recetas HelloFresh
fue publicada originalmente en
Directo al Paladar
por
Liliana Fuchs
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