Marisol, en ‘First Dates’: «Estuve casada, pero me separé tras la luna de miel porque me dio vergüenza»

Una conexión cósmica que no fue Marisol es una mujer muy conectada con el universo, con una fuerte inclinación hacia lo espiritual y un compromiso profundo con su evolución personal y emocional. “Soy muy de almas”, comenta con naturalidad. Aunque se casó en el pasado, su matrimonio fue breve. “No me separé cuando volvimos de ... Leer más

May 22, 2025 - 00:15
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Marisol, en ‘First Dates’: «Estuve casada, pero me separé tras la luna de miel porque me dio vergüenza»

Una conexión cósmica que no fue

Marisol es una mujer muy conectada con el universo, con una fuerte inclinación hacia lo espiritual y un compromiso profundo con su evolución personal y emocional. “Soy muy de almas”, comenta con naturalidad. Aunque se casó en el pasado, su matrimonio fue breve. “No me separé cuando volvimos de la luna de miel porque me dio vergüenza”, admite con sinceridad.

En cuanto a lo que espera de una cita, busca a alguien empático, con buen sentido del humor, romántico, respetuoso y que realmente la valore. Asegura que puede saber si va a haber química con solo cruzar una mirada. Pero cuando vio por primera vez a Luis, su reacción fue llevárselo a la cabeza.

Luis, su cita, se mostró como una persona extrovertida, simpática y algo rebelde. Dice que aparenta menos edad de la que tiene y se autodefine como “un jefe gamba, gamberro”. Sin embargo, su estilo no fue del agrado de Marisol, especialmente su look de samurái, y eso afectó sus ganas de conocerlo desde el primer momento. A Luis, en cambio, Marisol le atrajo físicamente. Durante la cena, él compartió que tenía una lesión en la rodilla, pero que planeaba volver al deporte para perder algo de peso. Marisol, que es muy activa, sintió que su cita era demasiado pausado para su ritmo.

Diferencias en intereses y energías

Ella le contó que disfrutaba mucho salir a caminar, pero él confesó que no era fan de pasear solo. Marisol también habló de su espiritualidad y percibió que Luis no compartía ese enfoque cósmico. “Es muy soso, con todos mis respetos, pero es muy soso”, expresó con decepción. Luis, por su parte, admitió que no sabía bailar pero que quería aprender, aunque para Marisol ya era tarde: “le falta un kilo de sal espolvoreado en el moñito ese”, soltó con ironía. Él dijo que le gustaría compartir su vida con alguien para hacerla más entretenida, incluso bromeó diciendo que comentaba las series con el sofá por no tener compañía.

Cuando ella le preguntó por sus aficiones, Luis mencionó que le gustaba coleccionar objetos. A Marisol eso tampoco le agradó y lo interpretó como una rareza: “este va a ser un friki raro que está todo el día en una habitación y colecciona cosas raras”. Luis confesó que su casa estaba bastante desordenada por su afición a las colecciones. Esta imagen fue totalmente disuasoria para Marisol, que imaginó un entorno caótico: “todo lleno de mugre, los calzoncillos por ahí tirados, que no, que no, yo si entro en una casa tiene que estar limpia…”.

Expectativas íntimas que no coincidieron

En cuanto al terreno sexual, Luis explicó que no solía llevar la cuenta ni preocuparse por la frecuencia de sus relaciones, pero que si tenía que estar “toda la noche”, él lo haría. Al hablar de posturas favoritas, respondió: “cualquiera que sea divertida”, y cuando ella dijo que le gustaba cabalgar, él soltó un entusiasta “al ataque”.

Marisol se quedó algo perpleja ante su actitud, y confesó que pensaba que “este lleva cuatro años por lo menos sin echar un buen polvo”. Según ella, las personas sosas lo son también en la intimidad.

Una despedida con puntos de vista opuestos

Durante la decisión final, Marisol fue clara: no deseaba repetir la cita porque sentía que Luis era demasiado plano para su forma de ser y su estilo de vida. Luis se sorprendió, ya que cree que siempre ha sido el alma de la fiesta en sus grupos de amigos y se considera el más gamberro.

Ella, manteniendo la calma, le explicó que simplemente eso fue lo que percibió durante el encuentro. Le deseó suerte en su búsqueda del amor y cada uno tomó su camino, sin conexión, pero con una experiencia más a sus espaldas.