Una profesora revela la táctica común pero poco conocida de los bares para que sus clientes gasten más dinero: «No es casualidad»
Una costumbre muy nuestra No hay nada que disfruten más los españoles —y quienes vienen de visita— que sentarse en la terraza de un bar, pedir algo para beber o comer, y disfrutar de un buen rato en compañía: ya sea con amigos, en familia o en pareja. Este ritual social se acompaña muchas veces ... Leer más

Una costumbre muy nuestra
No hay nada que disfruten más los españoles —y quienes vienen de visita— que sentarse en la terraza de un bar, pedir algo para beber o comer, y disfrutar de un buen rato en compañía: ya sea con amigos, en familia o en pareja. Este ritual social se acompaña muchas veces de una comida informal, en la que lo que se pide en la carta cobra gran protagonismo.
Eso sí, la variedad de platos puede resultar abrumadora. Elegir qué pedir no siempre es fácil, y la situación se complica aún más cuando se decide compartir tapas. La diversidad de gustos y la amplia oferta hacen que alcanzar un consenso no sea tarea sencilla.
Tapas, matemáticas y una estrategia bien pensada
Algunas opciones son fijas en casi cualquier mesa: unas aceitunas, unas buenas bravas o una ración de croquetas, sobre todo a la hora del vermut. Pero recientemente ha salido a la luz un curioso detalle que muchos no habían notado, y que va más allá de los ingredientes.
Una profesora de matemáticas, Laura —conocida en redes como @laurimathteacher— ha revelado una observación que ha captado la atención de cientos de miles de personas. Según ella, lo que ocurre en los bares «no es casualidad, es estrategia», y así lo explicó en un vídeo que ya supera las 707.000 visualizaciones en apenas tres días.
El misterio de las croquetas impares
«¿Te has fijado en que en los bares casi siempre ponen un número impar de croquetas?», pregunta Laura, haciendo hincapié en que las raciones más comunes suelen ser de 3, 5 o 7 unidades. «No es casualidad, es estrategia y por supuesto tiene que ver con las matemáticas», añade.
La lógica es simple, pero efectiva: si se sirven seis croquetas para dos personas, cada una puede comerse tres, y no hay discusión. Pero cuando la ración es de siete… «Empieza el drama: quién se come la última, la partimos en trozos iguales, pedimos otra ración…», plantea Laura. Y remata: «ese número impar rompe el equilibrio y genera el conflicto».
@laurimathteacherCroquetamente Leer Más