Tipos de lentejas: cuál usar en cada receta y por qué no todas son iguales
Las lentejas son uno de esos ingredientes que no fallan en ninguna casa, pero no siempre tenemos claro cuántas variedades hay ni cuál va mejor en cada receta. Solemos pensar en “las de toda la vida”, pero lo cierto es que hay más tipos de lentejas de los que imaginamos, y cada una tiene su […] La entrada Tipos de lentejas: cuál usar en cada receta y por qué no todas son iguales es un contenido original de PequeRecetas

Las lentejas son uno de esos ingredientes que no fallan en ninguna casa, pero no siempre tenemos claro cuántas variedades hay ni cuál va mejor en cada receta. Solemos pensar en “las de toda la vida”, pero lo cierto es que hay más tipos de lentejas de los que imaginamos, y cada una tiene su textura, sabor y tiempos de cocción. Aquí repasamos los principales tipos de lentejas que puedes encontrar en el supermercado o en tiendas especializadas, y te contamos para qué sirve cada una
Lenteja pardina

Es la más común en España y probablemente la que tienes ahora mismo en la despensa. Se reconoce por su tamaño pequeño y su color marrón claro, algo moteado. No necesita remojo (aunque si quieres acortar tiempos, siempre ayuda) y aguanta muy bien la cocción sin romperse. Por eso es ideal para guisos, potajes y platos de cuchara.
Usos recomendados: lentejas con chorizo, lentejas con verduras, lentejas con arroz.
Tiempo de cocción: 30-40 minutos en olla tradicional, 13 minutos en olla express
Lenteja castellana
Más grande y redondeada que la pardina, y de color marrón más claro. Tarda un poco más en cocerse y puede romperse si nos pasamos con el tiempo. Tiene un sabor más pronunciado, así que va bien en platos más contundentes.
Usos recomendados: potajes espesos, platos con embutidos, lentejas con arroz.
Tiempo de cocción: 45-60 minutos
Lenteja roja o coral

Esta variedad viene sin piel, y es de un color entre naranja y salmón. Se cuece en apenas 10-15 minutos y se deshace con mucha facilidad, lo que la hace perfecta para cremas, purés y curry. Tiene un sabor suave y dulce, y es muy usada en la cocina india y de Oriente Medio.
Usos recomendados: crema de lentejas rojas, dhal, puré de lentejas para bebés.
Tiempo de cocción: 10-15 minutos
Lenteja verde

Más firme y con un color verde moteado, a veces algo más pálido. Algunas variedades se mantienen enteras al cocerlas, lo que las hace ideales para ensaladas o platos fríos. Tiene un sabor más vegetal, incluso algo terroso, y es muy valorada en recetas que requieren que no se deshagan.
Usos recomendados: ensaladas templadas, salteados, lentejas con hortalizas.
Tiempo de cocción: 30-40 minutos
Lenteja beluga (o lenteja negra)

Pequeña, redonda y de un color negro brillante que recuerda al caviar (de ahí su nombre de lentejas caviar). Se mantiene perfectamente entera tras la cocción y tiene un sabor más intenso. Es una de las favoritas en cocina moderna por lo vistosa que queda en el plato.
Usos recomendados: ensaladas elegantes, guarniciones, platos con toque gourmet.
Tiempo de cocción: 25-30 minutos
Lenteja Dupuy (o lenteja francesa)

Procede de la región de Le Puy, en Francia. Es verde oscuro, con motas azuladas, y tiene una textura firme que aguanta muy bien el cocinado sin perder forma. Su sabor es más fino y delicado que el de otras lentejas, y se utiliza mucho en cocina francesa.
Usos recomendados: platos con pato, confit, guarniciones elegantes.
Tiempo de cocción: 25-30 minutos
¿Qué lenteja me conviene según el plato?
- Para potajes y cuchara de toda la vida: pardina o castellana.
- Para cremas, purés o curry: lenteja roja.
- Para ensaladas o platos fríos: lenteja verde o beluga.
- Para guarniciones más sofisticadas: beluga o Dupuy
¿Dónde comprar cada tipo?
Las lentejas pardinas y castellanas se encuentran en cualquier supermercado. Las rojas, verdes, beluga o Dupuy suelen estar en tiendas ecológicas, a granel o en la sección de productos internacionales. Cada vez es más fácil encontrarlas, y merece la pena probar para salir de la rutina del potaje.
Conocer las diferentes variedades de lentejas no solo te ayuda a variar en la cocina, sino que te permite adaptar cada receta al resultado que buscas. Algunas se deshacen, otras se mantienen firmes, unas son más dulces y otras más intensas… lo importante es saber cuál va con qué.
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