'Romantasy', anatomía de un género de moda en la Feria del Libro
Hace apenas un año, la Feria del Libro de Madrid acogía una charla para explicar en qué consistía el romantasy, ese híbrido literario que fusiona fantasía y romance , entonces aún desconocido aquí. Hoy, ese mismo género encabeza las listas de ventas, copa las mesas de novedades en las librerías y ha conquistado el Retiro . En esta edición de 2025, el certamen plantea un debate consecuencia de su éxito: ¿Es posible ser autora de fantasía -con o sin romance- y escapar de esa etiqueta? Con ese salto, unido al fenómeno fan que acompaña cada firma en el Retiro (y hasta fuera de él), el certamen literario confirma un auge en España que incluso parece eclipsar los géneros que une. Lauren Roberts , autora de la saga 'Powerless', ha sido una de las escritoras más esperadas del certamen (Alfaguara acaba de publicar el desenlace 'Fearless'). Agotó en apenas cinco minutos las 750 entradas disponibles para su presentación y sesiones de firma del pasado fin de semana. Y Callie Hart , conocida por sus novelas de romance oscuro como 'Quicksilver' (Faeris), ilustra hasta qué punto el romantasy ha desbordado la propia estructura de la Feria. La autora británica no firmará dentro del Retiro. Por razones de seguridad y aforo , su editorial decidió trasladar las firmas fuera del recinto oficial. «Estoy impresionada con el entusiasmo de todos. ¡Significa muchísimo para mí!», señala a ABC Hart poco antes de su debut español, este 7 de junio. También es la primera vez para Elisa Kova , que viene a la feria con su última novedad, 'Arcana Academy' (Umbriel). «Aquí hay una pasión genuina por las historias que es contagiosa. Siempre me voy sintiéndome inspirada», indica la autora en referencia a los seguidores españoles con los que se encuentra este fin de semana en el Retiro. Nova también explica por qué, a pesar de que el romance ha existido siempre, este subgénero está ahora mismo en boca de muchos: «Tener una etiqueta concreta en el espíritu cultural ayudó a cristalizar lo que muchos lectores siempre han anhelado: historias emotivas e inmersivas con tramas épicas y arcos románticos profundos y significativos». No hay más que echarle un vistazo a fenómenos como el de Rebeca Yarros con 'Alas de sangre' para comprobar que tiene razón. «El romantasy tardó en entrar en España. En otros países como Reino Unido o EE.UU. hace años que es un género asentado», indica Beatriz Blanco, que, junto a Natalia Martín, y bajo el seudónimo de las Hermanas Greenwood , acaban de publicar 'El mar de los ocultos' (Planeta), la segunda novela autoconclusiva de una serie basada en las distintas mitologías. Martín considera que el hecho de que muchos 'booms' vengan de esos lares ha dificultado en cierta forma que el romantasy 'made in Spain' despegara. «Ha costado un poquito empezar a moverlo y todavía cuesta que las lectoras apuesten por estas novelas, porque al final ves nuestro título y ves otro que viene con el marketing hecho del extranjero y es inevitable. La gente se va a ese porque al final es el que han visto en redes sociales». Las Hermanas Greenwood también firmarán en la Feria los próximos 8 y 14 de junio. «Nos hace muchísimo ilusión. Desde que salió 'La tierra de los dorados', hemos visto que, en cada firma, las colas se iban haciendo más y más largas… No nos lo creíamos», señala Blanco. A ambas les encanta el género y lo reivindican, pero no ignoran que hay un prejuicio por el hecho de estar escrito en su mayoría por mujeres : «Me da la sensación de que se rebaja mucho. En nuestro caso, la novela está categorizada como juvenil. Y lo pueden leer los jóvenes también, claro, pero nosotras sí que creíamos que debería ser categorizado como algo un poco más adulto. Por el hecho de estar escrito por mujeres se deja en ese apartado, un poquito más 'light' », afirma Martín. Este doble rasero no es nuevo. «Lo de 'Los juegos del hambre' fue un escándalo», corrobora Blanco. «Es una distopía brutal, con una crítica social tremenda, pero como la escribió Suzanne Collins, se colocó en la sección romántica. George R.R. Martin escribe librazos y nos encantan, que conste, pero sus historias tienen dragones, fantasía y sexo, y lo suyo no es romance». «La realidad es que a los autores (hombres) de fantasía no se les impone la etiqueta, mientras las autoras tenemos que ir reclamando que nuestras obras no entran dentro de esta categoría», aseveran Iria G. Parente y Selene M. Pascual . Esta última es ponente de la mesa redonda con el debate mencionado al principio del reportaje. Titulada 'Autoras de fantasía sin 'romantasy'', se lleva a cabo este 7 de junio en el evento literario LitCon dentro de la Feria. También españolas y también autoras a cuatro manos, Iria y Selene han firmado obras donde el romance tiene un peso central, como 'Pétalos de papel', pero su actual trilogía, 'Time Keeper' (de la que Molino publica ahora la segunda entrega, 'El eco del destino'), se mueve más en el terreno de la fantasía política y la reflexión social. «Incluso así -prosiguen-, ha
Hace apenas un año, la Feria del Libro de Madrid acogía una charla para explicar en qué consistía el romantasy, ese híbrido literario que fusiona fantasía y romance , entonces aún desconocido aquí. Hoy, ese mismo género encabeza las listas de ventas, copa las mesas de novedades en las librerías y ha conquistado el Retiro . En esta edición de 2025, el certamen plantea un debate consecuencia de su éxito: ¿Es posible ser autora de fantasía -con o sin romance- y escapar de esa etiqueta? Con ese salto, unido al fenómeno fan que acompaña cada firma en el Retiro (y hasta fuera de él), el certamen literario confirma un auge en España que incluso parece eclipsar los géneros que une. Lauren Roberts , autora de la saga 'Powerless', ha sido una de las escritoras más esperadas del certamen (Alfaguara acaba de publicar el desenlace 'Fearless'). Agotó en apenas cinco minutos las 750 entradas disponibles para su presentación y sesiones de firma del pasado fin de semana. Y Callie Hart , conocida por sus novelas de romance oscuro como 'Quicksilver' (Faeris), ilustra hasta qué punto el romantasy ha desbordado la propia estructura de la Feria. La autora británica no firmará dentro del Retiro. Por razones de seguridad y aforo , su editorial decidió trasladar las firmas fuera del recinto oficial. «Estoy impresionada con el entusiasmo de todos. ¡Significa muchísimo para mí!», señala a ABC Hart poco antes de su debut español, este 7 de junio. También es la primera vez para Elisa Kova , que viene a la feria con su última novedad, 'Arcana Academy' (Umbriel). «Aquí hay una pasión genuina por las historias que es contagiosa. Siempre me voy sintiéndome inspirada», indica la autora en referencia a los seguidores españoles con los que se encuentra este fin de semana en el Retiro. Nova también explica por qué, a pesar de que el romance ha existido siempre, este subgénero está ahora mismo en boca de muchos: «Tener una etiqueta concreta en el espíritu cultural ayudó a cristalizar lo que muchos lectores siempre han anhelado: historias emotivas e inmersivas con tramas épicas y arcos románticos profundos y significativos». No hay más que echarle un vistazo a fenómenos como el de Rebeca Yarros con 'Alas de sangre' para comprobar que tiene razón. «El romantasy tardó en entrar en España. En otros países como Reino Unido o EE.UU. hace años que es un género asentado», indica Beatriz Blanco, que, junto a Natalia Martín, y bajo el seudónimo de las Hermanas Greenwood , acaban de publicar 'El mar de los ocultos' (Planeta), la segunda novela autoconclusiva de una serie basada en las distintas mitologías. Martín considera que el hecho de que muchos 'booms' vengan de esos lares ha dificultado en cierta forma que el romantasy 'made in Spain' despegara. «Ha costado un poquito empezar a moverlo y todavía cuesta que las lectoras apuesten por estas novelas, porque al final ves nuestro título y ves otro que viene con el marketing hecho del extranjero y es inevitable. La gente se va a ese porque al final es el que han visto en redes sociales». Las Hermanas Greenwood también firmarán en la Feria los próximos 8 y 14 de junio. «Nos hace muchísimo ilusión. Desde que salió 'La tierra de los dorados', hemos visto que, en cada firma, las colas se iban haciendo más y más largas… No nos lo creíamos», señala Blanco. A ambas les encanta el género y lo reivindican, pero no ignoran que hay un prejuicio por el hecho de estar escrito en su mayoría por mujeres : «Me da la sensación de que se rebaja mucho. En nuestro caso, la novela está categorizada como juvenil. Y lo pueden leer los jóvenes también, claro, pero nosotras sí que creíamos que debería ser categorizado como algo un poco más adulto. Por el hecho de estar escrito por mujeres se deja en ese apartado, un poquito más 'light' », afirma Martín. Este doble rasero no es nuevo. «Lo de 'Los juegos del hambre' fue un escándalo», corrobora Blanco. «Es una distopía brutal, con una crítica social tremenda, pero como la escribió Suzanne Collins, se colocó en la sección romántica. George R.R. Martin escribe librazos y nos encantan, que conste, pero sus historias tienen dragones, fantasía y sexo, y lo suyo no es romance». «La realidad es que a los autores (hombres) de fantasía no se les impone la etiqueta, mientras las autoras tenemos que ir reclamando que nuestras obras no entran dentro de esta categoría», aseveran Iria G. Parente y Selene M. Pascual . Esta última es ponente de la mesa redonda con el debate mencionado al principio del reportaje. Titulada 'Autoras de fantasía sin 'romantasy'', se lleva a cabo este 7 de junio en el evento literario LitCon dentro de la Feria. También españolas y también autoras a cuatro manos, Iria y Selene han firmado obras donde el romance tiene un peso central, como 'Pétalos de papel', pero su actual trilogía, 'Time Keeper' (de la que Molino publica ahora la segunda entrega, 'El eco del destino'), se mueve más en el terreno de la fantasía política y la reflexión social. «Incluso así -prosiguen-, hay quienes hablan de la primera novela de la trilogía como un 'romantasy' y creemos que esto puede ir en detrimento de la obra: cuando una historia es marcada por una etiqueta, el público lector da por hecho de que va a encontrar una gran dosis de romance y eso hace que mucha gente se sienta engañada al no ver aquello que espera», aseveran. Para ellas, este hecho genera un doble problema: «Por un lado, responde a unos roles de género profundamente patriarcales y que parten de la idea equivocada de que, por ser mujeres, todo lo que nos interesa escribir es romance y, por otro lado, el abuso de la etiqueta hace que se pierda por completo su posible significado, así que tenemos mucho cuidado a la hora de usarla», advierten. Las etiquetas son el lenguaje de las redes sociales, donde el hashtag BookTok se ha convertido en la comunidad lectora más grande del mundo y ha revelado una nueva forma de vivir la literatura. E incluso de escribirla. Porque una de las grandes características de este fenómeno es que tanto seguidoras como autoras se retroalimentan . «Las reacciones de los lectores me inspiran. Ver qué resonó (o no) en mis historias me ayuda a crecer como autora y como persona. Si bien siempre busco ser fiel a la historia y a los personajes, también escribo pensando en mis lectores. Se trata de un equilibrio: crear lo mejor para la narrativa y, al mismo tiempo, honrar lo que mi público más ama. A veces doy en el clavo, a veces no, pero siempre agradezco a los lectores que se arriesgan con mis libros», reconoce Kova, que también participa en LitCon el 8 de junio. Las etiquetas también marcan el argumento. Las historias se articulan en tropos narrativos reconocibles a primera vista en un 'reel' o un 'post': 'slow burn' (antítesis del flechazo instantáneo), 'enemy to lovers' (del odio al amor), proximidad forzada…, son tropos que normalmente acompañan al título de la novela. «Estamos en una época de inmediatez , vas a tiro hecho. Seleccionas muy bien qué es lo que quieres leer. No es como cuando solíamos ir a las librerías a ver qué te encontrabas. Ahora vas directa a lo que quieres. Se tiene el tiempo justo para leer y se sabe sobre qué específicamente se quiere leer», afirma Natalia Martín. El más oscuro de todos estos clichés es el 'dark romance' , que explora la cara más descarnada de las relaciones en la que la violencia no está excluida. Hart es una de las autoras más señaladas del subgénero. «Me gusta leer y escribir historias con un tono más arriesgado, donde los personajes se enfrentan a dilemas morales complicados o a situaciones difíciles que ponen a prueba su carácter. El 'dark romance' funciona tan bien como género porque creo que mucha gente quiere leer sobre química y una conexión intensa entre dos personajes, pero también busca una trama que desafíe lo habitual en el romance», afirma la autora, que será la productora ejecutiva del filme basado en 'Quicksilver' que está preparando Netflix. Si hay algo que muchas lectoras actuales buscan con claridad es deseo. Erotismo. Sexo. « 'Cincuenta sombras de Grey' marcó un antes y un después. Despuntó de nuevo esas novelas eróticas que antes parecía que teníamos que esconder. Rompió un poquito ese estigma y volvimos a decir: 'Oye, pues voy a leer lo que me dé la gana'. Y es verdad que la fantasía y el romance han sido siempre dos géneros muy en auge, pero en paralelo. Hasta que han coincidido en un punto y tenemos la fantasía con ese toque de romance y erotismo que no tienes por qué perder. Creo que eso ha sido muy novedoso y es lo que engancha», concluye Beatriz Blanco.
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