Si te repele ‘La isla de las tentaciones’, pero quieres ver el bello arte de la seducción y la decadencia, tienes lo que buscas en ‘Cuentos de la luna pálida’

Para todo lo que se intenta defender a ‘La isla de las tentaciones’ como un entretenimiento necesario para descomprimir, hay muchas cosas cuestionables en ella desde el formato a la pura explotación emocional que, al final está manufacturada con increíble cuidado (incluso cuando descubren inesperados personajes como Montoya se empiezan a mover engranajes para sacarle todo el partido). Con todo, han conseguido convertir el éxito algo a lo que es difícil resistirse como humano que observa desde la barrera: ver la seducción como mecanismo hacia la caída personal. Por supuesto no voy a hacer una defensa de cómo el programa decide explotarlo, porque hoy apetece hablar de cine. Y en el cine, como sabemos, las historias cautivan, pero más aún las maneras en las que se cuentan. No hace falta bajar al barro para observar un fascinante relato de tragedia, corrupción y relaciones tambaleadas. Se puede abordar con la absoluta elegancia de los ‘Cuentos de la luna pálida’. El espectro de la guerra La película de Kenji Mizoguchi está considerada, merecidamente, una de las mejores de la historia de Japón, entrelazando un drama familiar en el Japón feudal con una estimulante tentación de tintes sobrenaturales. Una de esas obras que vale la pena ver una vez en la vida, sea por el motivo que sea, y que se puede ver en streaming en Filmin o incluso gratis en Plex. En Espinof 'El intendente Sansho', compasiva obra de arte Durante el largo periodo de guerra civil del período Sengoku, concretamente en la parte que transcurre en el siglo XVI, dos aldeanos esperan cultivar una fortuna para salir de la escasez que asola a sus familias. El primero busca ser alfarero, el segundo samurái, y ambos se dirigen a la ciudad para lograrlo, dejando sus familias en casa. Cumplir sus sueños será mucho más complicado, al menos hasta la inesperada ayuda de la misteriosa Lady Wakasa. Mizoguchi se introduce de lleno en la ambientación feudal que era popular en el cine de su país por aquel periodo, introduciendo en él sus particulares toques artesanía además de explorar una historia muy personal. De niño tuvo que observar como su padre llevo a la ruina a su familia por una aventura empresarial arriesgada (hasta el punto de tener que vender a su propia hija a una casa de geishas), así que encuentra la manera de plasmar con autenticidad la sensación de riesgo y vergüenza con los que estos hombres se meten en una espiral con tal de triunfar. ‘Cuentos de la luna pálida’: contemplando lo fantasmal Para plasmarlo se vale de unos valores de producción notables (que eran casi la norma en aquella época) y un estilo que deja respirar cada escena al máximo al resistirse a cortar, casi poseído todavía por una manera de contar previa a la revolución del montaje. Esto ayuda a crear una serie de escenas impresionantes, como aquella donde las familias se introducen en una estremecedora niebla con su embarcación, o los largos planos que compone cerca del final donde los personajes se mueven por una casa. En Espinof 'Rashomon': cómo la obra maestra de Akira Kurosawa cambió la crítica para siempre Lejos de ser exhibiciones de músculo por su parte, la contemplación de Mizoguchi con estas escenas permite que se introduzca bien un elemento fantasmal que es necesario para hacer alegórico el sentimiento profundo que quiere tocar, haciéndolo más entretenido pero también universal. La exquisitez de su factura lleva la historia a sus máximas dimensiones, creando un ejercicio de puro cine que además de entrar en la fragilidad de la carne humana examina también el coste del pasado y el conflicto como todo buen cine de fantasmas debería hacer. En Espinof | Las mejores películas de 2025 En Espinof | Las mejores películas de terror de la historia - La noticia Si te repele ‘La isla de las tentaciones’, pero quieres ver el bello arte de la seducción y la decadencia, tienes lo que buscas en ‘Cuentos de la luna pálida’ fue publicada originalmente en Espinof por Pedro Gallego .

May 22, 2025 - 17:15
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Si te repele ‘La isla de las tentaciones’, pero quieres ver el bello arte de la seducción y la decadencia, tienes lo que buscas en ‘Cuentos de la luna pálida’

Si te repele ‘La isla de las tentaciones’, pero quieres ver el bello arte de la seducción y la decadencia, tienes lo que buscas en ‘Cuentos de la luna pálida’

Para todo lo que se intenta defender a ‘La isla de las tentaciones’ como un entretenimiento necesario para descomprimir, hay muchas cosas cuestionables en ella desde el formato a la pura explotación emocional que, al final está manufacturada con increíble cuidado (incluso cuando descubren inesperados personajes como Montoya se empiezan a mover engranajes para sacarle todo el partido). Con todo, han conseguido convertir el éxito algo a lo que es difícil resistirse como humano que observa desde la barrera: ver la seducción como mecanismo hacia la caída personal.

Por supuesto no voy a hacer una defensa de cómo el programa decide explotarlo, porque hoy apetece hablar de cine. Y en el cine, como sabemos, las historias cautivan, pero más aún las maneras en las que se cuentan. No hace falta bajar al barro para observar un fascinante relato de tragedia, corrupción y relaciones tambaleadas. Se puede abordar con la absoluta elegancia de los ‘Cuentos de la luna pálida’.

El espectro de la guerra

La película de Kenji Mizoguchi está considerada, merecidamente, una de las mejores de la historia de Japón, entrelazando un drama familiar en el Japón feudal con una estimulante tentación de tintes sobrenaturales. Una de esas obras que vale la pena ver una vez en la vida, sea por el motivo que sea, y que se puede ver en streaming en Filmin o incluso gratis en Plex.

Durante el largo periodo de guerra civil del período Sengoku, concretamente en la parte que transcurre en el siglo XVI, dos aldeanos esperan cultivar una fortuna para salir de la escasez que asola a sus familias. El primero busca ser alfarero, el segundo samurái, y ambos se dirigen a la ciudad para lograrlo, dejando sus familias en casa. Cumplir sus sueños será mucho más complicado, al menos hasta la inesperada ayuda de la misteriosa Lady Wakasa.

Mizoguchi se introduce de lleno en la ambientación feudal que era popular en el cine de su país por aquel periodo, introduciendo en él sus particulares toques artesanía además de explorar una historia muy personal. De niño tuvo que observar como su padre llevo a la ruina a su familia por una aventura empresarial arriesgada (hasta el punto de tener que vender a su propia hija a una casa de geishas), así que encuentra la manera de plasmar con autenticidad la sensación de riesgo y vergüenza con los que estos hombres se meten en una espiral con tal de triunfar.

‘Cuentos de la luna pálida’: contemplando lo fantasmal

Cuentos De La Luna Palida 1953

Para plasmarlo se vale de unos valores de producción notables (que eran casi la norma en aquella época) y un estilo que deja respirar cada escena al máximo al resistirse a cortar, casi poseído todavía por una manera de contar previa a la revolución del montaje. Esto ayuda a crear una serie de escenas impresionantes, como aquella donde las familias se introducen en una estremecedora niebla con su embarcación, o los largos planos que compone cerca del final donde los personajes se mueven por una casa.

Lejos de ser exhibiciones de músculo por su parte, la contemplación de Mizoguchi con estas escenas permite que se introduzca bien un elemento fantasmal que es necesario para hacer alegórico el sentimiento profundo que quiere tocar, haciéndolo más entretenido pero también universal. La exquisitez de su factura lleva la historia a sus máximas dimensiones, creando un ejercicio de puro cine que además de entrar en la fragilidad de la carne humana examina también el coste del pasado y el conflicto como todo buen cine de fantasmas debería hacer.

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En Espinof | Las mejores películas de terror de la historia

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La noticia Si te repele ‘La isla de las tentaciones’, pero quieres ver el bello arte de la seducción y la decadencia, tienes lo que buscas en ‘Cuentos de la luna pálida’ fue publicada originalmente en Espinof por Pedro Gallego .