Carmen Posadas gana el XVI Premio Taurino Manuel Ramírez

La escritora Carmen Posadas ha sido galardonada con el XVI Premio Taurino Manuel Ramírez —coorganizado por la Real Maestranza de Caballería de Sevilla y ABC de Sevilla— por su artículo 'Arte y parte' , que apareció publicado en XL Semanal el pasado 26 de mayo de 2024. El texto es una defensa a ultranza de la Fiesta Nacional a raíz de la polémica medida que adoptó hace un año el ministro de Cultura, Ernest Urtasun , cuando decidió cancelar el Premio Nacional de Tauromaquia . Este galardón ha sido concedido por «unanimidad» por un jurado formado por el diestro Eduardo Dávila Miura ; el director de ABC de Sevilla, Alberto García Reyes ; el vicepresidente de Persán, Javier Moya Yoldi ; y el Teniente de Hermano Mayor de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, Santiago de León y Domecq , que ha actuado en calidad de presidente. La autora se ha mostrado emocionada al hablar con ABC, ya que se ha acordado de su padre con este galardón. «Él era muy taurino, por eso ha sido muy emocionante ganar este premio. Mi padre era devoto de Paco Camino y lo seguía en la medida de sus posibilidades cuando el trabajo se lo permitía». Para esta autora, ir con su padre a los toros era «como un rito o una religión». «Es muy importante conocer todas las particularidades de la lidia y así me inicié», añade a la vez que asegura que «siempre me han gustado los toros y sigo siendo muy aficionada. Este viernes veré a Roca Rey porque me gusta mucho. Pienso que estamos viviendo una edad de oro del toreo . Son toreros muy distintos, ya que Roca Rey no tiene nada que ver con Morante ni con Talavante. Son muy distintos». Afirma Carmen Posadas que cuando asistió a los toros por primera vez de pequeña «lo que más me asombraba era cuando las personas hablaban de una media verónica que había hecho Rafael de Paula en 1965. Podían conversar durante horas sobre algo que había durado un instante, menos de un minuto». Además, esta incide en que en aquellos años no había videos ni otros medios como hoy en día para reproducir las faenas. «En esos tiempos era prodigioso ver cómo a los aficionados se les quedaba grabado el instante y cómo lo contaban con minuciosidad» , rememora con añoranza. El artículo galardonado con el Premio Manuel Ramírez surge a raíz de la polémica medida adoptada el año pasado por el ministro Urtasun cuando eliminó el Premio Nacional de Tauromaquia. Sobre este aspecto, Posadas dice que « me pareció que un ministro de Cultura no considerara que los toros son cultura denotaba un poco de ignorancia por su parte . Muchas veces este tipo de actitudes refuerza la fiesta. Cuanto más ladran, más cabalgabas», subraya. También elogiaba esta autora el texto que El Juli escribió en defensa de la fiesta nacional cuando el maestro madrileño conoció la medida de Urtasun. «Las palabras de El Juli eran brillantes. Me llamó la atención esa forma de entender los toros, sin hacer demagogias ni atajos». Una de las frases más brillantes del artículo de Carmen Posadas señala que «los toros no son de derechas ni de izquierdas, ni de ricos ni de pobres, ni de ilustrados ni de legos, son de todos» . En este sentido, la ganadora del XVI Premio Taurino Manuel Ramírez señala que «lamentablemente vivimos en una época del pensamiento en pack. Si uno es de izquierdas tiene que ser de Green Peace, ir en bicicleta, no gustarle los toros... Como si uno fuera de una secta. Pero en los toros no te encuentras a todas las señoras de Chanel o a los hombres que fuman puros». Igualmente afirma que cuando va a los toros le gusta ir a la parte alta de los tendidos porque «ves a muchas mujeres que son muy entendidas. No se trata de ser de izquierdas ni de derechas, sino de tener sensibilidad. Además, en esa parte alta ves a gente que viene de muy lejos. El año pasado conocí en Madrid a un matrimonio que hizo cuarenta kilómetros de ida y de vuelta para ir a ver a Morante . Ese es el fervor de la fiesta. Comprendo que a alguien que no tiene esa sensibilidad le resulte difícil de entender cosas así», comenta. En cuanto a su opinión sobre la plaza de toros de la Maestranza de Sevilla, Carmen Posadas dice que « es la única plaza que emociona vacía . Todas las plazas emocionan cuando están llenas. Esa es la sensación del bullir de la gente, que es casi como un animal vivo, pero la Maestranza emociona vacía, o sea, que llena ni te cuento», sonríe. Además, la escritora añade que esta es una plaza «completamente distinta a las demás. Cada plaza tiene su personalidad, pero la Maestranza es única». En cuanto a la fascinación que la literatura ha mostrado desde siempre por lo taurino, la autora de 'Pequeñas infamias' subraya que esto es algo «lógico» porque «en los toros hay una lucha entre el torero y los toros. Es un juego de vida o muerte. Es lógico que los escritores se hayan fijado en el arte del toreo porque es una cosa única . No se me ocurre otro arte con ese juego de la vida y la muerte». Por último, dice que aún no ha podido ver el documental 'Tardes de soledad' , que el

May 19, 2025 - 18:30
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Carmen Posadas gana el XVI Premio Taurino Manuel Ramírez
La escritora Carmen Posadas ha sido galardonada con el XVI Premio Taurino Manuel Ramírez —coorganizado por la Real Maestranza de Caballería de Sevilla y ABC de Sevilla— por su artículo 'Arte y parte' , que apareció publicado en XL Semanal el pasado 26 de mayo de 2024. El texto es una defensa a ultranza de la Fiesta Nacional a raíz de la polémica medida que adoptó hace un año el ministro de Cultura, Ernest Urtasun , cuando decidió cancelar el Premio Nacional de Tauromaquia . Este galardón ha sido concedido por «unanimidad» por un jurado formado por el diestro Eduardo Dávila Miura ; el director de ABC de Sevilla, Alberto García Reyes ; el vicepresidente de Persán, Javier Moya Yoldi ; y el Teniente de Hermano Mayor de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, Santiago de León y Domecq , que ha actuado en calidad de presidente. La autora se ha mostrado emocionada al hablar con ABC, ya que se ha acordado de su padre con este galardón. «Él era muy taurino, por eso ha sido muy emocionante ganar este premio. Mi padre era devoto de Paco Camino y lo seguía en la medida de sus posibilidades cuando el trabajo se lo permitía». Para esta autora, ir con su padre a los toros era «como un rito o una religión». «Es muy importante conocer todas las particularidades de la lidia y así me inicié», añade a la vez que asegura que «siempre me han gustado los toros y sigo siendo muy aficionada. Este viernes veré a Roca Rey porque me gusta mucho. Pienso que estamos viviendo una edad de oro del toreo . Son toreros muy distintos, ya que Roca Rey no tiene nada que ver con Morante ni con Talavante. Son muy distintos». Afirma Carmen Posadas que cuando asistió a los toros por primera vez de pequeña «lo que más me asombraba era cuando las personas hablaban de una media verónica que había hecho Rafael de Paula en 1965. Podían conversar durante horas sobre algo que había durado un instante, menos de un minuto». Además, esta incide en que en aquellos años no había videos ni otros medios como hoy en día para reproducir las faenas. «En esos tiempos era prodigioso ver cómo a los aficionados se les quedaba grabado el instante y cómo lo contaban con minuciosidad» , rememora con añoranza. El artículo galardonado con el Premio Manuel Ramírez surge a raíz de la polémica medida adoptada el año pasado por el ministro Urtasun cuando eliminó el Premio Nacional de Tauromaquia. Sobre este aspecto, Posadas dice que « me pareció que un ministro de Cultura no considerara que los toros son cultura denotaba un poco de ignorancia por su parte . Muchas veces este tipo de actitudes refuerza la fiesta. Cuanto más ladran, más cabalgabas», subraya. También elogiaba esta autora el texto que El Juli escribió en defensa de la fiesta nacional cuando el maestro madrileño conoció la medida de Urtasun. «Las palabras de El Juli eran brillantes. Me llamó la atención esa forma de entender los toros, sin hacer demagogias ni atajos». Una de las frases más brillantes del artículo de Carmen Posadas señala que «los toros no son de derechas ni de izquierdas, ni de ricos ni de pobres, ni de ilustrados ni de legos, son de todos» . En este sentido, la ganadora del XVI Premio Taurino Manuel Ramírez señala que «lamentablemente vivimos en una época del pensamiento en pack. Si uno es de izquierdas tiene que ser de Green Peace, ir en bicicleta, no gustarle los toros... Como si uno fuera de una secta. Pero en los toros no te encuentras a todas las señoras de Chanel o a los hombres que fuman puros». Igualmente afirma que cuando va a los toros le gusta ir a la parte alta de los tendidos porque «ves a muchas mujeres que son muy entendidas. No se trata de ser de izquierdas ni de derechas, sino de tener sensibilidad. Además, en esa parte alta ves a gente que viene de muy lejos. El año pasado conocí en Madrid a un matrimonio que hizo cuarenta kilómetros de ida y de vuelta para ir a ver a Morante . Ese es el fervor de la fiesta. Comprendo que a alguien que no tiene esa sensibilidad le resulte difícil de entender cosas así», comenta. En cuanto a su opinión sobre la plaza de toros de la Maestranza de Sevilla, Carmen Posadas dice que « es la única plaza que emociona vacía . Todas las plazas emocionan cuando están llenas. Esa es la sensación del bullir de la gente, que es casi como un animal vivo, pero la Maestranza emociona vacía, o sea, que llena ni te cuento», sonríe. Además, la escritora añade que esta es una plaza «completamente distinta a las demás. Cada plaza tiene su personalidad, pero la Maestranza es única». En cuanto a la fascinación que la literatura ha mostrado desde siempre por lo taurino, la autora de 'Pequeñas infamias' subraya que esto es algo «lógico» porque «en los toros hay una lucha entre el torero y los toros. Es un juego de vida o muerte. Es lógico que los escritores se hayan fijado en el arte del toreo porque es una cosa única . No se me ocurre otro arte con ese juego de la vida y la muerte». Por último, dice que aún no ha podido ver el documental 'Tardes de soledad' , que el director Albert Serra dedica al maestro Roca Rey. «Me dio mucha alegría cuando ganó la Concha de Oro del Festival de San Sebastián porque se ha roto ese cordón sanitario que se le intentaba poner a los toros. Además, en San Sebastián no son sospechosos de nada», concluye. A continuación, se reproduce el artículo 'Arte y parte', que Carmen Posadas publicó en XL Semanal el pasado 26 de mayo de 2024 y con el que ha ganado el XVI Premio Taurino Manuel Ramírez. El arte no se explica, el arte se siente. Algo así me dijo un viejo taurino hace años. También añadió que, a diferencia de la literatura, la música, la plástica u otras disciplinas, incluido el teatro, un lance taurino es arte en vivo, es irrepetible, se crea ante los ojos del espectador, pasa y al mismo tiempo no pasa nunca porque vive para siempre en la memoria de quien lo ha visto desde el tendido. Por eso los aficionados hablan aún de aquel quite de Curro Romero de hace cuarenta años o del sublime par de banderillas de Paquirri citando al toro desde las tablas allá por 1982. Sé que defender el toreo desde el punto de vista del arte es polémico. De inmediato se alzarán mil voces para decir que maltratar a un animal no tiene nada de artístico, como tampoco lo tiene jugarse la vida para que te vean los 24.000 espectadores de Las Ventas o los cerca de 50.000 de la Monumental de México. Pero sé también que mal que le pese al señor Urtasun, ministro de Cultura, los toros no son de derechas ni de izquierdas, ni de ricos ni de pobres, ni de ilustrados ni de legos, son de todos. De todos aquellos que saben lo que ocurre en un ruedo, el rito, la exaltación, la épica, el pundonor, la presencia de la muerte con todo su horror y, a la vez, toda su belleza. El señor Urtasun acaba de cancelar el Premio Nacional de Tauromaquia porque entiende que «los premios nacionales están pensados para dar visibilidad a sectores culturales que tienen gran apoyo social y nosotros consideramos que en la actualidad la protección del bienestar animal ha ido en aumento en la sociedad». Otra de las frases del señor ministro es que él considera la cultura «una forma de combate», por lo que su intención es también descolonizar los museos con criterios «morales». He tenido que leerme una larguísima e intrincada explicación para enterarme de que dicha descolonización consiste en «establecer en los museos espacios de diálogo e intercambio que permitan superar un marco colonial anclado en las inercias de género o etnocéntricas que han lastrado hasta ahora la visión del patrimonio, de la historia y del legado artístico». Esto implica, entre otras cosas, devolver todas las piezas a su lugar de origen, ímproba –y carísima– tarea que de momento está paralizada. Total y para resumir: por lo que se ve, el señor Urtasun ha decidido erigirse en metro patrón de lo que es Arte. Y, sin embargo, como bien decía en un artículo reciente Julián López el Juli, último galardonado con el Premio Nacional de Tauromaquia, «con este tipo de decisiones, Urtasun antepone su ideología a sus funciones como ministro porque, le gusten o no los toros, un ministro no puede decidir qué es cultura y qué no, eso solo puede decidirlo el pueblo». Y yo agregaría, además, que, con su interés por velar por nuestro «bienestar» y nuestra «moral», quizá no se dé cuenta de que, con tanta prohibición y dirigismo, empieza a parecerse sospechosamente a los censores de tiempos que él tanto dice denostar. Tal vez no le vendría mal enterarse de que cuando Francia, en 2021, se convirtió en el primer país en declarar las corridas Patrimonio Cultural Inmaterial explicó que lo hacía porque: «… en su organización y desarrollo, la Fiesta está basada en el respeto que los ganaderos, toreros y aficionados sienten por el toro durante su lidia y cría», y añadía a continuación que consideraba que «la conservación ecológica de los espacios en los que el toro bravo habita está condicionada por la supervivencia de las corridas». Ya sé que este argumento no convencerá al ministro como tampoco el de que en España se sacrifican 700 millones de animales al año en condiciones mucho más penosas e inhumanas que morir luchando en una plaza. Pero es muy difícil argumentar con quien se cree en posesión de la verdad y no tiene en cuenta otros parámetros ni otras opiniones. Siendo como es ministro del ramo, quizá le interese saber que ese peligroso fascista que era García Lorca opinaba que los toros son la fiesta más culta, mientras que el no menos facineroso Valle-Inclán aseguraba que, si el teatro tuviese el temblor de la fiesta de toros, sería como esta: sublime, heroico, irrepetible. Pero, bueno, supongo que nada de esto comprende el señor Urtasun, porque él no ve más allá del salto de la rana de lo políticamente correcto.