He estado con mas de 700 mujeres… Un alicantino millonario se convierte en la nueva estrella de ‘First Dates’

Pablo, el alicantino millonario que sacudió ‘First Dates’ con su desparpajo y 75.000 hectáreas

El programa ‘First Dates’ de Cuatro sigue demostrando, noche tras noche, que el amor puede llegar de las formas más inesperadas… o no llegar en absoluto. En su emisión del jueves 15 de mayo, el espacio presentado por Carlos Sobera vivió uno de sus momentos más surrealistas gracias a Pablo, un alicantino de La Vila Joiosa que no dejó indiferente a nadie.

Con 42 años, Pablo se presentó como jefe de animación hotelera y coordinador de tres hoteles en Mallorca. Sin embargo, lo que realmente lo convirtió en protagonista de la velada no fue su currículum, sino su desbordante seguridad en sí mismo y su particular forma de hablar sobre su vida personal y profesional.

“Trabajo porque quiero. No me hace falta”

Pablo comenzó su intervención dejando claro su nivel adquisitivo:
“Mi nivel de vida es muy alto. Trabajo porque quiero. No me hace falta trabajar. Tengo la suerte de que tengo unos padres con muchísimo dinero”, afirmó con total naturalidad. Y aunque añadió que lleva años trabajando en lo que le apasiona, no ocultó su privilegio económico:
“Hay gente que no tiene esa suerte y tiene que currar”.

Con una sonrisa permanente, el vilero explicó que estudió Derecho, pero lo dejó al descubrir el mundo de la animación turística:
“Dije, a tomar por culo Derecho. He encontrado la felicidad en la animación y no gano mal”.

75.000 hectáreas y animales exóticos

El momento más asombroso de la cita llegó cuando Pablo desveló el origen de su riqueza familiar:
“Las tierras son de mis padres. Tengo 75.000 hectáreas en Villajoyosa. Es una locura, casi la mitad de la provincia. Tengo avestruces, caballos…”.
Carlos Sobera, visiblemente sorprendido, no pudo evitar una expresión de incredulidad ante semejante afirmación.

Un historial amoroso “animado”

Pero Pablo no se detuvo ahí. También aprovechó para presumir de sus conquistas:
“En 20 años de animación he tenido unas 700 u 800 mujeres. Un montón de mujeres”, aseguró. Aunque, pese a ese historial, decía tener claro lo que busca:
“Una chica humilde, simpática, agradable y, sobre todo, buena persona. Que me dé caña y alegría”.

Una cita sin conexión

La persona que compartió mesa con él fue Valérie, una comercial francesa de 39 años. A lo largo de la cena, la diferencia de estilos y prioridades entre ambos fue más que evidente. Ella se mostró incómoda con el enfoque vital de Pablo, y la conversación no fluyó.

Al final del encuentro, la decisión fue mutua: no hubo chispa, ni segunda cita, ni intención de seguir conociéndose. Aun así, la participación de Pablo fue, sin duda, una de las más llamativas y virales de la temporada.

Pablo, el vilero que no se guardó nada

Con su mezcla de excentricidad, desparpajo y seguridad en sí mismo, Pablo dejó una huella imborrable en el programa. Si bien no encontró el amor, consiguió lo que muchos buscan al pasar por televisión: que hablen de él. Y en ese objetivo, desde luego, cumplió con creces.