Propiedades de la salsa de soja: lo bueno, lo no tan bueno y cómo usarla mejor

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May 21, 2025 - 23:30
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Propiedades de la salsa de soja: lo bueno, lo no tan bueno y cómo usarla mejor

La salsa de soja es ese ingrediente que parece que no ocupa mucho espacio en la cocina, pero que tiene el poder de transformar un plato en segundos. Un chorrito basta para darle un toque salado, umami y sabroso a cualquier receta, ya sea de verduras, arroz, carne o incluso ensaladas.

Pero más allá de su sabor intenso, ¿sabías que también tiene beneficios para la salud? Eso sí, como casi todo en la vida, hay que saber cuándo y cómo usarla para sacarle partido sin pasarse.

¿Qué es exactamente la salsa de soja?

propiedades de la salsa de soja

La salsa de soja tradicional se elabora a partir de habas de soja fermentadas, trigo, agua y sal. Tras varios meses de fermentación, se obtiene ese líquido oscuro y concentrado que muchos tenemos en casa. Hay muchas variedades: japonesa (shoyu), china, oscura, ligera, baja en sal, sin trigo (para celíacos)… Cada una tiene su sabor y matices, pero todas parten del mismo proceso base.

Beneficios de la salsa de soja

1. Aporta sabor sin necesidad de añadir más grasa

Con unas gotas de salsa de soja podemos potenciar el sabor de un plato sin tener que recurrir a mantequilla, aceites en exceso o cubitos de caldo. Esto la convierte en una buena aliada para quienes buscan reducir calorías sin sacrificar el gusto.

2. Rica en umami

El umami es el famoso “quinto sabor” que hace que un plato sea más sabroso. La salsa de soja está repleta de compuestos que lo potencian, como el glutamato natural que se genera durante la fermentación. No es lo mismo que el glutamato añadido de forma artificial, sino un efecto que se produce de manera natural.

3. Fuente de antioxidantes

Algunas variedades de salsa de soja, sobre todo las fermentadas de forma tradicional, contienen compuestos antioxidantes que ayudan a proteger las células frente al envejecimiento y el daño oxidativo. No es que sea una fuente milagrosa, pero suma.

4. Puede ayudar a la digestión

La fermentación es clave aquí. Algunos estudios han sugerido que las salsas de soja naturales y no pasteurizadas (más difíciles de encontrar, eso sí) pueden contener enzimas y microorganismos beneficiosos que ayudan a la digestión, algo similar a lo que pasa con el miso o el kéfir.

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5. Bajo contenido calórico

Una cucharada de salsa de soja tiene unas 10-15 kcal. Es decir, prácticamente nada. Eso la convierte en un buen recurso para dar sabor sin sumar calorías, siempre que se controle la cantidad.

Contraindicaciones y precauciones al usar salsa de soja

Contenido en sal: el punto más delicado

El mayor “pero” de la salsa de soja es su alto contenido en sodio. Una sola cucharada puede superar los 800 mg de sodio, lo que supone más de un tercio del límite diario recomendado. Por eso no se recomienda abusar de ella, especialmente si tienes hipertensión o sigues una dieta baja en sal.

No apta para todo el mundo

Las versiones más comunes contienen trigo, así que no son aptas para personas con celiaquía o sensibilidad al gluten, a menos que se trate de una versión sin trigo (tamari, por ejemplo). También conviene revisar bien las etiquetas si sigues una dieta estricta en ingredientes.

Puede tener aditivos

No todas las salsas de soja del supermercado son iguales. Algunas versiones industriales incluyen colorantes, saborizantes artificiales o jarabes. Por eso es mejor optar por marcas que indiquen en la etiqueta “fermentación natural” o “tradicional”, y que tengan pocos ingredientes.

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¿Cómo usar la salsa de soja para sacarle partido?

  • En platos salteados: Con verduras, arroz o fideos. Un poco basta para que el sabor cambie por completo.
  • Para marinar: Es perfecta para marinar carnes o tofu. Mezclada con ajo, jengibre y un poco de miel o vinagre, queda espectacular.
  • En aliños: Si te gusta innovar en las ensaladas, mézclala con aceite de sésamo, vinagre de arroz y un poco de mostaza.
  • Con sopas o cremas: Unas gotas al final de la cocción le dan profundidad de sabor a casi cualquier sopa de verduras.

¿La salsa de soja engorda?

No. Por sí sola no engorda porque, como hemos visto, tiene muy pocas calorías. El problema puede venir si se usa en exceso o en platos muy calóricos. También hay que vigilar la retención de líquidos si tomamos mucha sal de forma continuada, y en eso la salsa de soja puede contribuir. Pero en cantidades razonables y dentro de una dieta equilibrada, no hay nada de qué preocuparse.

En resumen la salsa de soja tiene propiedades interesantes si la usamos con cabeza. Aporta sabor, es ligera y puede formar parte de una alimentación saludable. Eso sí, mejor en pequeñas cantidades y eligiendo bien qué tipo compramos. Si te animas a cocinar con ella, prueba a preparar un salteado de verduras con arroz, una sopa asiática o un marinado para pollo o tofu… y ya verás cómo cambia el plato.

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