Cómo dejar la cocina reluciente: limpieza a fondo paso a paso de forma fácil y efectiva

La cocina es uno de los centros neurálgicos de cualquier hogar, no solo por su papel funcional, también como núcleo social y eje de la vida familiar. La usamos a diario, por ella pasamos multitud de veces y, aunque no cocinemos como tal, se ensucia con casi solo mirarla. Pero mantener la cocina reluciente y ordenada puede ser fácil trazando un plan de limpieza a fondo básico que cubra todos los frentes. Solo hay que organizarse.

Sobra decir que cada cocina, como cada familia, es un mundo. El espacio y el diseño, el número de personas que la usan y los hábitos influyen de manera determinante en su estado y mantenimiento. Pero, en el fondo, cualquier cocina de tipo occidental actual cumple unos básicos comunes a todas que se extienden a las necesidades de limpieza. Lógicamente, quien cocine más a diario y para más personas tendrá que hacer un esfuerzo extra, lo que no quita que incluso el soltero que vive el 90% de su tiempo de precocinados también ensucie su cocina de diseño o de mini apartamento de alquiler.

Trazando un pan de limpieza y orden rutinario puedes tener tu cocina limpia en una hora optimizando el esfuerzo. Hablamos de una limpieza general, no de un plan de choque profundo tras una cena de celebración, después de Navidad o al volver de las vacaciones de verano. Se trata de aplicar una rutina cotidiana fácil de automatizar para tener la cocina en buen estado con el uso cotidiano. Es decir, la idea no es complicarse en exceso vaciando y descongelando la nevera o rascando la grasa incrustada del horno. Eso lo dejamos para otra ocasión a la que dedicaremos su apartado al final de esta guía.

Con qué frecuencia limpiar a fondo la cocina

La frecuencia de limpieza depende mucho de los hábitos y el uso de la cocina en cada hogar.  No es lo mismo desayunar, comer y cenar en familia en casa a diario que vivir solo o en pareja y cocinar solo los fines de semana porque almuerzas en la oficina de lunes a viernes. Aquí entra el sentido común y las necesidades de cada uno.

Dicho esto, una cocina estándar familiar necesitará una limpieza a fondo general una vez a la semana o cada dos semanas si el trajín es algo menor, manteniendo cierta rutina diaria de mantenimiento. Es decir, puede aguantar hasta quince días si limpias la placa después de cocinar, barres a diario y limpias las encimeras y frentes de electrodomésticos y muebles un par de veces a la semana.

Qué necesitas para una limpieza profunda

Plantear la limpieza es similar a encarar una receta: empieza preparando los ingredientes y utensilios. Es decir, revisa todos los accesorios de limpieza y los productos esenciales que necesites. No serías la primera persona que se encuentra con trapos sucios, guantes rotos, el aspirador sin cargar o la botella del friegasuelos vacío.

Estos son los útiles básicos que deberías tener, como mínimo, para una limpieza profunda de la cocina:

• Guantes resistentes a la lejía
• Delantal
• Paños (limpios)
• Cepillos y/o esponjas y bayetas
• Plumero o trapo especial para el polvo
• Jabón de limpieza o detergente multiusos
• Desinfectante específico o apto para la cocina
• Limpiador de frigorífico y horno (opcional)
• Limpiacristales
• Lejía o lejía con detergente
• Escoba y recogedor
• Aspirador con accesorio para espacios pequeños
• Fregona y cubo

Cómo limpiar a fondo la cocina: paso a paso

Recoger y despejar

Limpiar con trastos en medio es un incordio que solo ralentiza el trabajo e impide lograr un buen acabado. Lo primero es despejar todas las superficies de objetos sueltos: cables, vajilla, cuencos, libretas y cuadernos, bolis, juguetes, cerillas, libros o revistas, cubiertos, accesorios de cocina... Pasamos tanto por esta estancia que es normal que dejemos objetos que ni pertenecen a ella, sobre todo si hay niños. Recuerda despejar también estantes, baldas y el suelo.

Vacía el lavavajillas o friega los platos

Lo ideal es que el lavavajillas haya terminado su último ciclo y puedas vaciarlo, pero también puedes aprovechar para introducir la vajilla sucia que quede dando tumbos y ponerlo en marcha. Si no tienes, friega los platos a mano para dejar el fregadero despejado.

En Directo al Paladar

Por qué no hay que enjuagar los platos sucios antes de ponerlos en el lavavajillas

Muebles altos, estanterías y parte superior de los electrodomésticos

La regla básica de limpieza de empezar desde arriba y descender hacia abajo también se aplica en la cocina. En una limpieza a fondo queremos atacar también el polvo que se acumula sin darnos cuenta en la parte superior de muebles, estanterías y baldas, también encima de los electrodomésticos como la nevera o el lavavajillas. Usa un plumero o paños de microfibra con limpiador genérico o un quitapolvo específico.

Si estás encarando una limpieza muy profunda mensual o trimestral, te toca también limpiar armarios, vitrinas y cajones. Empezando por un extremo de la cocina, vacía estos espacios poco a poco sacando todo a una mesa o encimera, limpia por dentro y recoloca los objetos aprovechando para ordenar un poco mejor.

Paredes, ventanas, lámparas y puerta

Depende de la zona en la que vivas y de si la cocina tiene más o menos acceso al exterior, el polvo y la suciedad se acumulará con mayor o menor frecuencia en las paredes y lámparas. No hace falta limpiarlas semanalmente, pero tu ojo es el mejor juez para valorarlo.

Limpia el polvo y lava las ventanas por dentro y por fuera como harías con las del salón o un dormitorio, con detergente multiusos o limpiacristales, siempre procurando que no le dé el sol directamente al hacerlo. Repasa bien las lámparas; no te das cuenta del polvo que acumulan hasta que te acercas bien. Aprovecha también para limpiar el polvo y manchas de la puerta, enchufes e interruptores.

Placa de cocina: gas, vitro o inducción

Teóricamente la placa la limpiamos después de cocinar para que no se acumule la suciedad en exceso; en cualquier caso, en una rutina general hay que tomarse algo más de tiempo para dejarla bien.

Si son fuegos de gas, retira las piezas de metal y friégalas a mano o aprovecha el lavavajillas. Un limpiador antigrasa será el mejor ayudante para dejarlos impolutos, incluyendo los mandos. Para la vitrocerámica y la inducción necesitarás limpiadores específicos para cada superficie; lee bien las instrucciones y utiliza esponjas o trapos que no dañen el cristal.

Campana de cocina

La campana extractora acumula grasa en el exterior y en los filtros. Retira estos y ponlos a remojo en agua caliente con un poco de lavavajillas o, mejor, antigrasas desinfectante. Friega el resto del aparato a mano con un producto antigrasas que no dañe el metal inoxidable, retirándolos siempre con una bayeta húmeda que no raye. Enjuaga los filtros con agua y deja que se sequen antes de recolocarlos.

Horno

En una rutina general aplicaremos un lavado básico del horno limpiándolo por fuera, incluyendo el tirador, la pantalla y los mandos, y también con un repaso básico de la puerta por dentro.

Si está verdaderamente sucio podemos plantearnos incluir en esta ocasión la limpieza profunda del horno, sacando rejillas y bandejas y desmontando los raíles y piezas que necesiten el uso de un destornillador por dentro. Repasa nuestra guía sobre cómo limpiar el horno a fondo para dejarlo reluciente sin morir en el intento.

Nevera

Aplica la misma filosofía al frigorífico y congelador: no tienes que limpiarlos a fondo en una rutina general, pero sí hay que hacerlo, al menos, una vez cada tres meses. En la rutina semanal nos podemos centrar en las puertas y frentes, tiradores y gomas, así como un repaso general de las partes del interior más accesibles.

Para limpiar la nevera a fondo también hay que invertir más tiempo, vaciarla por completo y extraer bandejas, baldas y cajones, usando preferiblemente un producto limpiador específico para este electrodoméstico. También habrá que limpiar las rejillas y partes ocultas, así como el posible hielo que haya acumulado  el congelador. Aprovecha para repasar que no haya comida en mal estado o caducada.

Pequeños electrodomésticos

Quita polvo y suciedad de todos los pequeños aparatos que tengas expuestos en la cocina o que uses con frecuencia: microondas, tostadora, freidora de aire, cafetera, licuadora, procesador de alimentos, batidora de vaso, hervidor de agua, slow cooker, etc. Además de acumular polvo, pueden tener restos de comida, salpicaduras, huellas, pelo de mascotas, etc.

Limpiar el microondas puede llevar algo más de tiempo si lo usas con frecuencia, quizá teniendo que sacar el plato giratorio para fregarlo a mano. Recuerda seguir las instrucciones de cada fabricante para asegurarte de que no dañas ningún mecanismo.

En Directo al Paladar

El truco del vaso de agua en la freidora de aire es de los mejores que me han dado

Encimera

Aunque la laves casi a diario con el uso, es el momento de aplicar más detalle a acabar con cualquier resto de grasa, miguitas, restos de comida, pegotes pegajosos indeterminados y manchas sin clasificar. Es útil aspirar con un aspirador de mano para recoger cualquier resto sólido y después fregar la superficie con un desinfectante.

Los limpiadores que desinfectan la cocina suelen ser multiusos para todas las superficies, pero compruébalo en las instrucciones. Los materiales más delicados requieren detergentes más neutros y algún tratamiento especial, como la madera, siempre con cepillos o bayetas no abrasivos. El jabón lavavajillas neutro va muy bien para todos los materiales, pero procura secar después también muy bien.

El mármol y el granito son piedras porosas que requieren una limpieza básica diaria para no absorber grasa; el laminado se raya con facilidad y pueden aparecer manchas de cal que tendremos que eliminar con un antical o con mezcla de agua y vinagre; la madera nunca hay que dejarla húmeda y aplicaremos un aceite especial cada dos o tres meses para hidratarla.

Fregadero

A estas alturas el fregadero debería estar totalmente despejado, y le toca su turno. Usa vinagre blanco de limpieza o un producto específico para acero inoxidable para los grifos, aplica un desatascador de tuberías para mantener en buen estado los desagües, y friega con lavavajillas desinfectante toda la superficie interior y exterior.

Armarios y cajoneras

Es probable que el frente de los armarios y los cajones se hayan manchado durante el resto de la limpieza; termina limpiando todas estas superficies prestando especial atención a los tiradores y recovecos en el exterior. Puedes descubrir salpicaduras de grasa, chocolate, café o comida en los lugares más insospechados, además de polvo.

Suelo

Finalmente, toda limpieza de la cocina termina con el suelo. Barre la suciedad más visible, pasa el aspirador a conciencia por todos los rincones y recovecos -recuerda la parte inferior de muebles y electrodomésticos, así como esquinas, debajo la mesa o entre sillas, taburetes, camareras y carritos-.

Ahora ya está listo para fregar con un limpiador adecuado para el material que tengas, usando agua limpia y una fregona que también esté en condiciones. Puedes fregar con un friegasuelos neutro u optar por un producto específico para materiales concretos, como la madera, el terrazo o porcelánico. Es mejor emplear agua tibia o ligeramente caliente para disolver mejor la suciedad y acelerar el secado.

No dejes que se encharque, ya que la acumulación de agua puede dañar algunos materiales más delicados. Si las juntas de baldosas y azulejos siguen sucias tras pasar la fregona, usa un cepillo de limpieza no abrasivo.

Calendario o plan de limpieza de la cocina (cada cuánto tiempo limpiar qué)

Ya hemos mencionado que la frecuencia depende de cada casa y sus costumbres y necesidades, pero podemos establecer una frecuencia temporal aproximada recomendada.

A diario

• Platos sucios o lavavajillas (depende del número de personas en casa)
• Placa de cocina tras su uso
• Encimera
• Suelo (como mínimo, barrer y/o aspirar)

Una vez a la semana

• Frentes de armarios, estanterías y cajoneras
• Limpieza básica de horno y nevera
• Pequeños electrodomésticos
• Ventanas (si es necesario, por ejemplo si ha llovido)
• Puertas, enchufes, interruptores
• Campana extractora (o cada 15 días si se usa poco)
• Trapos y paños

Una vez al mes

• Nevera por dentro (depende de la suciedad o personas que la usen)
• Cajones y armarios de la vajilla por dentro
• Desinfección y limpieza del desagüe del fregadero
• Ventanas si no las hemos limpiado semanalmente
• Lavavajillas por dentro
• Horno por dentro
• Pequeño electrodoméstico que usamos menos

Cambio de estación o temporada

• Interior de la despensa a fondo (incluyendo recipientes, tápers, botes, etc)
• Piezas de vajilla que apenas usamos
• Nevera y congelador a fondo (incluyendo filtros, etc) también por debajo y detrás
• Horno a fondo (autolimpieza y/o desmontaje completo de rejillas y raíles, ventilador, etc)
• Filtro de lavavajillas
• Cubo/s de basura y reciclaje

Imágenes | Freepik/yanalya - rawpixel.com - prostooleh

En DAP | El sencillo truco para limpiar el doble cristal del horno sin desmontarlo

En DAP | Por qué no deberías mezclar nunca vinagre con bicarbonato para limpiar nada, según los expertos en química

-
La noticia Cómo dejar la cocina reluciente: limpieza a fondo paso a paso de forma fácil y efectiva fue publicada originalmente en Directo al Paladar por Liliana Fuchs .