Evita que tus tomates se agrieten justo cuando vas a cosecharlos siguiendo este sencillo consejo de riego

Los cuidadas, los mimas, los tutorizas y ves con ilusión que los tomates comienzan a salir. Observas como lentamente van creciendo, cambiando su color verde a ese rojo tan llamativo, y de repente y sin previo aviso, esos tomates que iban a dar alegría y sabor a tus ensaladas se agrietan y se parten justo antes de cosecharlos. El problema con los tomates agrietados no es solo estético. Una vez que un tomate se agrieta, hay insectos que pueden comenzar a alimentarse de la pulpa interior. Y pronto podrían aparecer moho y hongos, que se propagarían rápidamente por el interior de este fruto. Cuando nos sucede eso, siempre nos preguntamos qué hemos hecho mal, y si podemos hacer algo para evitar que nuestros tomates se rajen justo antes de cogerlos. Por suerte, la respuesta es que sí que se puede hacer algo al respecto de forma sencilla. En Decoesfera Si quieres comer tomates con el sabor de siempre, estas son las cinco variedades que mejor crecen en macetas para tener tu propio huerto urbano Qué hacer para que tus tomates no se agrieten Los tomates suelen agrietarse debido a los cambios en los niveles de riego. Si los estás cultivando al aire libre, es más probable que se agrieten si tras una lluvia intensa llega un periodo de sequía, o al revés. En los invernaderos en cambio, se puede controlar mejor la humedad y eso más complicado que esto suceda. Por eso, es recomendable construir un pequeño invernadero con un toldo de sombra. Pero aún así, lo mejor es mantener una rutina de riego constante para evitar que los tomates se agrieten. Lo principal que debes saber es que hay que evitar a toda costa que los tomates tengan un acceso irregular al agua, evitando que haya fluctuaciones extremas entre los riegos. La frecuencia del riego de las tomateras dependerá de factores como el clima, el tipo de suelo y la etapa de crecimiento de la planta. En condiciones normales habría que regarlos una vez al día evitando siempre el encharcamiento, aunque en climas muy cálidos podrías necesitar regar dos veces al día, una por la mañana y otra por la tarde. En cambio, si cultivas los tomates en suelos que retienen bien la humedad, puede bastar con regar cada dos días, asegurándote de que el suelo no se seque completamente entre riegos, ni que tampoco se encharque. La cantidad ideal es de 2,5 cm de agua por semana o un poco más hasta llegar a los 5 cm, aunque puedes adaptar esta cantidad dependiendo del clima con un truco sencillo: la prueba del dedo. Si aún no estás seguro de si regar, introduce el dedo unos 2,5 cm en la tierra donde crece la tomatera. Si ves que la tierra aún está húmeda, puedes esperar y repetir la prueba al día siguiente. Si la tierra se siente seca al tacto, significa que debes regar.  Esta es una excelente manera de asegurar que las tomateras tengan acceso a humedad constante y evitar que los frutos se agrieten. Esto es especialmente útil durante los calurosos meses de verano, cuando la tierra puede secarse más rápido de lo que crees. Además, es importante que al regar las tomateras te centres solo en la tierra, evitando mojar las hojas y los frutos. Así conseguirás que el agua penetre en las capas más profundas del suelo.  Fotografías | wirestock para Freepik, wirestock para Freepik En Decoesfera | Cuatro errores que no puedes cometer si cultivas tomates en tu huerto urbano (o arruinarás la cosecha) En Decoesfera | Si echas una cucharada de este ingrediente en los tomates tu cosecha saldrá espectacular - La noticia Evita que tus tomates se agrieten justo cuando vas a cosecharlos siguiendo este sencillo consejo de riego fue publicada originalmente en Decoesfera por Nacho Viñau Ena .

Jun 18, 2025 - 15:20
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Evita que tus tomates se agrieten justo cuando vas a cosecharlos siguiendo este sencillo consejo de riego

Evita que tus tomates se agrieten justo cuando vas a cosecharlos siguiendo este sencillo consejo de riego

Los cuidadas, los mimas, los tutorizas y ves con ilusión que los tomates comienzan a salir. Observas como lentamente van creciendo, cambiando su color verde a ese rojo tan llamativo, y de repente y sin previo aviso, esos tomates que iban a dar alegría y sabor a tus ensaladas se agrietan y se parten justo antes de cosecharlos.

El problema con los tomates agrietados no es solo estético. Una vez que un tomate se agrieta, hay insectos que pueden comenzar a alimentarse de la pulpa interior. Y pronto podrían aparecer moho y hongos, que se propagarían rápidamente por el interior de este fruto.

Cuando nos sucede eso, siempre nos preguntamos qué hemos hecho mal, y si podemos hacer algo para evitar que nuestros tomates se rajen justo antes de cogerlos. Por suerte, la respuesta es que sí que se puede hacer algo al respecto de forma sencilla.

Qué hacer para que tus tomates no se agrieten

Los tomates suelen agrietarse debido a los cambios en los niveles de riego. Si los estás cultivando al aire libre, es más probable que se agrieten si tras una lluvia intensa llega un periodo de sequía, o al revés. En los invernaderos en cambio, se puede controlar mejor la humedad y eso más complicado que esto suceda.

Por eso, es recomendable construir un pequeño invernadero con un toldo de sombra. Pero aún así, lo mejor es mantener una rutina de riego constante para evitar que los tomates se agrieten. Lo principal que debes saber es que hay que evitar a toda costa que los tomates tengan un acceso irregular al agua, evitando que haya fluctuaciones extremas entre los riegos.

Cultivar tomates

La frecuencia del riego de las tomateras dependerá de factores como el clima, el tipo de suelo y la etapa de crecimiento de la planta. En condiciones normales habría que regarlos una vez al día evitando siempre el encharcamiento, aunque en climas muy cálidos podrías necesitar regar dos veces al día, una por la mañana y otra por la tarde. En cambio, si cultivas los tomates en suelos que retienen bien la humedad, puede bastar con regar cada dos días, asegurándote de que el suelo no se seque completamente entre riegos, ni que tampoco se encharque.

La cantidad ideal es de 2,5 cm de agua por semana o un poco más hasta llegar a los 5 cm, aunque puedes adaptar esta cantidad dependiendo del clima con un truco sencillo: la prueba del dedo. Si aún no estás seguro de si regar, introduce el dedo unos 2,5 cm en la tierra donde crece la tomatera. Si ves que la tierra aún está húmeda, puedes esperar y repetir la prueba al día siguiente. Si la tierra se siente seca al tacto, significa que debes regar. 

Esta es una excelente manera de asegurar que las tomateras tengan acceso a humedad constante y evitar que los frutos se agrieten. Esto es especialmente útil durante los calurosos meses de verano, cuando la tierra puede secarse más rápido de lo que crees. Además, es importante que al regar las tomateras te centres solo en la tierra, evitando mojar las hojas y los frutos. Así conseguirás que el agua penetre en las capas más profundas del suelo. 

Fotografías | wirestock para Freepik, wirestock para Freepik

En Decoesfera | Cuatro errores que no puedes cometer si cultivas tomates en tu huerto urbano (o arruinarás la cosecha)

En Decoesfera | Si echas una cucharada de este ingrediente en los tomates tu cosecha saldrá espectacular

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