Global: el fracaso del viaje promocional del A380

Tenía que ser el gran viaje, el de la gran promoción, el que iba a convencer al mundo de que por fin habría una aerolínea verdaderamente lujosa, pero salió todo mal (El A380 de Global no se llena y baja los precios a la mitad). El vuelo inaugural de Global, desde Glasgow a Nueva York, […]

May 19, 2025 - 17:45
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Global: el fracaso del viaje promocional del A380

Tenía que ser el gran viaje, el de la gran promoción, el que iba a convencer al mundo de que por fin habría una aerolínea verdaderamente lujosa, pero salió todo mal (El A380 de Global no se llena y baja los precios a la mitad).

El vuelo inaugural de Global, desde Glasgow a Nueva York, fue preparado durante tres años. Y como tal, generó muchas expectativas, aunque no tanto entre los viajeros sino entre los blogueros e influencers que se dedican a la aviación. Allí estaba Patrick Shea, Noel Philips, Josh Cahill o Swiss 001. Todos son defensores del A380, todos quieren una aerolínea nueva, todos esperaban algo atractivo, pero las cosas no fueron bien.

Empezando por el avión: una experiencia inolvidable exige una aeronave en condiciones. Incluso en primera clase (Noel Philips), las cabinas están dañadas, tal como las dejó China Southern. No hay entretenimiento a bordo, con una excusa inverosímil.

Pero lo peor, con diferencia, el servicio. En clase business se prometió una comida y una cena. No es fácil de cumplir porque el vuelo dura apenas seis horas. Y encima, la comida se empezó a servir tres horas después de iniciado el viaje. De modo que sobre la marcha se canceló la cena. En todo caso, entre plato y plato los retrasos eran tales que aquello no acababa nunca.

Cahill, el más ácido, explica que era imposible que Global, encargando el servicio de HiFly de Portugal, pudiera ofrecer calidad. Porque el personal de HiFly no sabe cómo hacerlo. Ni tiene experiencia. De modo que aquello fue un querer y no poder.

A la mente de los viajeros vienen los nombres de Singapore o Qatar Airlines: evidentemente no es fácil ofrecer un servicio de calidad superior.

Los vuelos no se llenan, ni siquiera con los billetes al cincuenta por ciento de su precio original, de modo que habrá que seguir esperando a ver en qué acaba este proyecto surrealista.