El origen del mal

Este es un libro sobre la maldad. Desde sus recuerdos y sus miedos infantiles, el autor nos hace descender, como un moderno Dante, a los infiernos de la pederastia, el parricidio, el exterminio, el terror. Un obra íntima y desnuda, hermosa, en busca del monstruo que vive al otro lado de la calle o que quizá esté en nuestro propio interior.

En este making of Eduardo Boix reconstruye el origen de La estirpe (Ediciones del Viento).

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Antes de comenzar los estudios de filosofía en la UNED, comencé a dar vueltas a la idea de una tesis doctoral sobre la maldad. Como el tema es muy extenso, tanto como personas habitan el mundo, comencé a observar y analizar a todos los monstruos que, estando cerca o no de mí, me han fascinado. Primero de todo surgieron los asesinos en serie, los parricidas, los estafadores, los impostores… A lo largo de algunos años, trece más o menos, toda esa galería de personajes fue acumulándose en una carpeta del ordenador titulada ARCADIA. Escribí otros libros, infinidad de artículos, reseñas… y siempre que algún personaje siniestro se cruzaba en mi camino, recogía la información —fuera un artículo, un reportaje, un texto de un libro…— y lo metía en la carpeta.

Hasta que llegó la pandemia.

Me pasé casi todo el confinamiento trabajando. Por mi profesión de técnico en integración social de los servicios municipales de la ciudad de Elche, me tocó estar en primera línea gestionando las ayudas. Atendíamos telefónicamente, y presencialmente solo si era estrictamente necesario. La gente llamaba desesperada, angustiada. Nosotros teníamos la labor de calmar y dar soluciones, aunque estábamos tan asustados como los que teníamos al otro lado del teléfono. Al acabar la jornada, aunque en esos meses no veíamos el final, regresaba a casa y, para despejarme, comencé la escritura de un diario en un blog titulado Los confinados que acabó siendo un libro de una colección nueva que creamos Javier Cebrián, Ángeles Campello y yo en Frutos del Tiempo, la pequeña editorial que conducimos los tres. Aquellos textos que volqué en la red me sirvieron para reflotar recuerdos y para poner los pies en la tierra ante el apocalipsis que estábamos viviendo. Una noche, en plena fiebre de escritura, una imagen se cruzó por mi mente. En la televisión, que me acompañaba de fondo, apareció un señor que me produjo como un latigazo. Dejé el texto, subí el volumen del televisor y comencé a ver un documental sobre los nazis que, bajo la protección del gobierno de Franco, se habían refugiado en España, más concretamente en Denia, y, pasada la democracia, habían continuado con total impunidad. El cerebro reprodujo imágenes que creía olvidadas y me vino a la mente aquella carpeta del ordenador.

Comencé a ordenar a los monstruos. Otros surgieron. Algunos se fueron y dieron paso a algunos que podrían encajar. En estado febril, casi poseído por una fuerza externa, comencé la redacción de lo que no sabía si sería un ensayo, una novela o un híbrido de los dos. El resultado es La estirpe: Autobiografía del monstruo, una galería de personajes conocidos y anónimos que en su época realizaron tal daño que se les sigue recordando. No tengo recuerdo de los meses que duró la escritura del libro. Sí me vienen imágenes, escenas, pero no tengo una idea clara de cómo lo redacté, como si alguien ajeno a mí me poseyera en esas horas de escritura. Fue algo demoniaco, monstruoso. Aquella novela negra primigenia se convirtió en una especie de ensayo sobe la maldad. La maldad entendida como algo que puede surgir de dentro de cualquier persona. Un vecino, un familiar, un conocido… pueden ser capaces de la mayor de las atrocidades y nadie preverlo. Esa es la condición humana. Eso es lo que intenté reflejar. La estirpe es la historia dentro de la historia. Eso que no terminamos de ver, como el reflejo de alguien que se aleja de un retrovisor cuando un coche reanuda la marcha.

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Autor: Eduardo Boix. Titulo: La estirpe: Autobiografía del monstruo. Editorial: Ediciones del Viento. Venta: Todos tus libros.

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