El Real Madrid de luto: Fallece Marcel Sabou tras dar a España una lección de vida
Fallece Marcel Sabou, referente en la lucha contra la ELA y leyenda del Sporting Marcel Sabou ha fallecido este lunes en Gijón a los 56 años, tras más de una década combatiendo la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), enfermedad que le fue diagnosticada en 2013. La noticia ha sido confirmada por el Real Sporting de Gijón, ... Leer más

Fallece Marcel Sabou, referente en la lucha contra la ELA y leyenda del Sporting
Marcel Sabou ha fallecido este lunes en Gijón a los 56 años, tras más de una década combatiendo la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), enfermedad que le fue diagnosticada en 2013. La noticia ha sido confirmada por el Real Sporting de Gijón, club con el que vivió algunos de los momentos más significativos de su carrera futbolística y al que permaneció vinculado hasta sus últimos días.
El exfutbolista rumano no solo será recordado por sus goles o su paso por equipos de élite, sino por convertirse en un símbolo de la lucha contra una de las enfermedades más devastadoras del sistema nervioso. Tras recibir el diagnóstico, lejos de replegarse, Sabou emprendió una batalla por visibilizar la ELA y fomentar la investigación médica.
Un luchador dentro y fuera del campo
Con el apoyo incondicional de sus hijos, Marcel Sabou fundó la asociación InvestiguELA, una plataforma desde la que impulsó numerosas iniciativas solidarias a nivel local y nacional. Bajo su liderazgo, Gijón acogió partidos benéficos, campañas de recaudación de fondos y colaboraciones directas con el Sporting para ayudar a financiar proyectos científicos dedicados al estudio de la enfermedad.
Una de las acciones más reconocidas fue la venta de camisetas retro del Sporting, cuyos beneficios fueron destinados íntegramente a causas relacionadas con la ELA. Estos gestos consolidaron a Sabou como un ejemplo de superación y compromiso social, ganándose el respeto de miles de aficionados, no solo en Asturias, sino en toda España.
Ídolo en El Molinón
El club que más marcó su carrera fue, sin duda, el Sporting de Gijón, donde militó entre 1993 y 1996. En esos años, Sabou no solo ofreció buen fútbol sobre el césped de El Molinón, sino que también se convirtió en un ídolo para la afición rojiblanca. Su nombre quedó grabado para siempre en la memoria sportinguista por un gol decisivo que garantizó la permanencia del equipo en una temporada crítica, un momento aún recordado con emoción por los seguidores.
Su carácter cercano y afable reforzó aún más el cariño que siempre le profesaron los sportinguistas. Tras colgar las botas, Sabou mantuvo un vínculo estrecho con la ciudad de Gijón, que hizo suya y donde decidió asentarse durante su batalla contra la ELA.
Una carrera forjada en tres países
De nacionalidad rumana, Marcel Sabou se formó en el histórico Dinamo de Bucarest, donde comenzó su andadura en el fútbol profesional. Su talento le abrió las puertas de España, donde jugó en varios clubes, como el Real Madrid Castilla, el Tenerife, el Racing de Santander y, por supuesto, el Sporting.
Cerró su etapa como futbolista en Portugal, en las filas del Chaves. A lo largo de su carrera demostró una gran capacidad para adaptarse a diferentes ligas y estilos de juego, siendo valorado por su entrega y habilidad táctica.
Despedida de un ejemplo de vida
La muerte de Marcel Sabou deja un vacío profundo en el corazón de quienes lo conocieron, dentro y fuera del fútbol. Las muestras de afecto y reconocimiento no se han hecho esperar en redes sociales, donde aficionados, antiguos compañeros y entidades deportivas han lamentado su pérdida y celebrado su legado.
El Sporting, en su comunicado, trasladó su pésame a los familiares y amigos del exjugador, destacando su contribución tanto al club como a la causa de la ELA. “Una vida entregada al fútbol y a los demás”, podría resumir la trayectoria de este hombre que, desde la discreción, se convirtió en un héroe cotidiano.
Marcel Sabou no solo será recordado como futbolista, sino como un ejemplo de fuerza, dignidad y generosidad ante la adversidad. Su lucha continúa en el compromiso de quienes siguen defendiendo la investigación contra la ELA. Su legado, tanto en el deporte como en la vida, permanecerá imborrable.