Bustinduy, no ayudes más

El ministro español de Consumo, Pablo Bustinduy, se ha lanzado a defender a los consumidores que, al subir a un avión, especialmente de una compañía low cost, se ven obligados a pagar ciertas cantidades para poder llevar sus pertenencias básicas. Bustinduy ha hecho campaña en Europa y como hombre serio que es, ha sido muy contundente (Las aerolíneas podrán cobrar por el equipaje de mano).

El ruido que montó, ayudado por Facua, ha llevado a que Europa reconsidere sus políticas de equipaje de mano y se atreva, de una vez por todas, a fijar unas medidas para asegurar que las aerolíneas nos dan gratuitamente ese espacio mínimo para llevar algunas pertenencias.

Al final, aún a expensas de lo que pase en el Parlamento Europeo, el Consejo Europeo ha decidido reducir aún más el tamaño del equipaje gratuito. O sea que han hecho caso a Bustinduy y regular las medidas, pero el remedio ha sido peor que la enfermedad porque para Europa ese mínimo gratuito que se permite es incluso menos que lo que dejaba volar Ryanair.

Ryanair, la más tacaña en su política de maletas, permitía gratuitamente un bulto de 40 por 25 por 20, que en total eran el equivalente a 20 litros, mientras que ahora, entre otras cosas gracias al ruido del ministro Bustinduy (no, Facua, no me olvido de ustedes), las nuevas medidas serán de 40 por 30 por 15, o sea 18 litros.

No, Bustinduy, no ayudes más al pasajero porque el resultado del ruido que has montado ha sido empeorar las cosas, aunque tu imaginación te lleve a soñar lo que no ha ocurrido.