La cara con la que un soltero de ‘First Dates’ dejó a su cita al levantarse de la mesa y dejarla sola: »Me ha faltado chispa»

First Dates se ha consolidado como uno de los programas más veteranos y exitosos de la televisión actual. Bajo la conducción de Carlos Sobera, lleva más de nueve años abriendo su restaurante para ofrecer encuentros a ciegas que nunca pasan desapercibidos. En la entrega del martes por la noche, el conocido restaurante dio la bienvenida ... Leer más

Jun 12, 2025 - 03:40
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La cara con la que un soltero de ‘First Dates’ dejó a su cita al levantarse de la mesa y dejarla sola: »Me ha faltado chispa»

First Dates se ha consolidado como uno de los programas más veteranos y exitosos de la televisión actual. Bajo la conducción de Carlos Sobera, lleva más de nueve años abriendo su restaurante para ofrecer encuentros a ciegas que nunca pasan desapercibidos.

En la entrega del martes por la noche, el conocido restaurante dio la bienvenida a Mario, un artista granadino de 55 años que llegó con su inseparable guitarra, decidido a sorprender a su cita durante la cena.

Un hombre con ideas claras

Mario se describía como una persona muy independiente. “Creo que todos debemos tener nuestra individualidad y dentro de eso compartir momentos de calidad”, explicaba. Buscaba a alguien con quien pudiera compartir charlas interesantes. “Me gustan delgadas, bajitas y con fuerte personalidad”, añadía.

Su cita era Pilar, una camarera sevillana de 59 años que, al llegar, no ocultaba su seguridad en sí misma. “No lo voy a negar. Sé que gusto a los hombres porque si voy a un sitio me miran. Yo soy muy especial y muy exigente. Me gusta estar sola”, confesaba.

Primeras impresiones enfrentadas

El primer encuentro entre ambos no fue especialmente prometedor. “Es una mujer que se cuida, está muy bien”, reconocía él con simpatía. En cambio, Pilar era más crítica: “No es feo, pero no es mi prototipo de hombre”, sentenciaba con franqueza.

Ya en la mesa, los solteros comenzaron a charlar sobre sus gustos y aficiones. Mientras Mario disfrutaba del deporte y el senderismo, Pilar prefería las motos. “Yo no tengo moto. Soy más cagón, le tengo respeto”, admitía él. “Es un punto que no me gusta”, replicaba ella.

Sin conexión emocional

A medida que avanzaba la velada, las diferencias entre ambos seguían marcando distancia. Pilar sentía que faltaba química. “Que yo lo vea y que me impacte. No espero un bellezón de hombre, pero que me impacte”, subrayaba. En cambio, Mario creía lo contrario: “Hemos conectado bastante”, decía esperanzado.

Sin embargo, algo sí compartían: ninguno de los dos tenía interés en convivir con otra persona. “He estado muy a gusto cenando con ella y me ha hecho sentir de una manera muy agradable”, comentaba él, sin anticipar lo que Pilar estaba a punto de revelar.

Una confesión inesperada y una sorpresa musical

La conversación tomó un giro inesperado cuando Pilar confesó su experiencia íntima. “No tengo ninguna fantasía sexual, ya lo he hecho todo”, afirmaba divertida. Poco después, Mario se levantaba de la mesa sin decir palabra, dejando a Pilar intrigada. Su repentina salida tenía una razón especial: había preparado una actuación musical con la que quería sorprenderla. Sin embargo, la respuesta de Pilar fue tajante. “Es graciosa, pero no es mi estilo de música. No me va, yo no iría a un concierto de él”, admitía.

Al final de la cita, los dos solteros coincidieron en que no había surgido la chispa necesaria. “No tendría una segunda cita porque me ha faltado chispa. Parecía que estaba con un amigo”, explicaba ella. Mario estaba de acuerdo: “Yo tampoco tendría una segunda cita porque no ha salido esa chispa”, concluyó.