No edificar más, sino mejor: dos viviendas en Mallorca construidas desde la memoria
En el casco antiguo de Artà (Mallorca), dos Viviendas de Protección Oficial se alzan para demostrar cómo la arquitectura puede, y debe, dialogar con el pasado. Este proyecto, firmado por Montis Sastre Arquitectura y DRDR Arquitectura, convierte una estructura en ruinas en un edificio plurifamiliar consciente, sensible y profundamente conectada con el lugar. Construir desde […] La entrada No edificar más, sino mejor: dos viviendas en Mallorca construidas desde la memoria se publicó primero en Diario design.

En el casco antiguo de Artà (Mallorca), dos Viviendas de Protección Oficial se alzan para demostrar cómo la arquitectura puede, y debe, dialogar con el pasado. Este proyecto, firmado por Montis Sastre Arquitectura y DRDR Arquitectura, convierte una estructura en ruinas en un edificio plurifamiliar consciente, sensible y profundamente conectada con el lugar.
Construir desde lo preexistente
Finalista en los Premios de Arquitectura del CSCAE 2025, este proyecto parte de una idea sencilla pero poderosa: no construir más, sino construir mejor. En lugar de borrar lo existente, Montis Sastre Arquitectura y DRDR Arquitectura toman como base una vivienda entre medianeras de más de cien años, en estado ruinoso, y la convierten en el concepto del nuevo diseño.
Lo que podría haber sido un obstáculo se convierte en una oportunidad. Así, cada decisión se ha guiado por la premisa de reutilizar al máximo: vigas de madera maciza, tejas cerámicas, baldosas hidráulicas de distintos colores o antiguos rodapiés encuentran un nuevo lugar en las viviendas. Además, los elementos originales se han adaptado mediante intervenciones respetuosas, sin forzar su naturaleza ni su memoria.
Gracias a este enfoque, el proyecto conserva el carácter de la construcción original, dotándola al mismo tiempo de una nueva funcionalidad. No se trata solo de rehabilitar, sino de hacerlo con coherencia, evitando artificios y dejando que hablen los materiales, el tiempo y la arquitectura del lugar.
Materiales con origen y sentido
Más allá de los conceptos, la sostenibilidad aquí se toca. Se palpa en los ladrillos cocidos con biomasa, en el aislamiento de algodón reciclado, en la cal que une, reviste y respira. De hecho, cada elemento ha sido seleccionado tanto por su eficiencia como por su coherencia con la arquitectura del lugar.
Por otra parte, ambos estudios han evitado el uso de PVC, poliuretano y otros derivados del petróleo en la construcción de estas dos Viviendas de Protección Oficial para apostar por soluciones sencillas, accesibles y duraderas. Por ejemplo, las pinturas y tratamientos para la madera son naturales y libres de metales pesados.
Esta forma de construir, honesta y consciente, reduce residuos y emisiones a la vez que se relaciona con su entorno de una forma más saludable y duradera. A través de un lenguaje compuesto por texturas irregulares, imperfecciones visibles y por las huellas del proceso.
Atención a la habitabilidad
Las dos viviendas protegidas, de tipo dúplex y modestas dimensiones, aprovechan al máximo la estrechez de la parcela entre medianeras. Ambas cuentan con ventilación cruzada, protección solar y alegres patios y balcones que mejoran las condiciones de habitabilidad.
Además, se han incorporado estrategias pasivas de eficiencia energética, como la orientación de las vidrieras al sur para captar el calor en invierno, o el uso de celosías y pérgolas que permiten el crecimiento de vegetación caduca para aportar sombra en verano.
Así pues, estas decisiones no son accesorias. Responden a una manera de proyectar que pone en el centro la relación entre arquitectura, clima y calidad de vida. Porque el confort no depende de máquinas, sino de un diseño estratégico.
Arquitectura de proximidad
El proyecto adquiere su nombre KM.0,015 por la longitud de la parcela, pero también por el enfoque: trabajar con lo que se tiene a mano. Este enfoque no se limita a los materiales, sino que abarca también la forma de intervenir, el ritmo de la obra y la mirada puesta en lo esencial. Por eso, la imperfección de los materiales reutilizados aparece como parte del lenguaje del edificio. Y ese lenguaje habla de tiempo, de memoria y de respeto por lo que ya estaba.
En definitiva, estas dos Viviendas de Protección Oficial son un ejemplo de buena arquitectura sostenible en Mallorca que no solo resuelven una necesidad habitacional. También demuestran que es posible proyectar con rigor técnico y sensibilidad, incluso en proyectos pequeños y con recursos limitados. Porque rehabilitar, en este caso, es también habitar con más conciencia.
Fotografía: Lluís Bort
La entrada No edificar más, sino mejor: dos viviendas en Mallorca construidas desde la memoria se publicó primero en Diario design.