Amos y Boris, de William Steig: la risa admirable

“Una noche, surcando el mar fosforescente, se maravilló al ver a varias ballenas expulsando chorros de agua luminosa, y más tarde, acostado sobre la cubierta del barco, contemplando el inmenso cielo estrellado, se sintió parte de todo aquello y rodó y rodó por la cubierta del barco hasta caer al mar […] Comenzó a imaginar... Leer más La entrada Amos y Boris, de William Steig: la risa admirable aparece primero en Zenda.

Jun 13, 2025 - 13:35
 0
Amos y Boris, de William Steig: la risa admirable

En Amos y Boris, William Steig encarnó perfectamente una de esas parejas para las que los preceptistas del Renacimiento acuñaron el concepto de “la risa admirable”, la risa generosa que surge de la amistad, de la relación libre entre amigos. El álbum, en formato apaisado, daba muestras de su talento plástico (la vivacidad del trazo, el efecto cómico de las escalas, el manejo de la acuarela para conseguir efectos de luz: la tarde calurosa, la mañana de lluvia, la noche en alta mar) y de su capacidad literaria, que le permitía construir relatos sugerentes con gran economía de medios y sin renunciar nunca a la reflexión elevada, a una consideración valiente sobre la condición de la existencia (recuérdense sus novelas ilustradas: El gran viaje de Dominic, Las isla de Abel o el coraje ejemplar de Irene):

“Una noche, surcando el mar fosforescente, se maravilló al ver a varias ballenas expulsando chorros de agua luminosa, y más tarde, acostado sobre la cubierta del barco, contemplando el inmenso cielo estrellado, se sintió parte de todo aquello y rodó y rodó por la cubierta del barco hasta caer al mar […] Comenzó a imaginar cómo sería ahogarse. ¿Tardaría mucho? ¿Sería una sensación horrible? ¿Su alma iría al cielo? ¿Habría otros ratones allí arriba?”

Este pasaje, en el que un pequeño ratón llamado Amos cae a las aguas del océano, de donde será rescatado in extremis por la gran ballena Boris, da paso a una historia de su amistad, sostenida por la admiración mutua y el aprendizaje de la convivencia.

Para ejemplificar la simetría de la amistad (el Steig infantil siempre fue partidario de un didactismo bienhumorado), la historia cuenta con una segunda parte donde el pequeño ratón devuelve el favor a la ballena, salvando su vida gracias a la ayuda de una pareja de elefantes. La página final, que integra a todos los personajes y escenarios de la historia, es un primor de síntesis. Y que elija a los grandes paquidermos terrestres para salvar al aún mayor mamífero marino, guiados por un pequeño roedor (y guiñando con ello un ojo al viejo Plinio y a su leyenda sobre el pavor de los elefantes a los ratones) es un nuevo ejercicio de gran humor, marca de la casa.

—————————————

Autor: William Steig. Traductor: Jorge de Cascante. Título: Amos y Boris. Editorial: Blackie Books. Venta: Todos tus libros.

La entrada Amos y Boris, de William Steig: la risa admirable aparece primero en Zenda.