Eduardo García pide volver a ‘La que se avecina’ y se lleva un zasca demoledor de los hermanos Caballero: «Después de llamarnos…»

El peso de la fama.

En el argot del espectáculo, un “juguete roto” es alguien que fue famoso en su momento y terminó cayendo en el olvido, muchas veces por una mezcla de decisiones cuestionables, presiones del medio y escasa red de apoyo. No es raro que estos rostros populares acaben siendo objeto de nostalgia, cuando no de lástima, en reportajes que los muestran como sombras de lo que fueron. La televisión, que un día te encumbra, al siguiente puede relegarte al anonimato sin previo aviso.

Ser conocido no es sinónimo de estabilidad. La industria es rápida, cambiante y, sobre todo, implacable. Quienes no logran reinventarse o mantenerse en la conversación acaban desapareciendo, aunque en su día acumularan audiencias millonarias. El caso del actor Eduardo García es un ejemplo claro: pasó de ser uno de los rostros más reconocibles de la ficción española a convertirse en una figura excluida del reparto que lo hizo famoso.

García interpretó durante años al hijo de “Los Cuquis” en La que se avecina, una de las series más populares del país. Pero su alejamiento del proyecto no fue precisamente cordial. Ahora, tras un tiempo fuera del foco mediático, ha manifestado su deseo de regresar a la serie. Sin embargo, sus palabras pasadas y las heridas que dejó su salida parecen haber sellado su destino.

Entre bambalinas, nada es lo que parece.

Quienes sí siguen firmes al frente del barco son los hermanos Caballero: Laura y Alberto. Responsables del fenómeno que fue Aquí no hay quien viva y después La que se avecina, han ampliado su universo creativo con títulos como Machos Alfa o Muertos S.L.. Su sello es inconfundible, y su capacidad para conectar con el público sigue intacta.

En una entrevista reciente con El Televisero, los Caballero ofrecieron pistas jugosas sobre el futuro inmediato de su comedia estrella. “En mitad de la grabación de la decimoséptima temporada. Un momentazo, porque llegamos al capítulo 200. Y habrá algo especial. Muy especial. No os imagináis lo que vamos a hacer”, adelantaron. La expectación está servida.

Pero, a pesar del entusiasmo, también dejaron entrever las complejidades del sistema de emisión actual. “Estamos grabando la decimoséptima temporada y no han emitido ni la decimoquinta, ni la decimosexta”, explicaron. La serie se ve antes en Amazon Prime que en Mediaset, y eso cambia completamente las reglas del juego: “Ya no es lo mismo el estreno en abierto, ya no es lo mismo que antes”.

Pasado enterrado, futuro asegurado.

A pesar del caos en la programación, los Caballero confirmaron que habrá una temporada más: “Es segura. Nos queda otra, sí sí”. Con esto, La que se avecina se asegura seguir reinando en el ecosistema televisivo español durante, al menos, un año más. Una longevidad que muy pocas series pueden permitirse.

El regreso de antiguos personajes, sin embargo, no está entre sus planes. Sobre Eduardo García fueron categóricos: “Después de llamarnos cocainómanos, igual está feo ¿no? Quiero decir, que le vaya muy bien en la interpretación y que tenga mucha suerte en su reencuentro con el audiovisual. Con nosotros, desde luego, con todo el cariño del mundo, no va a suceder”. Un portazo elegante, pero portazo al fin y al cabo.

El caso recuerda que en televisión, como en la vida, las relaciones cuentan tanto como el talento. Lo que se dice, lo que se calla y lo que se rompe a veces no tiene arreglo. Ser un “juguete roto” es, al final, una advertencia silenciosa para todos los que un día brillan bajo los focos.