Un soltero de ‘First Dates’ es criticado al rechazar fulminantemente a su cita por su nacionalidad: »Eso no te lo perdono»

Los seguidores del programa First Dates ya están habituados a encontrarse con todo tipo de encuentros románticos, algunos exitosos y otros marcados por los desencuentros. Hay citas en las que surge la chispa desde el primer momento, pero también hay otras en las que un simple detalle puede marcar un antes y un después. Eso ... Leer más

Jun 14, 2025 - 08:10
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Un soltero de ‘First Dates’ es criticado al rechazar fulminantemente a su cita por su nacionalidad: »Eso no te lo perdono»

Los seguidores del programa First Dates ya están habituados a encontrarse con todo tipo de encuentros románticos, algunos exitosos y otros marcados por los desencuentros. Hay citas en las que surge la chispa desde el primer momento, pero también hay otras en las que un simple detalle puede marcar un antes y un después.

Eso fue exactamente lo que ocurrió en la cita entre Carlos, un funcionario de 45 años de Logroño, y Belén, una bailarina y terapeuta sexual argentina de 40 años. Carlos llegaba al restaurante de Cuatro declarando con orgullo una de sus grandes pasiones: el deporte. «Siempre dedico un momento del día a mis dos horas al gimnasio», confesaba.

Una vida centrada en sus hijos y en el ejercicio

En cuestiones del corazón, Carlos no había tenido demasiada suerte. «Llevo seis años sin pareja. He dedicado mucho tiempo a mis hijos y siempre han sido la prioridad. Y el tema de mujeres lo he dejado olvidado», comentaba con honestidad. Acudía al programa con la esperanza de encontrar a alguien con quien compartir aficiones y construir algo juntos. «Me gustan atléticas. Me gustan las que hacen mucho deporte y tienen ese físico atlético», afirmaba.

Belén no tardó en llamar su atención desde el primer momento, sobre todo por su llamativa profesión. «Ayudo a las personas a que vivan su sexualidad de una forma más placentera», explicaba ella con naturalidad. Ante esto, Carlos no podía evitar mostrar su sorpresa: «Me he quedado muy sorprendido porque no conozco a nadie que se dedique a este tema».

Diferencias desde el inicio

Después de una breve charla inicial, la presentadora los acompañó hasta su mesa. Allí comenzó una cena marcada por la tensión, la timidez y, sobre todo, por las diferencias. Belén aprovechó la conversación para hablar de su amor por el baile, una pasión que no era compartida por su cita. «Yo odio el baile», admitía Carlos sin rodeos.

La conversación continuó revelando más diferencias. Belén confesaba ser una mujer muy activa, amante de la naturaleza y con ganas constantes de experimentar cosas nuevas. Un estilo de vida que contrastaba completamente con el de Carlos. «Yo soy más de planes tranquilos», decía él. La propia Belén resumía la incompatibilidad con claridad: «Yo soy una persona que siempre quiere probar cosas nuevas y arriesgarse. Y él es muy tranquilo y muy opuesto a mí. Y eso no me gusta».

Expectativas incumplidas

Sin embargo, lo que realmente marcó un punto de no retorno en la cita fue el tema del origen. Carlos no se esperaba encontrarse con una argentina. «Esperaba a alguien de España. Quería a una española porque en el pasado estuve con alguien de fuera y no me fueron bien las cosas», explicaba con franqueza.

En mitad de la cena, Carlos abrió su corazón y compartió uno de sus mayores temores. «Soy divorciado y no me gustó la experiencia. Me ha hecho tener miedo por empezar algo otra vez porque siempre tienes en la cabeza ‘¿volveré a lo mismo?'», expresaba con cierta tristeza. Belén, por su parte, no tardó en responder con firmeza: «El que no arriesga no gana. Si le da miedo comenzar una relación, no está preparado para iniciar una relación con otra persona».

Sin puntos de conexión

A pesar de que ambos se sinceraron sobre sus vivencias amorosas, el tema del país de origen seguía pesando para Carlos. «Las culturas son diferentes y siempre va a haber algún choque. No termina de convencerme», afirmaba con convicción.

Del lado de Belén, tampoco había surgido ningún tipo de conexión emocional o física. «Mi prototipo de hombre es otro. Me gustan altos y con barba», confesaba con claridad. Las diferencias se hacían cada vez más evidentes.

Un final sin sorpresas

Como era de esperar, la decisión final fue unánime y sin giros inesperados. «No tendría una segunda cita porque físicamente no he sentido atracción y yo quería una española por experiencias pasadas que he tenido malas», explicaba Carlos con sinceridad.

«Yo tampoco tendría una segunda cita. No me llamó la atención y su personalidad no tiene nada que ver con la mía. Y lo de que sea argentina, eso no te lo perdono», concluía tajante Belén, dejando claro que la cita no había cumplido las expectativas de ninguno de los dos.