Los Javis homenajean a Pedro Almodóvar con una carta de amor para su maestro

Cuando Pedro Almodóvar dirigió su primera película en 1980, Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, Los Javis no habían nacido. Javier Ambrossi lo haría cuatro años después, cuando el cineasta ya habría estrenado otras dos obras, Laberinto de pasiones y Entre Tinieblas y estaba a punto de hacerlo con ¿Qué he hecho yo para merecer esto? Javier Calvo nacería otros siete años más tarde, en 1991, con Almodóvar ya convertido en un icono internacional gracias al éxito de Mujeres al borde de un ataque de nervios en 1988, por la que obtuvo ya su primera nominación al Oscar.

Sin embargo, hay algo en Los Javis, en la forma en la que han sabido captar el hablar de la calle, en su frescura o en su capacidad para mezclar géneros sin prejuicios, que ha hecho que desde sus primeros trabajos les compararan con él. Ellos nunca se han cansado de repetir que si hay un nombre que les haya influido es, por supuesto, Almodóvar. Lo demostraron hasta con la gala de los Goya que presentaron, donde coincidiendo con los 25 años del triunfo de Todo sobre mi madre recrearon una de sus míticas escenas y consiguieron que el propio Almodóvar subiera al escenario a participar en él.

Aquel homenaje fue uno de los gérmenes de Pedro x Javis, el especial sobre el director de obras maestras como Volver o Dolor y Gloria que Javier Calvo y Javier Ambrossi han dirigido y pensado y que se podrá ver en Movistar Plus+ desde el 19 de junio. El otro fue más peculiar. En enero del año pasado, Los Javis celebraron el éxito de La Mesías con una fiesta especial llena de actuaciones que recreaban escenas de la película y a la que acudió Pedro Almodóvar. Esa fiesta tenía mucho ya de homenaje a las que celebrara el manchego tras cada uno de sus estrenos, donde se realizaban performances, se cantaban canciones y se bailaba en algo que formaba pare de la propia promoción del estreno.

Fue allí donde se forjó una relación que ya no era solo de admiración y respeto, sino de amistad, y donde los Javis comenzaron a pensar que aunque se había hablado mucho de Almodóvar, nadie le había hecho un “homenaje al mejor director de España”. Decidieron ponerse manos a la obra. “No había nada que explorara su cine a fondo, que homenajeara a una leyenda viva. Y teníamos muchas cosas que preguntarle”, decía Javier Calvo en una pequeña presentación para la prensa que realizaron antes de proyectar por primera vez Pedro x Javis.

Finalmente, han sido tres episodios, aunque su idea inicial era realizar uno por cada película del director. Su ambición desmedida se redujo a esos tres capítulos que están articulados en torno a varios de los temas fundamentales del cine de Almodóvar. El primero es 'Amigas y Madres', el segundo 'Ley y Deseo'; y el tercero 'Muerte y Cine'. La idea del especial era, también “revivir el espíritu de la edad de oro de la televisión” y poner en valor “el silencio y la reflexión”. Por ello se pusieron como norma que no hubiera preguntas impostadas y que, obligatoriamente, todo “respirara mucho amor”.

Ese amor se nota en el cuidado que ponen a un proyecto que más que un mero documental acaba siendo un proyecto de los Javis, con todo el despliegue que les caracteriza. Aunque son tres conversaciones con Almodóvar lo que sirve de hilo conductor de los tres episodios —que giran en torno a los temas ya comentados—, Calvo y Ambrossi deciden mostrar las bambalinas de la realización, con ellos y sus guionistas (Brays Efe y Paloma Rando) nerviosos y preparando esas entrevistas.

También apuestan por homenajear al cine de Almodóvar. Para ello todos los invitados recrean frases de sus filmes. Algunas son las mismas actrices que ya las dijeron, como Loles León, que vuelve a decir algunas de sus líneas a las órdenes del cineasta. Pero también pasan por allí los mismos Javis, Raul Refree u otros invitados (Antonio Banderas y Penélope Cruz incluidos). Para completar la propuesta han apostado por recrear en directo números musicales de las películas de Almodóvar.

Así, Nathy Peluso cantará Teatro, de La Lupe, en una recreación de la terraza de Mujeres al borde de un ataque de nervios y, en uno de los momentos más hermosos, Luz Casal interpreta Piensa en mí delante de Loles León, Bibiana Fernández y Rossy de Palma, las chicas Almodóvar que se agarran de la mano mientras escuchan el precioso homenaje a Marisa Paredes pergeñado por los directores.

Pero el verdadero motor de todo es Almodóvar contando su carrera casi desde sus inicios, desde esa primera cámara de Súper 8 que se compró con su primer sueldo en la Telefónica, sus cortos y ese encuentro con Carmen Maura que supuso el principio de sus colaboraciones. Ese Erecciones generales que mutó para ser aquella Pepi, Luci, Bom que puso el cine español del revés. También habla de los prejuicios a los que se enfrentó en sus comienzos. Era el joven gracioso e irreverente, pero nadie pensaba que iba a lograr todo lo que luego consiguió con sus filmes, que le han colocado en un pionero en la representación de lo queer y en revolucionar un género como el melodrama para llevarlo a terrenos nuevos y sorprendentes.

Cuenta cómo apunta en una libreta las cosas que le llaman la atención y cómo en torno a ellas crea pequeñas historias que, a veces, se convierten en películas. Ahora le ha llamado la atención dos fenómenos recientes, el Onlyfans y los fan fictions, las historias que los fans escriben de sus personajes famosos imaginando tramas paralelas a las que cuentan las novelas o creaciones oficiales.

Uno de los momentos más emotivos es el repaso a las madres que pueblan su cine y, especialmente, las que dio vida una Chus Lampreave que, como confiesa Almodóvar, siempre fue una encarnación de su propia madre, que también aparece en varios cameos en sus filmes. “Lo hacía por el dinero”, dice entre risas el director recordando aquellas apariciones y explicando que uno de los momentos más emotivos de su cine, el final de La flor de mi secreto, cuando Lampreave le recita una poesía a Marisa Paredes, fue improvisado. En el último momento Almodóvar se acordó de la poesía que su madre le leía de niño y le dijo a la actriz que si podía recitarla. Forraron los asientos con los versos, y Chus, con sus gafas de sol, dejó un momento para el recuerdo. Uno más en la filmografía de Almodóvar.