Viajando al Siglo de Oro con Vataria Teatro

En 1990 se firmó un Convenio de Cooperación Cultural entre la Real Academia Española y la Comunidad Autónoma de Madrid para gestionar la Casa Museo de Lope de Vega. En 2013, uno de los actos para conmemorar el cuarto centenario de la fundación de la RAE consistió en hacer una ruta teatralizada titulada “Letras y... Leer más La entrada Viajando al Siglo de Oro con Vataria Teatro aparece primero en Zenda.

Jun 13, 2025 - 13:35
 0
Viajando al Siglo de Oro con Vataria Teatro

En 1990 se firmó un Convenio de Cooperación Cultural entre la Real Academia Española y la Comunidad Autónoma de Madrid para gestionar la Casa Museo de Lope de Vega. En 2013, uno de los actos para conmemorar el cuarto centenario de la fundación de la RAE consistió en hacer una ruta teatralizada titulada “Letras y espadas”, con comienzo y final en dicha casa. Desde el principio, en esta iniciativa la parte de teatro tenía más importancia que la de la ruta, ya que el recorrido físico en sí era un breve paseo circular por las calles cercanas a la casa, de la mano de los personajes y de este guion base escrito por el novelista y académico Arturo Pérez-Reverte, adaptado luego por los actores. La ruta continúa representándose casi todos los domingos de cada junio y septiembre desde entonces, y Zenda ha hablado con los actores participantes este año.

Los encargados de las actuaciones son la compañía Vataria Teatro, cuyos socios fundadores son tres de los actores de esta ruta (Elena Guevara, Miguel de Miguel y Noelia Márnez), y además cada mes, en esta misma Casa Museo, la que fuera la vivienda real de Lope de Vega en el siglo XVII, ponen en escena una obra distinta del Fénix de los Ingenios. Elena nos habla de los inicios de la idea: “Ya habíamos presentado dos o tres proyectos en la casa de Lope y surgió la posibilidad de colaborar con la RAE, con Pérez-Reverte escribiendo el guion ex profeso. Como ya habían visto nuestra forma de trabajar, pensaron que seríamos la compañía ideal para poner en escena la ruta por la calle, porque somos una compañía especializada en teatro clásico y espacios no convencionales: museos, parques, bibliotecas, etcétera. En realidad siempre nos hemos preguntado qué es un espacio teatral no convencional. ¿Acaso un corral de comedias no lo era? Eran patios normales y corrientes entre las casas, que se fueron adaptando para ser escenarios con los años. En realidad hacemos teatro desde que somos especie humana, desde que pintamos las cavernas y cantamos alrededor de la hoguera. Y nosotros hacemos teatro sin focos, sin telones, sin más artificio que la metáfora y la convención compartida con el público. Surgimos a partir del montaje de Vataria ’77, una versión contemporánea de El castigo sin venganza, de Lope de Vega, ubicada en la república inventada de Vataria. Nació como heredera de Lear Producciones, de la que todos formamos parte en su momento, una compañía de larga trayectoria en el trabajo de los clásicos y en especial en la obra de Lope de Vega. Además, instituciones como la RAE, el Museo Casa Natal de Cervantes o el Museo Nacional del Prado han confiado en nuestro trabajo y en nuestro respeto por la palabra para abordar distintos proyectos”.

Elena Guevara y Noelia Márnez como “la Actriz” y Caridad la Lebrijana. Foto: Victoria R. Ramos.

Como puede verse al leer el guion original, este era más breve que la obra de 90 minutos largos que Vataria hace ahora. Elena, como dramaturga, y Miguel, como director de la ruta, modificaron la propuesta añadiéndole más diálogo y un mayor sentido cómico, para mantener el interés de los espectadores, sin arrinconar el material original de Pérez-Reverte. Según Elena, “es un guión que narra anécdotas muy curiosas de lo que era la vida en los siglos XVI y XVII y te hace querer saber más del teatro del Siglo de Oro. Cervantes no aparece como personaje, pero es muy protagónico en la obra; se nota que a Pérez-Reverte le gusta y que quiere reivindicar a un escritor que no fue muy reconocido en su propia época. Respetamos bastante sus escenas, y por supuesto el texto, pero hemos introducido cambios, como algo que es muy habitual en las rutas teatralizadas, que es “ficcionar” al público. Esto significa darle un papel, una función, en el espectáculo. Es este caso hacemos que todos los que vienen a la ruta son comediantes venidos a Madrid a los que Lope va a hacer una prueba, un casting, que diríamos ahora. Esto hace que ellos puedan transitar de unas escenas a otras con dinamismo y con un objetivo final: volver a la casa para poder realizar esta prueba. Lo que sucede en el jardín, que es donde termina la ruta, ya no lo contamos” (Elena no lo cuenta, pero dejemos caer simplemente que lo del casting no es una broma inicial de usar y tirar).

La función tiene siete papeles para seis actores. Elena, que escribe todas las adaptaciones que la compañía hace de obras de Lope de Vega, interpreta aquí a un personaje inicialmente conocido solamente como “la actriz”, una comediante del XVII que interpreta El perro del hortelano, una de las obras de Lope, en el corral de la Cruz. “Mi personaje no tenía nombre propio, así que yo le he inventado uno, Anarda, porque necesitaba darle una personalidad. Algo muy peculiar de las actrices del Siglo de Oro es que su situación era única en la escena del siglo XVI y XVII europea: en otros países las mujeres no podían actuar, por ejemplo en las obras del teatro isabelino de Shakespeare. De hecho, en nuestro teatro áureo la presencia de las mujeres fue muy relevante, no solo como actrices, sino como autoras de comedias, e incluso como empresarias teatrales. Mi personaje podría ser una Jerónima de Burgos, una Francisca Baltasara (más conocida como La Baltasara), Bárbara Coronel, María de Navas, Francisca Vallejo y un largo etcétera. Me gustaría nombrar, por su relevancia y porque es una gran deuda de la historia de la literatura española, a autoras del Siglo de Oro brillantes y poco revindicadas como María de Zayas, Ana Caro de Mallén, Catalina de Erauso o Leonor de la Cueva”. Noelia es actriz licenciada en la Resad en interpretación textual. “Llevo muchos años especializada en visitas teatralizadas e históricas, tanto en la casa de Lope como en el palacio de Linares, en el edificio de Telefónica o el Museo del Ferrocarril en Madrid o las rutas del Cid de Burgos. Me he formado en improvisación, clown, humor, expresión corporal e interpretación ante la cámara con maestros como Marcel Marceau, Jesús Jara, Leo Bassi, Mar Navarro o Eva Lesmes, entre otros. He participado en numerosos montajes como Santas y perversas, La vida de los tres Cardenios o El castigo sin venganza. Mi personaje es Caridad la Lebrijana, una mujer del pueblo, de baja clase, que se busca la vida vendiendo los mejores entresijos y gallinejas de toda la ciudad en una taberna llamada del Turco, en la calle Toledo, que existió realmente. Sale en los libros de Alatriste, y se deduce que tiene una relación bastante intíma con el capitán”, que se olvida la capa en su alcoba taberna. “Es un personaje con mucho desparpajo y mucha calle, con lo que es importante la frescura y la improvisación, ya que lo que pasa en las calles cada día es diferente. Los turistas, los coches, los tuk-tuk o los propios vecinos interactúan de una manera muy viva cada domingo con ella, y a veces no con la mejor de sus sonrisas”.

José F. Ramos y Adrián Perea como Lope de Vega y Diego Alatriste. Foto. Victoria R. Ramos.

Adrián Perea, actor formado en la ESAD de Málaga, lleva viviendo en Madrid desde hace más de ocho años. “He tenido la posibilidad de participar en dos montajes de Siglo de Oro, ambos de la misma obra, La dama duende, de Calderón, y en otras obras de teatro contemporáneo”. En esta ruta interpreta al personaje de Diego Alatriste. “Lo represento teniendo clara la figura del antihéroe, como un héroe agotado y honorable en un entorno que no lo es tanto. Él lo sabe, tras todo lo vivido, y actúa en consecuencia. A mí me gusta trabajar con Diego desde la mirada. Aunque a veces se muestra algo divertido, incluso cómplice con el público (como cuando “pincha” a Quevedo para que hable), siempre tiene en la mirada ese poso de tristeza y cansancio. Lo trabajo desde ahí. Estoy haciendo la sustitución del compañero que hace de Alatriste habitualmente, Joseba Priego. Entré a trabajar en estas rutas teatralizadas tras haber coincidido con el propio Joseba y con mi pareja, la también actriz Cristina Irala, con la que ellos trabajan en otros proyectos”. José F. Ramos, que encarna a Lope de Vega, nació en Llerena (Badajoz) y se formó en Interpretación Textual en la ESADCyL (Escuela Superior de Arte Dramático de Castilla y León). En los diez años que lleva como actor ha participado en El cerco de Numancia, Viriato, El conde de Montecristo o Tito Andrónico y en eventos como el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. “Para mí, el personaje de Lope combina el genio literario con un ego muy elevado. Es un personaje que se ve superior los demás y que no pierde ocasión de demostrarlo. Es, también, un conquistador nato. Pero me interesaba añadir en Lope un fondo melancólico en mi propuesta. A mi modo de ver, detrás de toda esa fachada que intenta mantener frente al mundo, esconde algún que otro arrepentimiento y más de una pena. A la hora de preparar el personaje he tomado como modelo el trabajo que llevé a cabo en otra de las funciones de la compañía, In Verona veritas, donde también tuve la ocasión de representar a Lope. En esta ruta el personaje es algo mayor, así que he intentado añadirle un poso de experiencia. Además, me gusta prestar especial atención a cómo dice las cosas Lope, cómo emplea la palabra. Intento construirlo desde ahí, desde su capacidad para general un vocabulario rico y evocador”. Carlos Munera interpreta dos papeles, los de Francisco de Quevedo y “el extranjero”. “Podría decir de ambos que son una antítesis, en cuanto temperamento se refiere. Quevedo es un señor mayor, inteligente y bonachón pero muy malhumorado también, que cumple el arquetipo de poeta culto y a la vez vividor y socarrón. En cuanto al extranjero, creo que su matiz principal es la ingenuidad y la admiración. Es un inglés que ha viajado a Madrid y “quiere conocer y visitar el barrio de los grandes autores del Siglo de Oro y venerarlos. Al ser en clave de comedia, se mezcla la barrera idiomática con esa inocencia simpática del que quiere conocer pero se equivoca. Para prepararme intento seguir el lema del teatro y los personajes del Siglo de Oro: “Piensa rápido y siente profundo”. Empiezo siempre por la corporalidad y la oralidad del personaje, su forma, en resumen. Después paso a su interior, a lo que dicen de los demás y lo que los demás dicen de él para entenderlo”.

Carlos Munera como Francisco de Quevedo. Fotos: Victoria R. Ramos.

Cualquier espectador de la ruta se da cuenta enseguida de que los papeles están muy bien preparados, pero ¿son actores profesionales a tiempo completo, o tienen que dedicarse a otros empleos? En el caso de José, “soy actor a tiempo completo desde que comencé en la profesión. Es verdad que también lo compagino con clases de teatro, pero al fin y al cabo no se aleja de la rama a la que me dedico. Puedo decir que soy uno de los afortunados que puede dedicar todo su tiempo al trabajo del actor”. Noelia también es actriz a tiempo completo. “Trabajo en mi compañía de teatro clásico, compaginándolo con la docencia teatral, y también hago simulaciones para los alumnos de medicina y otras especialidades interpretando a pacientes en una universidad de Madrid”. Elena es “profesora universitaria en distintas disciplinas en una escuela de artes escénicas, TAI Arts, y trato de seguir formándome continuamente. Carlos compagina su carrera “con la docencia y la creación. Es una manera en la que se crea una especie de sinergia, porque usas lo que aprendes de otros en las creaciones, y enseñando refuerzas y tienes más puntos de vista sobre lo aprendido, revisitas la técnica y los conceptos, aparte de seguir investigando. Para Adrián “va por épocas. A veces realizo algún proyecto que me permite enfocarme en el trabajo de actor el cien por cien del tiempo, principalmente por motivos económicos, pero cuando termina este periodo no suelo enlazar con más trabajos de actor, con lo que necesito otros trabajos “convencionales”, como me gusta denominarlos. Desde 2021 trabajo como personal de sala en diferentes teatros de Madrid”.

A veces oye uno hablar de actores que no se preocupan gran cosa de los textos originales de los que surgen sus personajes, y solamente se preocupan de sus frases de diálogo, así que ¿os habéis leído los alatristes y obras del Siglo de Oro? Según Noelia, “hemos leído los libros del capitán Alatriste para preparar el papel y siempre estamos leyendo obras de Lope, ya que ya hemos representado numerosas de sus obras en estos años”. Carlos conoce “la obra de Alatriste, y el Siglo de Oro es un lugar común donde los intérpretes bebemos, nos formamos y nos inspiramos. Es parte de nuestro patrimonio y repertorio, y se puede encontrar una gran fuente de conocimiento en su forma y lirismo”. Adrián comenta que “además, me gusta mucho cómo escribe Arturo Pérez-Reverte. Entro muy rápidamente en sus historias. Durante mi formación actoral he leído bastante de Lope, Tirso, Calderón, Quevedo, Cervantes, Ruiz de Alarcón… El tercer año de carrera estaba enfocado al verso y al Siglo de Oro. José leyó en su momento todos los libros de Alatriste “y también he visto las adaptaciones que se han hecho, tanto en cine como en televisión. Me gusta mucho el personaje, al igual que me gusta todo lo que esté relacionado con el Siglo de Oro. Es uno de los períodos históricos que más me fascinan e intento leer y ver todo aquello que esté relacionado con la época, ya sean novelas, ensayos, productos audiovisuales u obras de teatro”. Elena añade que “había leído los libros de Alatriste con mi padre hace años y me hizo mucha ilusión descubrir que el protagonista estaba basado en un personaje real que vivió un tiempo en una habitación de la tercera planta de esta casa de Lope: el capitán Contreras. Por otro lado conocemos muy bien la literatura del siglo de Oro, hemos trabajado con textos de Lope de Vega, Cervantes, Calderón, Tirso de Molina en incluso la hija de Lope de Vega, Marcela de San Félix. Pero sobre todo hemos versionado a Lope de Vega y es una experiencia como compañía maravillosa, tener la sensación de que conoces su obra y sus versos y entender como eran aquellas representaciones bulliciosas y peculiares de los corrales de comedias”.

Adrián Perea y Miguel de Miguel como Diego Alatriste y Calderón de la Barca. Fotos: Victoria R. Ramos.

¿Cómo os está resultando la experiencia, entonces? ¿Qué es lo mejor y peor? José cree que “quizás lo mejor sea la oportunidad de interpretar a estos personajes y acercar la historia del barrio a la gente que se acerca a visitarlo con nosotros. Lo peor es la dificultad intrínseca que supone actuar en la calle, es decir, los ruidos, el tráfico, las temperaturas… En cualquier caso y a pesar de los contras, es una experiencia maravillosa”. Para Carlos “es muy gratificante, y creo que permite acercar, desde otro punto de vista, la historia del propio barrio donde se realiza. Tener escenas, hacer un recorrido, es algo interactivo donde, de una manera amena, el público asiste a representación, con curiosidades, anécdotas y datos, y puede vivir en primera persona la historia en presente. Lo mejor es que es un montaje bonito, cuidado y dinámico. Lo peor, cosa que no podemos controlar, es que lidiamos con mucho tráfico durante la representación, aunque lo incluimos e interactuamos con ello. Elena dice que “es una experiencia increíble. Llevamos ya más de diez años representando estas rutas, con distintos repartos, pero siempre el mismo texto, y siempre llenas de público. Lo mejor, sin duda, tener la fortuna de trabajar en un lugar emblemático de Madrid como es la casa de Lope de Vega, y en un lugar único, este Barrio de las Letras, de las musas, que nunca acabamos de conocer del todo. Es ya más nuestro barrio que los nuestros propios, y sentimos que “vivimos” de alguna manera aquí, rodeados de turistas, sí, pero también de historia, de literatura, es mágico. Lo peor probablemente sea que en estos años se ha masificado bastante y a veces puede resultar incómodo darte cuenta de que la ciudad se empieza a convertir en un centro comercial. Los museos, el patrimonio, es algo que debemos cuidar, pero a veces se confunde esta difusión con un ánimo de lucro un poco exagerado. Los pequeños comercios necesitan su espacio y muchos turistas no tienen tiempo de apreciar todo lo hermoso que hay en este lugar de Madrid. Adrián lo ve “muy interesante. A mí me gusta mucho trabajar interactuando con el público, porque ves de primera mano sus reacciones, y además los tienes al lado, no manteniendo la distancia como cuando se actúa en un formato teatral clásico. Eso me divierte mucho, formar parte de sus reacciones mientras caminas con ellos por la calle. Sin duda, lo mejor es eso. Lo peor: el calor. Caminar con capa por Madrid en esta época del año no es lo más cómodo del mundo. José considera que “la experiencia está siendo muy satisfactoria. En mi caso, disfruto mucho interpretando a Lope y formando parte de esta visita por el Barrio de las Letras. Toda la historia que rodea al barrio y a sus personajes es fascinante, y me siento afortunado de poder acercarla al público que nos acompaña en las visitas. Según Noelia, “la experiencia está viva. Cada día es diferente y yo lo vivo y lo disfruto cada domingo, aunque reconozco que no es fácil a veces lidiar con situaciones desagradables. Hay mucha gente en el barrio que está muy harta de las aglomeraciones y a veces nos increpan. Me han llegado a tirar un jarro de agua desde la ventana. Pero tengo fama de salir airosa de todos los fregaos, aunque afortunadamente también hay gente encantadora que está contenta con nosotros, sobre todo la gente de los comercios”.

Pues ya que se ha empezado con eso, ¿alguna anécdota divertida o curiosa? Elena dice que “tenemos cientos de ellas en estos años. Cada función es diferente porque dependemos del público y de los imprevistos que van sucediendo en la calle. Digamos que tenemos el gen de la improvisación hiperdesarrollado. No hay una función igual, de verdad: nos ha llovido, han colaborado vecinos, han participado niños, ha habido confusiones de todo tipo, nos ha parado la policía en postpandemia para ver si cumplíamos con el aforo (siempre), y un largo etcétera. Yo por ejemplo, he hecho esta ruta embarazada dos temporadas, y a veces nos ha tocado una larga ola de calor. Creo que eso ha sido de lo mas difícil para mí, estando embarazada. Mi marido iba detrás de mí con un abanico y agua para avituallarme en cada cambio de escena. Adrián apunta que “precisamente el pasado fin de semana, estando ya en el jardín de Lope, al hacer un movimiento cerca del pequeño muro que hay, no medí bien la distancia y me tropecé, y no caí de cabeza al suelo porque estuve rápido y pude colocar las manos. Luego, con toda la naturalidad que pude, lo incluí en el texto, la gente se rio, y a seguir. Carlos cree que “lo más divertido es cuando los propios espectadores interactúan y participan con nosotros, no dejan de venir para conocer al Fénix de los Ingenios y son los protagonistas de esta historia. Noelia cuenta que “me han tirado agua, me han gritado desde la ventana para que me callara porque dicen que tengo un megáfono en la garganta, me he montado en un tuk-tuk para irme de una escena, nos ha parado la policía en plena escena para que nos pusiéramos mascarillas, me han intentado robar el botijo en plena actuación… y un montón de cosas más”.

Noelia Márnez como Caridad la Lebrijana. Fotos: Victoria R. Ramos.

Y por último, ¿dónde más podemos veros, en qué otros proyectos estáis ahora? Adrián dice que “compagino mis trabajos de actor con colaboraciones anuales puntuales con la Subdirección General de Bilingüismo y Calidad de la Enseñanza de la Comunidad de Madrid. Hace poco me encargaron dar un pequeño discurso en la clausura del Concurso de Cortometrajes en Lengua Extranjera en la Academia de Cine, y la verdad es que me hizo bastante ilusión. En el futuro, proyectos cerrados no tengo, solo estoy a la espera del resultado de un par de procesos de casting para proyectos audiovisuales”. Elena siempre tiene “proyectos en marcha en la CMLV, y algunos, los más destacados, intentamos que salgan de gira por festivales o espacios convencionales. Ahora mismo estaremos todo el mes de junio (y la temporada que viene en octubre y noviembre) en el Teatro Lara con una versión de Fuenteovejuna titulada La habitación de Laurencia [en la que también participa Noelia], una versión muy contemporánea que recomendamos a todo el que quiera acercarse al teatro de Lope. También estrenamos ahora en la Casa Museo el espectáculo En homenaje suyo, sobre Lope de Vega y Lorca”. Carlos también está “en el Teatro Lara con Santas y perversas, de José Warletta, y con mi propia compañía, La Brava, con un proyecto infantil y didáctico, aparte del montaje de una obra de Valle-Inclán, Farsa y licencia de la reina castiza. Y José estará “de nuevo con Teatro del Noctámbulo en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. Estrenamos Jasón y las Furias, un texto original de Nando López bajo la dirección de Antonio C. Guijosa, del 27 al 31 de agosto, clausurando el Festival”.

Desde Zenda, mucha suerte a todos y gracias por vuestra participación.

Resolviendo enigmas con el Círculo Holmes

Viviendo la Tierra Media con la Sociedad Tolkien Española

Los actores de Vataria Teatro en la Casa Museo Lope de Vega. Fotos: Victoria R. Ramos.

La entrada Viajando al Siglo de Oro con Vataria Teatro aparece primero en Zenda.