Compré 5 millones de visitas en YouTube: ¿Se puede comprar el éxito en la plataforma?

Comprar visitas en YouTube sigue siendo uno de los temas más polémicos y curiosos del mundo digital. ¿Realmente funciona? ¿Compensa? […]

Jun 12, 2025 - 19:40
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Compré 5 millones de visitas en YouTube: ¿Se puede comprar el éxito en la plataforma?

Comprar visitas en YouTube sigue siendo uno de los temas más polémicos y curiosos del mundo digital. ¿Realmente funciona? ¿Compensa? ¿Se puede comprar el éxito en la plataforma? Un creador decidió invertir 100.000 dólares y comprar 5 millones de visitas para averiguar qué ocurre realmente al “pagar” por fama en YouTube. Este es el análisis de su experimento, los métodos empleados, los costes y los resultados reales.


Seis formas de comprar visitas en YouTube

El experimento probó seis métodos distintos, desde los más “oscuros” hasta los promocionales oficiales de Google:

  1. Compra de visitas bot (bots automatizados)
  2. Compra de visitas de “personas reales” (click farms)
  3. Promociones internas de YouTube Studio
  4. Campañas de Google Ads (instream y discovery)
  5. Variantes de targeting avanzado
  6. Pruebas cruzadas para ver el efecto en el algoritmo

Cada método tiene su propio coste, nivel de riesgo y potencial impacto en el crecimiento del canal.


El lado oscuro: bots y click farms

  • Bots:
    Comprar 10.000 visitas bot costó 26 dólares. Estas vistas se generan de forma automatizada con software avanzado que intenta evitar la detección del algoritmo de YouTube.
    Resultados: Las visitas llegaron, pero el vídeo solo consiguió 3 suscriptores y 78,4 horas de visualización. El coste por nuevo suscriptor fue de ¡866 dólares! Además, la retención y el CTR eran pésimos, y casi ninguna de esas vistas “compradas” activó el algoritmo para sugerir el vídeo a nuevos usuarios reales.
  • Click farms:
    Comprar 10.000 visitas “reales” (personas en granjas de clicks) costó 52 dólares.
    Resultados: Algo mejores que los bots, pero aún así la mayoría de los visitantes no interactuaron, no se convirtieron en seguidores y no aportaron valor duradero al canal. Los costes por suscriptor rondaron los 13 dólares y la retención seguía siendo muy baja.

Conclusión: Comprar bots o click farms puede inflar el contador, pero es dinero desperdiciado. No generan audiencia real ni ingresos, y pueden poner en peligro tu canal.


El método legal: promociones oficiales de YouTube y Google Ads

  • Promociones de YouTube Studio:
    Fáciles de usar, pero caras. Con 100 dólares se lograron 1.580 visitas y 240 suscriptores.
    Coste por vista: 6,3 céntimos.
    Coste por suscriptor: 41 céntimos (mucho más barato que los métodos ilegales).
    Retención: Sigue siendo baja (31 segundos de media), pero el proceso es legítimo y permite segmentar por país e idioma.
  • Google Ads (Instream y Discovery):
    Aquí se invirtieron cantidades mucho mayores, hasta 88.000 dólares para superar los 5 millones de visitas.
    • Instream sin segmentación: 1,1 céntimos por vista, 39 céntimos por hora de visualización, 10 dólares por suscriptor.
    • Instream con segmentación: Vistas y horas más caras, pero los suscriptores son más valiosos.
    • Discovery/Infeed: Las vistas son las más caras (6 céntimos/vista), pero facilitan el acceso directo al canal.

Conclusión: Las campañas oficiales son más caras, pero permiten cierto control sobre el tipo de público y no ponen en riesgo la integridad del canal.


¿Impactan estas campañas en el algoritmo y el crecimiento orgánico?

La gran pregunta es si comprar visitas (incluso usando métodos legales) ayuda a que YouTube promocione tus vídeos. El experimento demuestra que:

  • Los métodos ilegales no generan apenas crecimiento orgánico y pueden acarrear sanciones.
  • Las campañas oficiales no suelen “matar” el alcance orgánico, pero tampoco lo disparan mágicamente. El impacto en el algoritmo es mínimo: solo una pequeña fracción de las vistas compradas genera algún tipo de empuje orgánico.
  • El valor de las visitas depende mucho del país: los anuncios más baratos suelen atraer público de regiones con baja rentabilidad para anunciantes, por lo que los ingresos publicitarios apenas aumentan.

¿Vale la pena comprar visitas?

Solo hay dos escenarios en los que puede ser útil:

  • Impulsar suscriptores: Las promociones oficiales de YouTube ofrecen el coste más bajo por nuevo suscriptor.
  • Mostrar cifras a potenciales sponsors: Un vídeo puede “parecer” popular a ojos de marcas, pero no reflejará un engagement real.

En todos los demás casos, invertir en contenido de calidad y en estrategias para activar el algoritmo es la vía más eficiente para crecer en YouTube. Comprar visitas solo “maquilla” el canal y no construye una audiencia fiel ni ingresos sostenibles.


Resumen: ¿Se puede comprar el éxito en YouTube?

No. El experimento lo deja claro: puedes inflar el contador, pero la audiencia real y el éxito a largo plazo solo se consiguen con contenido que conquiste al algoritmo y a los espectadores reales. El dinero puede comprar números… pero no una comunidad.