La película de David Lynch que traumó a su propio padre: “Lo perturbó”
El cine de David Lynch no es para cualquiera. De hecho, hay una película que traumó a su propio padre. Y es que sus películas tienen una gran carga surrealista, y para los amantes del cine más clásico o mainstream eso puede ser un desafío incómodo, además de que muchas de ellas son perturbadoras en [...] Ver más noticias en Indie Hoy.


El cine de David Lynch no es para cualquiera. De hecho, hay una película que traumó a su propio padre. Y es que sus películas tienen una gran carga surrealista, y para los amantes del cine más clásico o mainstream eso puede ser un desafío incómodo, además de que muchas de ellas son perturbadoras en los aspectos audiovisuales y narrativos.
Por eso, muchos adultos mayores pueden no ser el público ideal para disfrutar del cine del recientemente fallecido director, tal como él lo reveló en una entrevista de 1999 con Michael Sragow: “Mi madre y mi padre no estaban habilitados para ver la mayoría de mis películas, aunque creo que mi padre las ha visto todas“.
Más allá de la edad, posiblemente haya resultado difícil para el cineasta que sus progenitores se encuentren con la oscuridad de sus películas, pues podían tomarlo no como una obra de arte sino como una declaración en particular sobre su mente o su vida.
Sobre la experiencia de su padre, Lynch dijo: “Carretera perdida realmente lo perturbó“. El director hacía referencia al film de 1997 en el que volcó su obesesión por el caso de O.J. Simpson y la psicología de las personas que pueden asesinar a otras y continuar su vida como si nada.
Este es uno de los títulos más famosos e interesantes de Lynch. Sostiene el planteo de su cine de autor y se acerca a las grandes audiencias con un thriller que involucra un relato policial, su universo surrealista y aspectos de cine alternativo.
La película retorcida en la que Lynch quería vivir
La extrañeza, el surrealismo y el tormento forman parte de la filmografía de Lynch, a pesar de que, en su vida real, el director estaba fuertemente abocado a la meditación trascendental. Por eso, sorprendió su revelación cuando dijo en cuál de sus películas viviría.
En una entrevista con Vulture reveló: “Amo el mundo de Eraserhead. Me encantaría vivir en ese mundo“. Su respuesta resulta curiosa ya que este film de 1977 en blanco y negro es uno de los más perturbadores y lacónicos del director. La historia se centra en un obrero que intenta sobrevivir a su trabajo y al entorno asfixiante de su hogar.
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